El ego de Javier Milei no es ninguna novedad para los argentinos. Preso de una pulsión incontrolable por mostrarse potente, esbelto y exitoso, el Presidente pasa horas y horas por día en sus redes sociales replicando posteos y comentarios que levantan su figura. Este viernes, sin embargo, cometió un error histórico impulsado por la soberbia de sentirse a la altura de uno de los máximos exponentes del poder político y militar de la historia de occidente.
Milei compartió en su cuenta de Instagram una imagen que simula un famoso cuadro de Paul Delaroche, en la que se lo ve como si fuera Napoleón Bonaparte, que acompañó con su slogan “viva la libertad carajo”. El típico gesto de la mirada de Milei y su característica cabellera coronan el cuerpo vestido de uniforme militar y en una pose que probablemente el Presidente haya considerado canchera o sensual. Nada más lejos de la realidad histórica plasmada en el cuadro.
La pintura, llamada “Napoleón abdicando en Fontainebleau”, data de 1846 y retrata a un Napoleón vencido, que tras una derrota militar es obligado a dimitir y exiliarse tras la firma del Tratado de Fontainebleau. El lienzo original muestra al militar y político francés cansado y abatido tras su derrota, algo que quizás el presidente argentino desconociera a la hora de vanagloriarse con la comparación.
Inmediatamente las redes se llenaron de comentarios, memes y burlas, en las que se mandaba a leer y estudiar historia a “jamoncito”, el nuevo apodo que le propinó su vicepresidenta. Un papelón más del presidente tuitero que, sin embargo, no deja de ser el centro de la conversación política argentina.