Capacitaron en parto respetado a profesionales y agentes de salud

En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y finalmente reglamentada en 2015 la cual defiende los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post parto

 

Se realizó ayer en el Centro Cultural Ernesto Sábato una capacitación en Parto Respetado a profesionales y efectores sanitarios del distrito. La actividad fue llevada adelante por la dirección de Atención Primaria de la Salud, que conduce la Lic. Betzabé Corro, dependiente de la secretaría de Salud de la comuna. Cabe recordar que en mayo pasado fue conmemorada la Semana del Parto Respetado, bajo el lema «Salud es parir libres de violencias».

En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y finalmente reglamentada en 2015 la cual defiende los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post parto.

El término «parto respetado» o «parto humanizado» hace referencia el respeto a los derechos de las madres, los niños y niñas y sus familias en el momento del nacimiento.  Promueve el respeto a las particularidades de cada familia – etnia, religión, nacionalidad – , acompañándola a través de la toma de decisiones seguras e informadas.

El parto respetado implica generar un espacio familiar donde la mamá y el recién nacido/a sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible.

Cuando hablamos de parto respetado nos referimos que la mujer siga su propio pulso de parto evitando todo tipo de intervenciones innecesarias, así como a decidir la forma de controlar el dolor durante el parto.

La mujer como usuaria del sistema sanitario tiene derecho, fundamentalmente, a recibir información (existencia de complicaciones, ventajas e inconvenientes de los posibles tratamientos), a decidir libremente la forma y posición en el momento del parto y a ser tratada con respeto y consideración de sus pautas culturales.

Además, se deben tener en cuenta los deseos y necesidades de cada mujer, como el estar o no acompañada por una persona de confianza en cada momento y/o el tipo ingesta alimentaria durante el proceso de parto.  Se la debe informar sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar durante el parto y postparto y debe participar activamente en las diferentes decisiones y actuaciones de los profesionales.

Tiene derecho a no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación. Así como también a tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales. Debe ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar. Además, recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña, y sobre anticoncepción en el momento del puerperio.

Por su parte, los recién nacido/as tienen derecho a estar en contacto con su madre desde el primer momento y a ser alimentados con leche materna sin interferencias. Asimismo, deben ser tratados de forma respetuosa y digna, contar con inequívoca identificación y a no ser sometido/as a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia.

En el año 2022, 6 de cada 10 personas gestantes estuvieron acompañadas durante el trabajo de parto por la persona de confianza elegida, sin importar su género o parentesco, y por el equipo de salud, lo que significó el valor más alto de los últimos 10 años.

Así lo informó el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires en el marco de la Semana del Parto Respetado, al tiempo que señaló que promoverá actividades centradas en la importancia del acompañamiento a la persona gestante y su familia durante el proceso de embarazo y parto.

“Teniendo en cuenta que se ha observado que estar acompañada/o disminuye la tasa de cesáreas, el parto instrumental y aumenta la posibilidad de tener un parto vaginal, las actividades que se llevarán a cabo en la provincia pondrán el foco en la idea de que  acompañar es salud y es respetar los deseos y decisiones de las personas gestantes”, según se informó.

El parto respetado ha surgido como una respuesta fundamental en la lucha por la recuperación del rol protagónico de la mujer en un momento tan maravilloso como es dar a luz; más que como una medida sanitaria, viene a formar parte de una reivindicación de los derechos de la madre en el sistema de salud.

El parto es un proceso fisiológico que se lleva a cabo sin complicaciones en la mayoría de los casos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la creciente medicalización de los nacimientos está dañando la capacidad de las mujeres de dar a luz. Por ello, hoy se considera que el parto debe ser tratado como un proceso natural, con la madre en el centro de la toma de decisiones y sólo debe intervenirse cuando haya complicaciones.

En función del parto respetado y sobre el rol del equipo de salud, se trata, ante todo, de ser cuidadores. “Cuidar y proteger”. Que no es lo mismo que controlar y, definitivamente, no es lo mismo que solamente respetar. El cuidado materno respetuoso se antepone para establecer la calidad de los servicios de salud y pone sus reglas en la convergencia del acceso equitativo a la atención basada en la evidencia, los saberes tradicionales, los derechos, las necesidades y las prácticas culturales y sociales de la gestante, el recién nacido y sus familias.

La “hora sagrada” u “hora de oro”, es un aspecto recomendado por la OMS que refiere a que los recién nacidos que no requieran cuidados especiales deben entrar en contacto inmediato, piel a piel, con sus madres durante la primera hora después del nacimiento. Se trata de un momento emotivo, sensible y único de reconocimiento, en que el contacto precoz tiene efectos positivos tanto en el corto como en el largo plazo. La madre experimenta una descarga de oxitocina que favorece la instauración de la lactancia materna, ya que el bebé se encuentra especialmente receptivo, buscando una contención parecida a la que tenía dentro del útero.

Entre los beneficios de la hora sagrada, se encuentran la prevención de la hipotermia del bebé, la promoción de la lactancia materna, y la reducción del estrés del bebé y de la ansiedad materna mejorando el vínculo mutuo. También contribuye a la estabilidad fisiológica del recién nacido, estabiliza la respiración y oxigenación del bebé, y disminuye el llanto. En la condición materna se vio que disminuye los síntomas de depresión posparto y fortalece la autoestima de la madre.

El parto es el punto final del embarazo, y, al mismo tiempo, es el momento en que un nuevo ser sale del útero materno y nace a la vida. La mayoría de las culturas considera este momento como la fecha inicial de la nueva vida y tiene un importante significado a nivel familiar y social, para ello es clave el desarrollo del vínculo emocional entre la madre y su bebé.

Uno de los pioneros del parto humanizado fue el obstetra francés Frederick Leboyer, que en 1975 publicó el libro Nacimiento sin violencia -muy provocador en su época- y revolucionó (y lo sigue haciendo) la forma de atender el parto en Europa y en el mundo. Esta fue la primera vez que la medicina comenzó a hablar del proceso de parto desde el punto de vista del bebé que va a nacer, sus avatares y la experiencia de su nacimiento. Manifestó una empatía por él bebe, que deja de ser el producto del parto y pasa a ser el protagonista, es decir, la razón de ser del parto.

Si bien hoy existen una gran cantidad de corrientes de pensamientos que lo definen y múltiples variaciones, los puntos en común que todas tienen en cuanto al parto respetado son el ambiente y entorno apropiado, íntimo y seguro, con apoyo emocional; la libertad de expresión, movimiento y postura de la parturienta; la parturienta como protagonista del parto; procedimientos naturales para abordaje del dolor, e intimidad y tiempo para la acogida del bebé.

El parto respetado, y también la sanción de la ley, fue y es un cambio de paradigma. Se lograron muchos avances, pero aún queda mucho por difundir, conocer y reforzar en los aspectos centrales de la atención al binomio madre-hijo/a y a la familia.

Compartí esta nota