“La Iglesia Evangélica está cumpliendo un rol fundamental en lo social“

El pastor que está al frente de la Iglesia Cristiana Evangélica “Ríos de Vida“ visitó los estudios de Radio Rojas para contar su historia de vida, el momento en el que decidió acercarse al Señor Jesucristo y hablar del importante rol que cumple la institución en una comunidad.

 

En tiempos de dificultades económicas, de problemáticas profundas que nos abordan, de cuestiones que en muchos casos consideramos que son imposibles de resolver, aparece la fe como medio que nos brinda esperanza, que nos permite avanzar en el día a día y quizás hasta mejorar la calidad de vida.

En este marco, dentro de una sociedad vienen cobrando un papel cada vez más preponderante las Iglesias, donde la gente se acerca para ser escucha, buscando contención, quizás un abrazo o una palabra de aliento para salir adelante.

El Nuevo Diario Rojense se ha propuesto recorrer el camino de las diferentes Iglesias que hay en la ciudad, que son muchas por cierto, para saber de su historia, de su prédica y por supuesto del rol social que cumplen, quizás pocas veces difundido, pero sumamente relevante, ayudando a niños, jóvenes y adultos, no solamente aportando desde la parte espiritual, sino también a través de un desayuno, una merienda o mediante los conocidos roperitos.

En este tránsito por las diferentes Iglesias de la ciudad recibimos en Radio Rojas al Pastor Marcelo Vera, radicado desde hace más de veinte años en Rojas, con una historia de vida muy particular.

«Represento a la Iglesia Cristiana Evangélica que tiene por nombre Ríos de Vida, que es una institución que en Rojas cumple 40 años en diciembre, y fue establecida por alguien que es oriundo de la ciudad, mientras que con mi familia vinimos a la ciudad hace ya 23 años», contó en principio el Pastor Marcelo Vera.

Recordando los inicios de la institución comentó: «La Iglesia nace por Hortensia Ríos de Pérez, una señora que trabajaba en el Hospital, fue la fundadora, ella se contactó con gente de la Iglesia madre que está en Quilmes, pidieron lo que se dice una cobertura espiritual, también en el plano legal».

«Somos una Iglesia misionera, que empezamos de a poco, como son las cosas del señor, así que nació en su casa de calle Dorrego 697, y luego sucedió que la señora donó el terreno de la esquina, que era un baldío, y se empezó a construir, y desde un principio entendimos que era un lugar de dios, donde anteriormente habían vivido unas monjas, y cuando fueron a hacer los cimientos empezaron a cavar y se encontraron con que ya estaban hechos, fue una señal“, comentó.

«Hoy, gracias a dios y al esfuerzo de todos los hermanos de la congregación tenemos un hermoso salón, estratégico, porque está frente a la guardia del hospital, y más de una persona se cruza cuando hay alguna necesidad de salud, y allí recibe la contención“, añadió.

Indicó que «en la Iglesia estamos al frente junto con mi esposa y mi hijo, y hay otro pastor más, y no solamente cubrimos lo que es Rojas, sino que también transitamos por otros lugares, como San Pedro, San Nicolás, Junín, Lincoln, Roberts, que tiene un salón nuevo, El Triunfo, Los Toldos, lugares que tienen además sus propios pastores“.

Marcelo Vera contó como nace su relación con la Iglesia: “Hace más de treinta años tenía la necesidad de salir de determinados vicios, había tenido algunas internaciones, además teníamos una hija con muchos problemas, y sucedió que mi esposa comenzó a ir a la Iglesia, donde se sentía contenida. Nuestra hija luego falleció, así que entre ese suceso, mis propios problemas, la incentivé a mi esposa para que fuera, después empecé yo, y se ve que el señor tenía algo preparado para nosotros“.

«Nosotros llegamos con la necesidad de contar los que nos estaba pasando, con ese vacío, y ese vacío lo llenó el señor Jesucristo. Había un reformador en Suiza, Calvino, que decía que el corazón del ser humano, es como un rompecabezas, uno va armando todo y queda un espacio vacío, que algunos lo llenan con trabajo, otros con estudio, otros con deporte, pero nunca se llega a llenar ese vacío, porque ese lugar lo tiene que ocupar Jesús“, dijo.

Para Marcelo Vera “el pastorado es una responsabilidad muy grande y muchas veces la gente se confunde al preguntar el cargo que uno tiene en la iglesia, pero no hay cargos, no somos un ejército, más allá de que la biblia habla del cantar de los cantares y que somos un ejército imponente, en realidad está hablando de algo espiritual, porque en si lo que hay dentro de la iglesia son diferentes responsabilidades, donde no solamente vamos a rendir cuentas como individuos, sino que vamos a rendir cuentas por la vida de los demás“.

