El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, advirtió que durante el primer trimestre del año la provincia de Buenos Aires perdió $1 billón en recaudación, producto del recorte de transferencias no automáticas y la recesión provocada por el Gobierno nacional, a cargo de Javier Milei.
“En el primer cuatrimestre de 2024, la caída de recursos para la provincia de Buenos Aires, entre recorte de transferencias no automáticas y la recesión provocada por el Gobierno nacional, fue de $1 billón“, señaló López.
En esa línea, el funcionario del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, señaló que esta perdida de recursos equivale a “a más de un año de Servicio Alimentario Escolar o seis meses de salarios de la policía“.
Si bien todas las provincias sufrieron en el primer trimestre del año una sangría de sus arcas provinciales, producto del ajuste impuesto desde el Ejecutivo nacional, la provincia de Buenos Aires fue, según un informe de la consultora privada Politikón Chaco, la comuna más afectada en términos absolutos.
Es que, en abril, la tendencia negativa para la provincia de Buenos Aires persistió con una caída del 22% en las transferencias automáticas y una alarmante pérdida del 84% en las no automáticas durante la primera quincena del mes.
Esta disminución, explican desde la consultora, se atribuye principalmente a la caída de la coparticipación y los recortes en las transferencias discrecionales que aplicó la administración de Javier Milei.
De esta manera, el conjunto de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acumulan una pérdida de más de $2 billones en recursos medidos a precios de 2024. Entre las causas citadas se encuentran la alta inflación, la disminución de la recaudación debido a la recesión económica y los cambios en la distribución de la coparticipación, especialmente la modificación del Impuesto a las Ganancias.
En concreto, durante los primeros tres meses del año, las transferencias a las provincias totalizaron alrededor de $6.800.989 millones, siendo casi la totalidad en concepto de coparticipación. Esta cifra representó una disminución del 23,1% en términos reales en comparación con el mismo período del año anterior.
Por su parte, la provincia de Buenos Aires lideró las pérdidas con $595.295 millones, de los cuales $400.850 millones corresponden a recortes en transferencias automáticas y los restantes $194.445 millones fueron reducciones en partidas discrecionales como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
En abril, el Gobierno de Milei sostuvo la situación con una disminución del 28,8% en las transferencias nacionales durante la primera quincena. Las provincias mostraron caídas en todas las jurisdicciones, siendo La Rioja la más afectada, con una reducción del 43,2%, según el informe de Politikón Chaco.
Así, las transferencias no automáticas que debe realizar el Gobierno nacional experimentaron la mayor caída, alcanzando un descenso del 84,3%, con diferencias significativas entre las provincias. En cuanto a las transferencias automáticas, la caída fue del 22,4% interanual hasta mediados de abril, con una distribución más homogénea entre las jurisdicciones.
En el futuro cercano, se espera que los recursos provenientes de la coparticipación aumenten, ya que el oficialismo presentó un nuevo paquete fiscal que contempla la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, un cambio que podría llegar a tener un impacto positivo en el reparto de recursos entre las provincias.