La psicóloga de nuestra ciudad participó junto a la pediatra Analía Guilera en los operativos sanitarios que llevó adelante la Fundación ADESAR en el norte de nuestro país. «La experiencia profesional, personal y grupal que se genera en cada operativo, que es muy interesante“, destacó.
La semana pasada, mediante el diálogo que mantuvimos con la médica pediatra Analía Guilera, conocimos al detalle de que se tratan los operativos que la Fundación ADESAR realiza en el norte de nuestro país, donde se atienden y se controlan a embarazadas.
De dichos operativos también viene formando parte desde hace varios años la reconocida psicóloga rojense Silvina Fernández, de amplia experiencia en la gestión municipal, que justamente también nos visitó en los estudios de Radio Rojas para brindarnos su experiencia.
En el inicio de la charla Silvina Fernández contó como se produjo su vínculo con la Fundación ADESAR: “Esta posibilidad de participar en los operativos surgió de una manera bastante informal, fue en el 2016 cuando conozco a Favio Crudo, que fue codirector del Hospital de Rojas cuando en mi caso estaba como directora de APS, y curiosamente en la primera charla que tuvimos sobre lo que hacía cada uno, y él me consultaba sobre mi experiencia en atención primaria, me contó de la Fundación ADESAR, de Mundo Sano, de los operativos que estaban realizando, que en ese momento ya tenían alguna experiencia en la zona, pero querían trabajar en Santa Victoria Este, que es justamente en la zona de la Triple Frontera entre Paraguay y Bolivia, y que había un operativo en marcha, así que me preguntó si quería».
«Me organicé rápido y a la semana estaba en Santa Victoria, fui como colaboradora, como lo hago siempre, donde mi parte es más de gestión, de organizar, registrar datos, colaborar con los médicos, bioquímicos y ginecólogos que hacen el trabajo más técnico”, continuó.
“Desde entonces que vengo formando parte, somos un grupo de personas que trabajan seriamente, responsablemente y como siempre digo es un placer estar con ellos, porque son experiencias donde por un lado lo principal es ir a trabajar y atender a una población que tienen menos recursos y que están muy aislados, donde se atienden enfermedades de las que se llaman olvidadas, así que vamos a detectarlas y tratar de que esas enfermedades no estén en nuestro país. Por otro lado está la experiencia profesional, personal y grupal que se genera en cada operativo, que es muy interesante“, destacó
La psicóloga indicó que “en el primer viaje traté de absorber toda la experiencia, me ocupé de anotar, de llevar un registro de lo que se hacía día a día, y en aquel entonces era un grupo más amplio porque fue un operativo de tres semanas, donde hubo gente que se quedó justamente todo el tiempo y otros que iban y venían».
«Fue sobre todo observar, aprender de lo que se iba haciendo y lo que se podía hacer, y generalmente en Salta el operativo principal es la atención de embarazadas, pero en ese primer viaje se atendieron niños también, y como ADESAR tiene convenios con las provincias y los municipios cada año se va aceitando mejor la tarea, también nos acompañan profesionales de salud de allá, y en esos mismos días que vamos a los centros de atención primaria para que también vaya la vacunadora, incluso el médico del médico del lugar, es así que nosotros nos ocupamos de las embarazadas y el resto de los profesionales abarca otras problemáticas», expresó.
La profesional explicó en relación al funcionamiento de la Fundación: “Lo que hace ADESAR más precisamente en cuanto a la atención de embarazadas es la realización de ecografías, que ahora en algunos centros se los hacen, pero en aquel momento no tenían ese acceso, y el estudio por imagen en laboratorio de enfermedades de transmisión materno-infantil Chagas, Sífilis, HIV y Hepatitis, lo que nos permite detectar algunas patologías sobre la presencia de infecciones y poder comunicarlo al Ministerio de Salud para que se pueda avanzar lo antes posible con las embarazadas“, declaró, subrayando que “es un trabajo lindísimo, más allá que al principio nos encontramos con mucha desconfianza, con una actitud de las mujeres muy sumisa, hablan para adentro las Wichis, con nada de planificación familiar, cosa que ha cambiado a lo largo de los años, algo que resulta para nosotros es muy interesante“.
«ADESAR va cada dos meses, y salvo en pandemia que hubo un tiempo donde no se pudo viajar, pero si o si los operativos ya están planificados de antemano, ya se sabe cuando vamos, donde vamos y que es lo que vamos a hacer, o sea que las personas que vamos podemos ser diferentes porque nos vamos rotando, pero cada dos meses están recibiendo un equipo de trabajo», indicó, añadiendo que «en este último viaje se coordinó la tarea en Santa Victoria y Alto La Sierra con la tarea en El Soberbio, en Misiones, donde hace un año y medio que estamos yendo“.
