La diputada lilita, Maricel Etchecoin Moro, en las últimas horas, presentó en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para concientizar sobre la exposición de los hijos en las redes sociales, conocido como sharenting, en las escuelas bonaerenses tanto de gestión estatal como privada.
En rigor, el programa educativo de la diputada bonaerense de la Coalición Cívica (CC), Etchecoin Moro, tiene como objetivo concientizar en forma sistemática y continua a las comunidades educativas sobre los riesgos que conlleva el shareting.
Vale precisar que, el shareting, que proviene del neologismo anglosajón que reúne dos palabras “share” (compartir) y “parenting” (crianza),es utilizado para referirse a la acción mediante la cual los adultos publican datos, información, fotografías o videos de menores de edad en las redes sociales.
“La sobreexposición a la cual son sometidos los hijos mediante las publicaciones realizadas por su propios progenitores u otros familiares en las redes sociales, adquiere una relevancia importantísima en un mundo donde internet conecta a millones de usuarios entre sí”, argumentó en los considerandos del proyecto la legisladora.
En esa línea, Etchecoin Moro advirtió que, una vez compartida información o fotografías del menor “se pierde el control sobre ello”, ya que pertenece al dominio público. “Aunque el posteo se configure para ser compartido con un número limitado de seguidores, cualquiera de ellos podría realizar una captura de la misma y compartirla con otros, con distintas motivaciones y con diversos fines”, advirtió.
“En un contexto donde cada vez es mayor la utilización de las redes sociales, la exposición mediante la publicación de imágenes o datos de niños, niñas y adolescentes en dichas aplicaciones, debería constituir un punto de especial atención jurídica, dándole su respectivo reconocimiento y regulación”, observo Etchecoin Moro.
Incluso, el hecho de compartir información, imágenes y otros datos sobre los menores de edad apareja consecuencias de las más diversas índoles que, en ocasiones, no son conocidas por los propios progenitores, acarreando una utilización de las redes sociales sin educación digital o sin conciencia de la conducta digital.
Es que, por un lado, aparecen los delitos propios del ámbito cibernético y por el otro, las consecuencias psicológicas y sociales, presentes y futuras, de las infancias sujetos a esta práctica. “Más de la mitad de los intercambios en foros de pedófilos se produce con las fotografías que los progenitores suben de sus hijos a las redes sociales”, advirtió la diputada por la Tercera sección electoral.