Bragado: una escuela transformó una silla de ruedas convencional en una con asistencia robótica

Un grupo de estudiantes de la Escuela de Enseñanza Técnica N° 1 de la localidad bonaerense de Bragado inventaron un kit para transformar una silla de ruedas convencional en una con asistencia robótica. El proyecto, que valdrá menos del 10 por ciento de su valor de mercado, mejorará la calidad de vida de 10 mil personas.

«Silla Solidar» es el nombre de esta iniciativa que tiene por objetivo convertir una silla de ruedas manual en una inteligente con sensores ultrasónicos que detecta paredes y permite que el usuario no se choque. El producto está creado para personas con discapacidad motriz y/o problemas del habla.

La creación consta de dos partes: el soporte mecánico, electrónico y estructural que integra el kit que se adapta a cada silla y usuario, y un software anexo que controla el sistema operativo con solo el movimiento de la cabeza y la posibilidad de comunicación para disminuidos en el habla.

A su vez, cuenta con un control anti risco, que en caso de encontrar un escalón vuelve hacia atrás; un giroscopio que en caso que la silla se incline, comienza a sonar una chicharra para que vuelva a la posición inicial; y en caso de sufrir un accidente posee un chip que le enviará un mensaje a cualquier familiar o la persona más cercana. Asimismo, cuenta con un sistema de comunicación que permite al usuario expresar sus necesidades a través de pictogramas.

Estudiantes de la Escuela de Enseñanza Técnica N° 1 de Bragado inventaron un kit para transformar una silla de ruedas convencional en una con asistencia robótica.

«Cualquier función puede ser desactivada, por aplicación o vía mensajes de texto. La silla es totalmente autónoma, no depende del celular del usuario», explicó el profesor Jorge Velasco en diálogo con Página/12.

Respecto al origen de esta idea, Mateo Erro, estudiante integrante del club de ciencias «Leonardo Da Vinci», contó que surgió a partir de una reunión con la directora de la escuela de Educación Especial 502 de Bragado. «Fue parte de una salida educativa donde conocimos a los chicos y sus necesidades», añadió Jeremías Pagano, otro de los alumnos de la escuela.

Por su parte, el asesor científico Juan Pablo Márquez, agregó: «Cuando nos reunimos con la comunidad educativa de la escuela especial 502, nos ayudaron a pensar qué sería lo más útil para sus alumnos. Hicimos un par de retroalimentaciones que nos permitió mejorar la aplicación y ver los pasos a seguir».

De acuerdo a las investigaciones que llevó adelante la institución educativa, una silla motorizada tiene un valor aproximado a las 4 mil dólares; mientras que la «Silla Solidar» tiene un valor de 400 dólares y permite la comunicación del usuario.

«Nuestra idea es armar una fundación, que funcione como una red entre empresas y asociaciones de beneficencia que puedan financiar el proyecto y que lo donado se debite de los impuestos», manifestó Mateo. “Además tenemos los planos y los códigos a disposición de cualquier escuela técnica que lo requiera en el país, queremos que esto le llegue a todos los que lo necesiten», añadió el estudiante.

La silla aún está en fase de prototipo y fue presentada en la Feria Provincial de la ciudad de Mar del Plata. Además, la escuela apostará a un nuevo proyecto: un bastón para ciegos y disminuidos visuales, con sensores de movimiento que detectan cuando hay un obstáculo en el camino del usuario.

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