Consideró que «la biblia es el mapa de nuestra vida y el Espíritu Santo es la brújula, sobre lo que tenemos que hacer, como nos tenemos que mover, siempre de una forma equilibrada, siempre consciente de que debemos tener los pies sobre la tierra, trabajar, cuidad a la familia, educar a los hijos, siempre sabiendo que estoy de paso, por algo la biblia nos lleva a mirar todo de arriba, a pensar que no puedo pensar todo desde lo terrenal, tengo que construir para la eternidad, y no tenemos dimensión de la eternidad, es tan grande no la conocemos”.

El Pastor Marcelo Vera repasó una historia muy particular: «En la época de la pandemia había empezado a venir una señora mayor, con un hijo grande, y en se encontró con que en la Iglesia somos afectuosos, tratamos de demostrar amor a través del saludo, del abrazo, y justo en ese momento era algo que no se podía, donde nos teníamos que comunicar a través de una pantalla.

«Cuando pasó la pandemia nos pidió que fuésemos a la casa que nos quería contar algo, que desde que había empezado a ir a la Iglesia pudo abrazar a su hijo, algo que nosotros lo tomamos como algo normal, y lo particular del relato es que nos contó que nunca lo había abrazado. Decía que en los primeros tiempos en la Iglesia se sentía incómoda cuando la abrazaban, hasta que empezó a sentir ese amor, y que se había dado cuenta que al hijo no lo había abrazado nunca, y es algo que muchas veces pasa, con un hijo, con una esposa, demostrar ese afecto, disfrutar ese momento, de amar al que es fácil de amar y al que es difícil también”, contó.

Explicó además que “muchas veces, por desconocimiento, se habla de que hay una diferencia entre quienes son católicos y quienes somos evangélicos, cuando nosotros también somos católicos, porque la palabra católico es universal, y el evangelio también es universal. En el 1500 se decía que estaba la iglesia protestante, con Martín Lutero en Alemania, donde se vendían las indulgencias, el perdón del pecado, por eso es importante conocer la historia de la iglesia, y cuando la leo me sigo asombrando.

 

El rol social y comunitario

 

Acerca del rol social y comunitario de cada una de estas instituciones manifestó: “Lo que noto es que la Iglesia Evangélica está cumpliendo un rol fundamental, no digo que no pase en otras iglesias, pero si noto que la juventud se acerca más a un pastor que a un sacerdote, como que están encontrando algo en particular al acercarse a nosotros que quizás no se da en otros ámbitos”.

Respecto a las actividades semanales detalló: “Las reuniones son los días miércoles a las 20:00 horas, los sábados a las 19:00, son reuniones generales, después los viernes hay reunión de jóvenes con un lindo equipo de líderes, con un pastor muy bien preparado, que se encuentra con alrededor de 50 jóvenes, un número muy grande, mientras que en las reuniones generales andaremos pasando las 100 personas”.

“Dentro de lo que es el plano social tenemos los lunes dos grupos de música, de alabanzas, uno de mayores y otros de menores, donde también se incentiva a aquellos que quieran aprender algún instrumento, también tenemos un grupo de evangelismo que realiza diferentes visitas por ejemplo a los lugares donde se alojan los abuelos, los domingos estamos en el Nido de Santa Rita donde llevamos un desayuno para compartir con los niños. Además hay una escuelita para niños, los sábados, donde se intenta transmitir valores, que sepan que hay cosas que no están bien hacerlas, se les cuentan historias bíblicas», indicó.

Dijo además que “los viernes se hacen cenas con todos los jóvenes y contamos además con un ropero comunitario para ayudar a familias necesitadas, y lo mismo se hace con mercadería, eso es algo que realizamos de manera permanente”.

“El sostenimiento de la iglesia como institución no es para nada fácil, acá estamos todos dentro de un mismo país, y nos encargamos nosotros mismos de los gastos, el mantenimiento de los equipos de música, la electricidad, el gas, no es para nada fácil, pero aportando entre todos lo podemos sobrellevar”, sostuvo.

El Pastor Marcelo Vera se despidió dejando un mensaje a la comunidad en general: “Siempre pido que podamos mirar un poco más lo eterno, que nos aferremos tanto a lo terrenal, porque lo terrenal pasa. No hay que esperar a estar bien o mejor para ir a Jesús, sea en tu casa o en cualquier lugar, hacer oraciones, rezar, creer en la cruz, hay que vivir con los pies sobre la tierra, prestando atención a lo eterno, a aquello que no se ve, a lo espiritual, porque Jesús es el camino de la verdad y de la vida”.

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