Los aumentos de tarifas y la suba de alimentos y bebidas quebrarán en junio la tendencia a la baja del dato inflacionario, según los informes de consultoras privadas que proyectan una cifra de entre el 5 y el 6%. En mayo pasado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 4,2% y acumuló una variación interanual del 276,4%.
El Gobierno avanzó en la corrección de precios, que en noviembre tenían un atraso de 42% en términos reales. En mayo hubo una pausa para priorizar la baja de la inflación, a costa de mayor presión futura, según expertos. Este mes, el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió retomar los aumentos en tarifas de luz y de gas, a partir de una quita de subsidios enfocada en sectores de ingresos medios y bajos.
Las consultoras estiman que el impacto en el IPC será de entre 1 y 2 puntos porcentuales. A eso se sumará un incremento en los combustibles del 4% promedio y el aumento del subte.
Para la Fundación Capital, el sendero de desinflación podría encontrar un freno en los próximos meses.
Por otra parte, las estimaciones privadas observan una aceleración de los precios de los alimentos. LCG detectó un alza del 1,5% en la segunda semana del mes. Y EcoGo registró un incremento del 0,5% en la primera semana, una leve suba respecto a la semana anterior.
Por la suba de precios, el consumo de carne cayó 18% en el primer cuatrimestre.
Por la suba de precios, el consumo de carne cayó 18% en el primer cuatrimestre.
El reporte de LCG arroja que las verduras, el azúcar –junto con la miel, los dulces y el cacao– y las bebidas y las infusiones fueron los productos que más aumentaron en la segunda semana del mes, con un alza de 3,9%, 2,8% y 2,4%, respectivamente. Le siguieron los lácteos y los huevos, con 2,3%; y los panificados, los cereales y las pastas, con 1,9%.
Para la Fundación FIEL, los precios subieron 3,8% en la primera semana de junio. De esa suba, 1,2 puntos corresponden a los incrementos en las facturas de electricidad y gas, lo que, según la entidad, rompe con la tendencia de descenso. A ello se suma la suba del Impuesto a las Transferencias de los Combustibles, y su traslado al precio de la nafta.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, la inflación de junio subirá al 5,5%, una leve diferencia que marca el freno a la baja y un leve repunte de los precios.
En el último año, los precios de los alimentos subieron 290%. El cambio más relevante en materia de consumo fue que muchos hogares debieron resignar el consumo de carnes y pescados, porque sus precios se convirtieron en prohibitivos.
Esto deprimió el consumo de carne, que cayó 18% en el primer cuatrimestre, según la Cámara de Industrias y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
La aceleración de los precios de los alimentos en los últimos días coincidió con la suba de las cotizaciones de los dólares alternativos. Por eso, encienden una luz de alerta por el impacto que puedan tener en el índice de precios de junio.