Luego de decretar la Emergencia Ferroviaria en junio de 2024, el Gobierno nacional definió un plan de acción con más de 220 obras con el objetivo de poder abordar la situación crítica que enfrenta el sistema ferroviario en Argentina en materia de seguridad operacional, según se informó esta tarde desde la Secretaría de Transporte a través de un comunicado.
El organismo, dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, trabajó en la definición de un plan de acción con medidas urgentes y prioritarias para el redireccionamiento de fondos públicos hacia obras ferroviarias con foco en la seguridad operacional y en la eficiencia de los gastos de cada una de las empresas ferroviarias, indicaron.
Así, luego de centralizar las necesidades del sistema y de cada empresa ferroviaria, se priorizaron inversiones en infraestructura y seguridad operacional, que incluyen el mejoramiento de vías, la instalación de señalamiento; la compra de repuestos y material rodante; y la actualización de tecnología para capacitación
En cuanto a las obras de seguridad operacional, el plan de acción de 226 obras abarca: 109 obras de vías y puentes, 56 obras de señalamiento, 28 obras eléctricas y 33 obras civiles, de esas obras 45 ya se encuentran en ejecución y el resto se encuentran en proceso para iniciar en los próximos meses. Los trabajos están a cargo de Trenes Argentinos Infraestructura y Operaciones.
Para avanzar con estas mejoras ya se han volcado al sistema más de 45 mil millones de pesos extraordinarios entre agosto y octubre de 2024 y entre los avances destacados, se puede mencionar la puesta en marcha del sistema de Frenado Automático ATS, que se encuentra implementado en algunos tramos de los trenes de las líneas San Martín, Sarmiento y Mitre con el objetivo de incrementar los niveles de seguridad en la circulación.
También se destaca la renovación de vías en el ramal La Plata de la línea Roca, como así también el sistema de señalamiento. En esta misma línea, se pueden mencionar las obras del señalamiento de la parrilla de Retiro en la línea Mitre que estaba inconclusa.
Asimismo, dentro del plan de acción coordinado por la Subsecretaría de Transporte Ferroviario se encuentran obras que son clave para poder mantener los estándares de seguridad de las líneas del AMBA.
Se avanzará en la renovación de vías en el ramal Tigre de la línea Mitre; el ramal M de la línea Belgrano Sur; algunos tramos de Constitución – La Plata, el mejoramiento de varios sectores de la traza Retiro – Pilar, la renovación en los sistemas de señalamiento de las líneas Sarmiento, San Martín, Roca, Mitre y Belgrano Sur, entre otros avances.
Asimismo, desde el funcionamiento operativo de los servicios, se prevé la adquisición de 3 locomotoras para la línea San Martín y 50 triplas diésel (o 150 coches para pasajeros) para diversas líneas; la compra de equipamiento para ampliar la capacidad en talleres y repuestos para todas las líneas ferroviarias que permitirán actualizar los planes de mantenimiento atrasados.
Como parte esencial de este Plan de Acción, se está trabajando con un equipo de seguimiento entre la Subsecretaría de Transporte Ferroviario y las empresas ferroviarias para eficientizar los gastos que ejecutan.
También, se trabaja en la reducción de gastos corrientes que tienen que ver con la baja de la flota de vehículos, líneas de celulares, entre otros gastos reducidos. Además, se dieron de baja contratos con proveedores que ejecutaban tareas que fueron reemplazadas con personal propio como ser el Control de Terceros o el corte de pasto.
En ese sentido, se pasó de priorizar gastos y obras “de maquillaje” que se hacían en la gestión de Alberto Fernández, como la instalación de “bancos de género” en estaciones, obra que se catalogaba como “mejoras en estaciones”, para en cambio definir ahora la inversión estatal en obras de vías y señalamiento que, en muchos casos no son visibles pero son indispensables para mejorar las condiciones de seguridad operacional.
En ese mismo sentido, se definió la compra de repuestos y material rodante ya que la falta de mantenimientos en los últimos años ha dejado fuera de circulación o cerca de eso a muchas formaciones. En el caso por ejemplo de la línea San Martín, se trata de más del 90% de las locomotoras que estaban faltas de mantenimiento.
Al momento de comenzar la gestión, el Gobierno Nacional recibió un sistema ferroviario con graves problemas operativos y de seguridad, faltante de repuestos, degradación de la infraestructura de vías, desorden y malgasto en las empresas ferroviarias del Estado, deudas que superaban los 100 millones de dólares, y una gran desigualdad entre subsidios en relación a los verdaderos costos del sistema.
En este contexto fue que se declaró la Emergencia Ferroviaria con el objetivo asignar recursos indispensables al sistema por un monto estimado en $1.293.780.000.0000 y que actualmente son utilizados para las mejoras de seguridad operativa.