Con un axioma comunicacional tan viejo como el propio peronismo- se remonta a la exitosa consigna electoral Braden o Perón de 1946-, la mesa política de Axel Kicillof empezó a hacer rodar el slogan “Axel o Milei” para ensalzar el liderazgo del mandatario bonaerense.
El primer testeo de la reeditada estrategia discursiva fue en los paredones de varias localidades del conurbano bonaerense.
La tarea estuvo a cargo de la agrupación La Patria es el Otro, que lidera el ministro de Desarrollo con la Comunidad, Andrés “Cuervo Larroque”, uno de los dirigentes que impulsa a Axel Kicillof como el principal conductor del peronismo tras la caída electoral en 2023 a nivel nacional.
La pelea entre Axel Kicillof y Javier Milei, germen de una batalla de poder y producción sentido
El inicio de la campaña publicitaria se condice con el momento más álgido de la pelea entre Axel Kicillof y Javier Milei. La presión ejercida ante YPF por el economista libertario despojó a Bahía Blanca de la mega- inversión de la planta de GNL . Fue una discusión ideológica y no técnica.
Pero la pelea se remonta al día uno. Desde el instante en que Javier Milei llegó al poder, el líder de La Libertad Avanza ubicó a Axel Kicillof como su principal “enemigo político” y blanco permanente de sus ataques.
A las descalificaciones personales y políticas – hasta propuso crear la “tasa Kicillof” para pagar los USD 16.000 millones del juicio de YPF y lo trató infinidad de veces de ‘comunista’- sumó un fuerte recorte de fondos coparticipables, quita de programas y el freno total de la obra pública, en lo que la provincia define como una “asfixia financiera”.
Como contracara, Axel Kicillof propuso un rumbo para los próximos años de su gobierno y trazó una tarea en su rol como gestor bonaerense: “crear un escudo y una red para proteger a los derechos que el Presidente ataca y que reduzca el daño social que causan sus políticas y sustituirlas en lo que podamos”, les dijo a las tribus peronistas durante el emblemático acto en la quinta de San Vicente.
En el plano político, pidió construir “junto a las fuerzas populares” una alternativa que permita “revertir la destrucción que está en curso».
Un mensaje para interpelar al peronismo y a los sectores anti- Milei
Mientras Javier Milei ubica a Axel Kicillof en el centro de la escena, el peronismo parece a la deriva y sin liderazgos.
Las apariciones esporádicas de Cristina Kirchner en redes o conferencias magistrales como analista de la realidad son acompañadas desde la añoranza por La Cámpora, como símbolo de un ideal que mira al pasado y se resiste a interpretar “nuevas canciones”.
Con Sergio Massa amagando con presentarse en público desde hace varios meses hasta encontrar ese momento ideal que no aún no llega, y mientras las tribus de Unión por la Patria asisten atónitas y responden, como pueden, a las críticas por las denuncias por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández, UxP solo intenta salir del paso.
Ni siquiera la calle, terreno que históricamente ha sido el lugar de lucha y de visibilidad de los sectores obreros organizados afines al peronismo parece tener la centralidad esperada. En medio de recortes y pérdida de derechos, las movilizaciones parecen estar más interpeladas por partidos izquierda que desde el propio justicialismo.
En ese escenario de caos, la figura de Axel Kicillof cosecha adhesiones y resistencias. Mientras intendentes, dirigentes políticos, sociales y sindicales comienzan a entonar el grito “Axel Presidente”, otros lo miran de reojo pero no ignoran la centralidad que le asigna el contexto.
Pese a su reduccionismo, la frase “Axel o Milei” tiene un fuerte de poder de condensación y suficiente potencia para identificar o sensibilizar a distintos sectores sin referentes, algunos hasta por fuera del peronismo. En su simpleza, puede responder a una de las máximas de la teoría política: cualquier identidad se construye por antagonismo.
