La actividad es organizada por Vivir Sin Violencia Rojas, y cuenta con los auspicios de la dirección de Cultura de la comuna – Lo producido en esta nueva velada artística será destinado a la campaña pro tomógrafo
CelebrArte Ópera vuelve a Rojas y una vez más con una propuesta más que descollante: la compañía independiente que conduce la soprano Paula Alba ahora presentará en el Teatro Italia, el próximo 5 de agosto, desde las 20, una versión integral de “La flauta mágica”, de Wolfgang Amadeus Mozart.
La propuesta, que una vez más lleva el sello de la organización no gubernamental Vivir Sin Violencia Rojas, cuenta con el auspicio del gobierno local a través de su dirección de Cultura.
Cabe destacar que lo producido por la venta de entradas será destinado in toto a contribuir a la campaña pro tomógrafo para el Unzué.
Las entradas ya pueden reservarse, siendo su costo de 2 mil pesos, a los teléfonos:
-2474-68-7162.
-2474-68-1422.
-2474-47-1658.
Celebrarte Música nació en 2017 de la mano de la soprano Paula Alba y de su madre, la actriz Patricia Palmer. La propuesta surgió ante un planteo primordial: la necesidad de difundir el arte lírico llevado a cabo por las nuevas generaciones de artistas, y trasladarlo a distintas salas del país, alcanzando así nuevos públicos.
La primera producción fue “Lucia di Lammermoor” y continuó con “Romeo y Julieta”. Luego fueron sumando más títulos como “El elixir de amor”, “La viuda Alegre”, “La bohème”, “Don Giovanni”, “Rigoletto” y “Las Bodas de Fígaro”.
“Celebrarte Música surge para llevar la ópera a otros espacios, bajarla de los lugares tradicionales, tan elitistas, y vivir otras experiencias. Hemos ido a pueblos o ciudades pequeñas de la provincia de Buenos Aires y las experiencias fueron hermosas. Es impresionante tener esa cercanía, que quizás en otros lugares no es posible”, explican desde CelebrArte.
“La flauta mágica” (Die Zauberflöte), es una ópera en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en alemán de Emanuel Schikaneder. La obra tiene forma de un singspiel, un tipo de ópera popular cantada en alemán, en el que se intercalan partes habladas. Además de ser una gran obra musical expresa algunos valores a modo de crítica social.
Es la última ópera escenificada en vida del compositor y estrenada en el Theater auf der Wieden de Viena, el 30 de septiembre de 1791 bajo la dirección del propio Mozart, apenas dos meses antes de su fallecimiento.
Cuando Mozart estrenó “La flauta mágica” tenía treinta y cinco años. El empresario teatral Emanuel Schikaneder pasaba graves apuros económicos y el compositor, gran amigo suyo desde los años de juventud y en su misma situación financiera, resolvió escribir para él una obra que podría dar dinero. Al conocer que un teatro rival iba a estrenar otra ópera con igual asunto, se modificó por completo la acción dotándola, además, de una significación simbólica de acuerdo con las prácticas masónicas, ya que tanto Mozart como Schikaneder pertenecían a la misma Logia. El elemento mítico y maravilloso adquirió en “La flauta mágica” un gran relieve.
Schikaneder era hermano masón de Mozart. Fue el primero que interpretó a Papageno, mientras que el papel de la Reina de la Noche era interpretado por Josepha Hofer, cuñada de Mozart. Otros intérpretes del estreno fueron: Benedikt Schack (Tamino), Anna Gottlieb (Pamina), Franz Xaver Gerl (Sarastro), Johann Joseph Nouseul (Monostatos), Herr Winter (Orador) y Barbara Gerl (Papagena). Interpretaron a las tres damas: Mlle Klöpfer, Mlle Hofmann y Mme Elisabeth Schack; a los tres muchachos, Anna Schikaneder, Anselm Handelgruber y Franz Anton Maurer; a los dos sacerdotes, Johann Michael Kistler y Urban Schikaneder y, finalmente, los dos hombres armados fueron Johann Michael Kistler y Herr Moll.
Según muchos historiadores y críticos, hay una importante influencia masónica en la ópera, debido a que Mozart fue iniciado en la logia masónica de Viena llamada Zur Wohltätigkeit («La Beneficencia») el 14 de diciembre de 1784. Cuando se produjo el estreno de “La flauta mágica”, la masonería acababa de ser prohibida en los dominios del emperador José II, por su relación en ese país con los Iluminados de Baviera. Muchas de las ideas y motivos de la ópera recuerdan los de la filosofía de la Ilustración.
“La flauta mágica” sigue siendo importante dentro del repertorio operístico estándar y aparece como la número 4 en la lista de Operabase de las óperas más representadas en todo el mundo para el período 2005-2010. Su estatus como obra maestra de la ópera es incuestionable y ciertamente único dentro del más reducido ámbito del singspiel, donde no tiene comparación posible.
Algunas de sus melodías son muy familiares, como el dúo de Papageno y Papagena, o el aria de coloratura de la Reina de la Noche titulada “Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen” (La venganza del infierno hierve en mi corazón) y el aria del príncipe Tamino.
El argumento de la ópera ha sido muy discutido. Mientras que muchos investigadores la ven simplemente como un cuento de hadas, otros la ven llena de simbolismo y referencias a la masonería. En ese sentido, y a pesar de la fuerte influencia de la cultura popular, según algunos autores, “La flauta mágica” es la guía de una iniciación masónica según el Rito Zinnendorf. De igual modo, muchos autores -entre ellos Gérard Gefen- han visto una prefiguración de Ignaz von Born en el papel de Sarastro. Von Born era un individuo con gran influencia en la masonería austríaca de la época, y fue quien apadrinó el ingreso de Mozart a la misma. Mucha gente considera que el triple acorde de la obertura de esta ópera es un claro signo masónico (la «batería masónica»), que anunciaría el carácter propagandístico de la obra, con objetivo de difundir la masonería en un momento en el que el emperador intentaba prohibirla. Asimismo, el tema de la lucha entre la luz y la oscuridad es un símbolo recurrente en las enseñanzas masónicas, lo mismo que el encumbramiento del individuo por encima de cualquier título nobiliario .
Se cree que el libreto pudo estar inspirado en la obra “Lulú o la flauta mágica”, de August Jacob Liebeskind, aunque transcrita por Christoph Martin Wieland, pero también que pudo tener otras fuentes, como “Thamos, rey de Egipto”, de Tobias Philipp von Gebler, o “Sethos”, de Jean Terrasson.
En cuanto a la música, tiene arias magníficas para cada personaje, algunas famosas por su complejidad técnica.