ámbito.com | Sebastián D. Penelli
Lo decidieron en el Ministerio de Economía, que quiere impedir una escalada inflacionaria en marzo. Boletas con aumento se pagarán en mayo. Los nuevos cuadros tarifarios y quita de subsidios. Caído el Plan A para pasar el invierno, apelan a viejas soluciones de abastecimiento.
El Gobierno nacional posterga hasta abril la entrada en vigencia de los aumentos en las tarifas del gas natural para evitar un mayor impacto inflacionario con las boletas de marzo. Inicialmente los incrementos iban a ser fijados en febrero a pagar a partir del primero de marzo pasado, luego se pasó al 15 de marzo y ahora comenzarían a regir desde abril, a pagar en mayo.
Según pudo saber Energy Report, la decisión se tomó en despachos no energéticos del Ministerio de Economía y se vincula al fuerte temor de los funcionarios que rodean a Luis Caupto por la escalada inflacionaria de marzo, que comenzó con alimentos y podría desparramarse a otros sectores, particularmente los que ya no tienen subsidios como la energía y el transporte público. Hasta el presidente Javier Milei admitió en las últimas horas que marzo es uno de los peores meses para la inflación anual por su «peligrosa» estacionalidad. La inflación de febrero fue de 13,2% y acumula 276,2% durante el último año, pero para marzo el Gobierno no quiere que supere el 8%.
Durante su participación en AmCham Summit, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, había anticipado la inminente publicación de los nuevos cuadros tarifarios del gas, que ya tiene listos el Enargas, el ente regulador nacional que se presume dejará de existir en breve. Actualmente, en el país en total hay 16,1 millones de usuarios de electricidad y 9,5 millones de usuarios (22 millones de personas) que tienen gas por red, más los usuarios de garrafas, que consume el Gas Licuado de Petróleo (GLP). El último CENSO 2022 reveló que en Argentina 20.034.720 personas usan gas envasado todos los días.
Se necesitará más gas para pasar el invierno
Hoy la producción de GLP (butano más propano) se desploma a un ritmo de 12% internanual en plantas de procesamiento y a un 8% en las refinerías. ¿La explicación? Nuevamente la estacionalidad y el menor consumo de gas en verano. ¿La preocupación a futuro? El Gobierno anunció que eliminará el Plan Gas y actualmente hay solo 14 platataformas en en operación, 9 pozos de explotación terminados y una producción total de gas que cayó 5,2% en febrero, con un convencional por el piso: bajó 15% y ya no llega aportar ni 50 millones de metros cúbicos de gas por día (MMm3/d), de los 123,8 MMm3/d alcanzados.
A este panorama se agrega la dilación en la licitación de los tramos pendientes de la Reversión del Gasoducto Norte, obra complementaria del Gasoducto Néstor Kirchner, que no estaría terminada para los meses más fríos del 2024. El GPNK hoy tiene capacidad para trasnsportar 11 MMm3/d y escalaría a unos 20 MMm3/d con las dos plantas de compresión, que todavía tampoco están finalizadas.
Tener todas estas obras inauguradas era el Plan A de garantía de Abastecimiento y fuerte reducción de importaciones energéticas. Ahora, no queda más remedio que sacar a relucir otra vez los antiguos Plan B (de Bolivia) y Plan C (de compra de GNL al exterior).
Por eso, para pasar el invierno y llegar a los 180 MMm3/d promedio que se necesitan en julio y agosto, Enarsa importará al menos 10 cargamentos de GNL que llegarán en barco a las terminales regasificadoras de Escobar y Bahía Blanca el mes que viene, a un precio de entre u$s7 u u$s8 por millón de BTU, muy por debajo de los u$s50 del 2022. Un aliciente. Pero además, se iniciaron gestiones para intercambiar petróleo por el poco gas que le queda a Bolivia porque sino faltará gas en las provincias del Norte del país. Las negociaciones avanzan porque Argentina comenzó a cancelar las deudas pendientes por un total de u$s230 millones.
¿A quiénes le quitarán los subsidios?
Lo cierto es que todos los usuarios (redes o garrafas) les llegará desde abril la nueva suba de tarifa de gas, que incluirá la «redeterminación» de la estructura de subsidios vigentes, incluyendo a aquellos que ni siquiera poseen conexión a redes de gas natural y se benefician con el Programa Hogar.
La actualización tarifaria se dará en conjunto la puesta en marcha de la Canasta Básica Energética (CBE), con el objetivo de otorgar subsidios exclusivamente a los sectores poblacionales más vulnerables (nada de empresas, industrias, comercios y pymes), estableciendo límites en los volúmenes subsidiados, según la zona geográfica de residencia y la conformación del hogar: de 1 a 2 personas, de 3 a 4 personas, o más de 5 personas. La audiencia pública para tratar el incremento tarifario se realizó el 4 de enero y la del recorte de subsidios el 29 de febrero pasado.
Allí se estableció que si el costo de la CBE no supera 10% de los ingresos totales por familia no recibirá ningún tipo de asistencia del Estado. Por tanto, si la CBE de electricidad y gas juntos suma $40.000 mensuales, a raís de un consumo mensual de 200 khw y 40 m3 de gas, los hogares con capacidad de ayuda serán los que no superen los $400.000 mensuales.
Según un estudio de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA), las familias que tengan ingresos por más de $790.000 mensuales perderán los subsidios a la energía en el invierno. La cifra corresponde al tope de consumo de un «grupo conviviente» de entre 3 y 4 personas en la región bioambiental «Templada (3)», donde vive el grueso de la población argentina -Ciudad y Gran Buenos Aires, La Plata y Rosario, entre otras localidades-.
¿De cuánto será el aumento del gas para los usuarios de la ciudad de Buenos Aires?
Pasada la audiencia, la consultora Economía & Energía de Nicolás Arceo ventiló tres escenarios posibles de aumentos para usuarios porteños de Metrogas. Los primeros dos con quita de subsisdios al 100% y el tercero del 50%:
Ingresos altos: pasarían de $4.558 a $14.426 en abril (con impuestos) suba del 217%.
Ingresos medios: pasarían de $3.104 a $14.426 en abril (con impuestos) suba del 365%.
Ingresos bajos: pasarían de $2.179 a $7.800 (con impuestos) suba de 258%.
Sin embargo a esa estimación le resta aplicar el incremento por servicios de transporte de gas y de distribución. Así, los cálculos menos optimistas -de la consultora EcoGo- estiman que las tarifas se multiplicarían al menos por seis a partir de abril por la suba en el precio del gas y la quita de subsidios. Más precisamente, habrá usuarios con aumentos de hasta 743%, particularmente aquellos que se mantienen las tarifas de mediados del año pasado.
Este último concepto será el argumento de justificación del aumento de la Secretaría de Energía, ya que hay usuarios que en diciembre pagaron entre 17% y 22% del costo real del abastecimiento de gas (70 centavos de dólar por millón de BTU sobre u$s4,10) mientras que las empresas gasíferas pidieron subas mayores al 500%. Los de ingresos medios pagaron alrededor de 8% y los de bajos ingresos, apenas 6,5%. Por este motivo, el porcentaje del tarifazo será elevadísimo.