Justo al mediodía, justo en el horario en el que durante tantos y tantos años se sentó frente a un micrófono para contarles a los oyentes en su programa las tablas de posiciones, los goleadores, datos que solamente él mismo llevaba de los pibes, pibes a los que seguía a todos lados, estando bien temprano los sábados en cada cancha para cotejar al detalle las alternativas de cada encuentro.
El fútbol juvenil fue su debilidad por siempre, por eso fue técnico de las inferiores del Globo, hacedor de varios talentos junto al Peludo Cobas, por eso es que al momento de dejar las indicaciones canalizó esa pasión a través del periodismo, colaborando con varios medios de la ciudad, incluso con El Nuevo Diario Rojense, donde fue principal impulsor de la recordada revista Dale Pibe.
Se nos fue justo en el horario de Panorama Deportivo, el programa que condujo por décadas, su voz perdurará por siempre, su don de bondad y también sus fuertes convicciones.
Amigos de sus amigos, simpatizante del Globo, asiduo concurrente al Club Cuatro de Octubre, hincha de Chacarita, ese fue Lucho Alvarado, más que un compañero de radio para quien está sentado frente al teclado ya extrañándolo, dejando una lágrima en cada letra. Es que la relación con Lucho fue la de un padre con un hijo, así como él lo decía con orgullo, así como también lo sostengo con el mismo sentimiento.
La vida de Luis Omar Lucho Alvarado se apagó este martes después de pelearla con una enfermedad que hizo sucumbir ese cuerpo gigante, gigante como su corazón.
Lucho querido, te abrazo eternamente, como así también abrazo a la familia, que hoy lo llora, pero que sin dudas lo recordará con una sonrisa cuando en la menta aparezcan aquellas interminables anécdotas, las que supo regalar a través de ese pedaleo de la bici tan particular.
Chau Lucho, te voy a extrañar.
Enzo