Silvina Fernández comentó que “gracias a la coordinación con los agentes sanitarios y con la gente de salud, además en los dos lugares hay personas que forman parte de nuestra formación, de nuestro trabajo, y que van haciendo una tarea de rastreo entre operativo y operativo, así que al momento en que llegamos nos dicen a que aldeas podemos ir, o bien si se puede cruzar el río, que este año no lo pudimos hacer y nos quedaron algunas aldeas que no pudimos ir. Tenemos todo el mapa de aldeas y comunidades, así que si sabemos que hay embarazadas vamos y realizamos la atención“.
La psicóloga comentó que “en El Soberbio el operativo es más amplio, la atención es más integral, se atienden niños hasta dos años con controles de salud, y de dos años en adelante, hasta adultos, si hay alguna consulta y alguna patología, como por ejemplo en el plano dermatológico, se hace una primera atención y toda esa información la pasamos a quienes luego tienen que intervenir».
Indicó que “tenemos aplicaciones para registrar todos los datos y llevar las estadísticas, pero además cada operativo arroja un informe detallado de las personas que se vieron, de las prácticas que se realizaron, y de aquellos casos que requieren un seguimiento o una derivación a un especialista. Nos volvemos dejando esa tarea a la gente de cada municipio, y justamente en este viaje a El Soberbio trabajamos mucho con Dirección de Acción Social, a quienes le dejamos el informe y ellos con Salud se ocupan de que esas personas reciban el tratamiento adecuado“.
“En principio lo que me alentó a ir es que soy súper curiosa y andariega y me encanta conocer y hacer cosas, soy bastante inquieta en ese sentido, pero además me encontré con un grupo de gente que lo hace con mucha conciencia, con mucho respeto por las culturas diferentes y sobre todo con mucha responsabilidad en el acto médico que están haciendo. Eso fue lo que más me convocó, y no pasa por el lado de que lo hacemos, conocimos y ya está, todo lo contrario, se trata de un compromiso que existe en volver y llegar a aquel niño de aquella aldea que le pasó tal cosa, tenemos que hacer seguimiento“, expresó.
Apuntó que «ADESAR cuenta con la articulación con Mundo Sano, que es una Fundación internacional, que subvenciona este tipo de proyectos, ellos se dedican a enfermedades desatendidas como Lepra, Chagas, y cuando ADESAR le plantea esta propuesta de trabajar con la enfermedades de transmisión materno-infantil también es un objetivo a nivel mundial, así que contando con el apoyo de ellos es más fácil ya que cuentan con una logística, también están solventados en la parte económica y tienen los elementos que se necesitan, a lo cual se le suma el apoyo de cada gobierno».
Sobre este último viaje señaló que «había ido seis veces a Salta y tenía pendiente iniciar el operativo en El Soberbio, así que el momento en que Analía me dijo que iba también me pude sumar, además sabiendo que había lugar, porque la prioridad la tienen los especialistas».
«Fue un viaje que me encantó, con un grupo muy lindo, con dos chicas muy jóvenes, una de ellas españolas, con un chofer y cocinero que nos trató de maravillas, y con Ana que tiene toda la experiencia, que es una de las que gestó este proyecto en El Soberbio“, dijo, agregando que «es un paisaje diferente a lo que estábamos acostumbrados en Salta, acá es todo verde, húmedo, con muchos frutos, Misiones tiene una onda más turística, donde nos encontramos con niños que están bien nutridos y que no tienen la problemática que existe en la Salta, en la Triple Frontera, por supuesto entendiendo que ellos tienen su propia cultura y que nosotros vamos a aportar nuestro granito de arena, siendo súper respetuosos de sus costumbres, no vamos a cambiar nada, solo a acercar nuestra ayuda en lo que podemos“.
“Tuvimos complicaciones porque había llovido y un brazo del Río Uruguay que había que atravesar para ir a la zona de la Reserva Yabotí, estaba dos o tres metros por arriba del puente, es algo que nos dijeron, pero bien de cabeza dura, porque también nos comentaron que bajaba rápido, así que nos preparamos y salimos, hicimos dos horas y no pudimos, o sea que nos quedamos sin llegar a las aldeas a las reserva, es algo que quedó pendiente, de todos modos aprovechamos para ir a recorrer aldeas del otro lado del río“, comentó.
