“Invertir en las mujeres, acelerar el progreso” es el lema de 2024 en el Día Internacional de la Mujer. Según las Naciones Unidas, “invirtiendo en las mujeres podemos impulsar el cambio y acelerar la transición hacia un mundo más sano, seguro e igualitario para todas y todos”. Si bien se han logrado avances políticos, culturales y económicos, aún queda mucho por hacer.
La salud sexual y reproductiva femeninas es una de esas deudas pendientes que tiene la sociedad con las mujeres. Cada año, 4.500 argentinas reciben un diagnóstico por cáncer cervicouterino. Se trata del cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, cuya principal causa es el VPH, una infección de transmisión sexual que, si bien puede evitarse con vacunación y con métodos de barrera, hacen falta más campañas informativas y de prevención.
Argentina (AIDS Healthcare Foundation) destacó que la prevención es todo aquello que evita la propagación del virus y el desarrollo de infecciones y enfermedades. “Es necesario concientizar sobre la importancia de hacerse chequeos médicos y de acercarse a un diagnóstico y a un tratamiento oportuno. La edad, el género y la situación socioeconómica no deberían ser una barrera para el acceso a la salud sexual de forma integral”, afirmó.
Ante esta realidad, para ayudar a que las mujeres jóvenes se mantengan libres del VIH (o en tratamiento si son VIH positivo), no abandonen sus estudios y eviten embarazos no planificados.
Una iniciativa liderada por niñas, fomenta el liderazgo y la confianza de las niñas y mujeres jóvenes para tomar el control de su salud, fortalecer habilidades fundamentales para la vida y desarrollar el compromiso y el activismo comunitario”, afirman en su portal GirlsAct.org.
Llegar pronto al diagnóstico puede hacer la diferencia en la calidad de vida de las mujeres, el cáncer de cuello uterino puede curarse si se diagnostica y se trata en un estadio temprano. Por otro lado, aquellas mujeres que viven con VIH tienen seis veces más probabilidades de padecer cáncer de cuello uterino, por lo que la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) debe tratarse en su conjunto.