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IOMA, Femeba, política y salud

La tensión entre el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) y la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (Femeba) continúa y escaló en las últimas semanas luego de un corte de servicios de dos días en toda la provincia, como protesta por la rescisión del convenio que unía al instituto provincial con la regional de Junín, que incluye otros diez municipios vecinos. IOMA acusa a Femeba de negarse a aceptar cualquier mecanismo de trazabilidad del dinero que cobra.

La decisión de IOMA, anunciada la semana anterior, alcanza los distritos de Junín, Alberti, Bragado, Chacabuco, Colón, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, JUNIN, Leandro N. Alem y Rojas y fue fundamentada en los repetidos reclamos de los socios, que se resumían en dos puntos: la excesiva demora y falta de disponibilidad para turnos de atención en consultorios, especialmente en las especialidades de pediatría y ginecología y el cobro de copagos que, en algunos casos, llegaban a ocho mil pesos.

El tercer punto es un reclamo de la administración del instituto: las dilaciones reiteradas por parte de la regional de Femeba a la hora de incorporar a la gestión cotidiana herramientas digitales básicas como la clave token, que se envía al teléfono celular del paciente, en reemplazo de la firma en papel.

Este mecanismo es utilizado ya masivamente por obras sociales y prepagas, porque reduce sustancialmente los riesgos de fraude y sobrefacturación, práctica que, como demuestra la evidencia acumulada durante etapas anteriores, aumenta en tiempos de crisis. Como afirmaron fuentes informales del instituto, “los mismos médicos que aceptan este mecanismo cuando lo trae OSDE o Swiss Medical, por alguna curiosa razón lo rechazan cuando se trata de IOMA”.

Días pasados, la representación parlamentaria de la oposición volvió a reclamar respuestas al ejecutivo, que ya había explicado los motivos de la medida en un comunicado anterior.

No es la primera vez que IOMA recibe cuestionamientos por parte de la oposición. Durante el verano, la senadora radical por la quinta sección Flavia Delmonte, presentó un proyecto de desregulación, para que sus afiliados pudieran ejercer la libre opción.

En la misma línea, en plena campaña electoral, en marzo de 2023, el entonces intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, había intentado lo mismo para sus trabajadores municipales, pero por la vía de una ordenanza municipal.

Desde el instituto y desde el gobierno provincial, le recordaron en varias oportunidades que sólo otra ley puede modificar una ley vigente, pero de ninguna manera un instrumento de rango menor, como la ordenanza. Este año, concluido el proceso electoral, el sucesor de Passaglia al frente del municipio, su hermano Santiago, firmó nuevamente el convenio que lo une a IOMA.

Ocurre que la salud es una actividad de escala. Difícilmente los trabajadores de la provincia, dispersos en distintas coberturas, obtendrían con sus aportes, en un contexto de crisis, las mismas prestaciones que en un instituto de más de dos millones de beneficiarios.

La porción de la torta que más creció es la que se llevan los laboratorios, que pasaron del 15 por ciento del gasto de cualquier obra social o prepaga al doble en pocos años.

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