Por otro lado expresó que «en Salta si nos encontramos con el problema de la desnutrición, el clima es árido y seco, tienen otra cultura, son bastante reservados, más cerrados, hay otra realidad. Nos encontramos aquí con muchas embarazadas, en cuatro días vemos más de cien, y hay mucho embarazo en menores de edad, de 11, 12 y 13 años, mujeres de 20 que ya tienen muchos chicos».
La psicóloga Silvina Fernández manifestó que «el año pasado, en mi anterior viaje, veníamos con un proyecto de planificación familiar, de empezar a preguntarles, porque algunas acceden a métodos y hay acceso, cosa que hace algunos años atrás no había, así que hemos visto un cambio paulatino, cuando preguntamos si les interesaría varias dicen que si y empezamos a hablar de planificación, y se ha dado que la cantidad de embarazadas es menor“.
“Como estoy en la admisión de cada persona que viene a atenderse, con el tema de planificación familiar teníamos como una pequeña entrevista, así es que en algunas ocasiones se ha prestado para hacer lo planificación, y también he tenido la oportunidad de charlar con adolescentes sobre cuestiones de la autonomía, del autocuidado, de que nadie te haga nada que vos no quieras, o por ahí en las escuelas cuando tenemos la chance de dialogar con algún con docente, siempre cuando se puede y hasta donde se puede tratamos de plantearles diferentes cuestiones“, explicó.
Destacó que «en El Soberbio pudimos hacer un trabajo muy lindo, porque cuando desde acción social se enteraron que iba una psicóloga me dieron tarea, así que hicimos un taller para el personal de acción social y de la dirección de la mujer, género y familia, sobre perspectiva de género y diversidad, donde tocamos el tema de violencia de género, algo que fue muy interesante, donde charlamos sobre como estamos todos atravesados por la problemática, donde todos tenemos que aceptar y comprender nuestra perspectiva de género y como estamos influenciados por una cultura mayormente machista, que viene desde hace mucho tiempo y no la vamos a cambiar de un día para el otro, pero si somos conscientes de eso vamos a ser más abiertos en actitudes discriminatorias o violencia“.
Silvina Fernández trasladó la experiencia acumulada en los viajes a su gestión en el municipio local: “Si todo este trabajo se puede realizar en esos lugares, con las dificultades que encontramos, imaginemos todo lo que se puede hacer en una ciudad como la nuestra, que tenemos un clima óptimo, con calles delimitadas, caminos, profesionales de la salud, distancias cortas, esa fue la sensación que me quedó la primera que fui en el 2016, donde vi el trabajo de los agentes sanitarios, la organización que tenían, allí dice que en Rojas podíamos hacer dulce, así que fue que en 2017 iniciamos el programa de salud territorial, donde tuvimos el acompañamiento de ADESAR a través de experiencia“.
“En lo personal me encanta conocer, estar con la gente, me deja la satisfacción de haber aportado algo a gente que lo necesita, es muchísimo el aprendizaje del equipo con que comparto el operativo y de la gente, de como se trabaja allá, aprendemos mucho de lo que es la diversidad cultural, las costumbres, las comidas“, subrayó.
En cuanto al seguimiento de los operativos al momento en que los profesionales vuelven a sus hogares apuntó: «Cada operativo, desde hace un tiempo a esta parte, tiene su grupo de WhatsApp, entonces en ese grupo nos vamos comunicando sobre la parte de organización, que tenemos que llevar, cuando salimos, toda la planificación, y también es el espacio donde volcamos todas las fotos, los videos y lo que vamos registrando del operativo, y además nos permite seguir en contacto con las residentes o profesionales jóvenes que se suman a los operativos, o sea que estamos en contacto permanente“.
“No se si puedo elegir algún hecho en particular porque en cada operativo hay cosas que sorprenden, pero en un operativo donde tuve mayor oportunidad de conversar, cosa que a veces no sucede por la cantidad de gente, y pasa que no hay tiempo o no está la privacidad con la persona, pero en algún operativo que tuvimos un espacio más íntimo y que teníamos el proyecto de planificación familiar pudimos dialogar con las adolescentes o con alguna embarazada que estaba en una situación difícil, o se enteraba en ese momento y había que darle una contención, es algo que me deja una muy rica experiencia“, remarcó.
“En julio o septiembre sería el próximo viaje y nos tocaría Salta, es algo que queda establecido a principios de año, donde cada uno va diciendo la fecha en la que le quedaría viajar para poder ir armando los equipos, cuestión que ordena el coordinador de ADESAR, y después participan residentes de hospitales y clínicas de diferentes lugares de la zona, incluso muchos profesionales de Rojas han ido integrando los equipos técnicos“, completó la psicóloga rojense, también protagonista de esta brillante tarea que realiza la Fundación ADESAR en las poblaciones más vulnerables del país.