Por Erika Cabrera
El Gobierno comienza a dar indicios respecto de la dirección que tomará la política monetaria en la próxima etapa de la administración del presidente Javier Milei. Y, si bien el ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que “no podemos poner fecha» al levantamiento del cepo, adelantó que previo a eso necesitará cumplir cuatro requisitos.
“El ancla fiscal, normalizar flujo, normalizar stock y tener una relación razonable entre reservas y pasivos remunerados”, enumeró Caputo, el denominado «rockstar» por Javier Milei, ante empresarios y ejecutivos de finanzas en el Congreso Anual de IAEF. Anticipó que van a dar ese paso «cuando estemos seguros de que no va a haber sobresaltos». Y, por otro lado, señaló que, «si entráramos en un nuevo programa con el FMI que implique nuevos fondos, esa relación estaría en un nivel más razonable”.
Sin embargo, desde afuera del Gobierno, el economista Miguel Kiguel señaló que «nunca van a estar las condiciones perfectas, hay que tomar riesgos». Y corrió por derecha a la gestión de Milei. «Creo que no se puede seguir viviendo con cepo. No es compatible con una economía liberal, la gente no puede comprar dólares. No es consistente con esta filosofía», apuntó.
El Gobierno lo sabe, pero tiene la disyuntiva de que no puede avanzar en ese sentido hasta que no logre cumplir los objetivos que son indispensables para tener éxito en este recorrido:
- Sostenimiento del ancla fiscal
El primer punto está fuertemente relacionado al ajuste fiscal, que en el primer cuatrimestre del año exhibió un superávit primario de $4 billones y otro fiscal de $1,1 billones. En abril, el Gobierno registró un superávit fiscal financiero por cuarto mes consecutivo, algo que no ocurría desde 2008.
Éste sin dudas es, según los analistas, el paso más firme del Gobierno libertario, ya que parece no negociarlo, a pesar de que se haya obtenido a costa de una fuerte reducción de los gastos sociales, que incluyen jubilaciones, educación y prestaciones para sectores vulnerables. Asimismo, influyó fuertemente la recaudación por el Impuesto PAIS, que compensó las caídas verificadas en los tributos vinculados a la actividad económica, como IVA y Ganancias.
En ese sentido, el analista de F2 Soluciones Financieras, Andrés Reschini, resaltó que «hay muchas dudas sobre cómo sostener el equilibrio fiscal sin impuesto PAIS y retenciones», que necesariamente dejará de recaudar el Gobierno si desanda los controles cambiarios.
- Normalización de pago de importaciones y giro de utilidades
En segundo lugar, Caputo marcó la importancia de normalizar el flujo financiero, evitando los constantes cambios regulatorios, para darle previsibilidad a las empresas. Particularmente hizo hincapié en la reducción de los plazos para pagar importaciones y la flexibilización para el giro de utilidades al exterior. Según el ministro, dicha normalización ya llegó al 70%/75%.
- Estabilización de activos y pasivos del BCRA
Sobre la normalización de los stocks del Banco Central (BCRA), que implica tener una relación más armoniosa entre los activos y los pasivos financieros de la autoridad monetaria para evitar que la deuda pública se vuelva insostenible, manifestó que se debe tener un estricto control de las reservas. Asimismo, la estrategia del Gobierno incluye un claro traspaso de la deuda del BCRA hacia el Tesoro.
“Hoy los pasivos remunerados están en $22 billones, poco más de 5 puntos del Producto. Se ha hecho un trabajo fenomenal. Estamos claramente más cerca, pero no estamos 100% listos», esquematizó el funcionario.
- Relación «razonable» entre reservas y pases pasivos
En sintonía con el objetivo anterior, Caputo destacó que el programa económico también busca mejorar la relación entre las reservas internacionales y los pasivos remunerados del BCRA. En esa línea, cabe destacar que las reservas crecieron cerca de u$s8.000 millones desde el 10 de diciembre de 2023, a la vez que el stock de pases pasivos cayó abruptamente, pese a que el pago de intereses de los mismos continúan teniendo peso sobre la expansión de la base monetaria.
“Uno no pasa de populismo a liberalismo en una línea recta, es una cirugía mayor. Si hubiéramos sacado el cepo hubiese sido una calamidad, un desastre. Hoy sería inapropiado. Pasamos de una calamidad a algo inapropiado», ejemplificó el funcionario.
Además, relacionó este último punto con un «nuevo programa» con el FMI, que «implique nuevos fondos». «Esa sería una relación más razonable», aseguró el ministro. Y dijo que el refuerzo de divisas será uno de los elementos principales en la próxima discusión con el organismo multilateral de crédito, aunque los analistas se muestran escépticos, ya que, tal como lo mencionó el economista Federico Glustein, Argentina quedó «muy expuesta por ser la principal deudora e incumplidora de metas». De modo que, el refuerzo de las reservas no podría venir de un nuevo endeudamiento.