En los últimos cuatro meses se produjo una suba de más de 100% en los medicamentos, según informó oficialmente la Confederación Farmacéutica Argentina (CoFA).
Debido a este aumento, aseguran se produjo una baja significativa en las ventas que se estima que fue alrededor del 17% en diciembre y enero. Ese escenario sumado a la liberación de la venta sin recetas podría derivar en un aumento de compra de productos falsificados.
Ricardo Pesenti, presidente de la CoFA, aportó más información sobre el sector: “Entre noviembre y diciembre recibimos aumentos de alrededor del 60% y 80%”.
“Si tomamos los últimos cuatro meses es más del 100%, algo que obviamente está impactando sobre el consumo de la gente”, aseguró. “En enero se han frenado un poco esos aumentos: hubo un 12% y en febrero llevan un 10%, por lo cual, con la inflación que hay, indica que es algo que se está corrigiendo, pero sigue por encima del IPC”, afirmó.
Por su parte, afirmó que se lo atribuyen a la desregulación del DNU que “toma a los medicamentos como una mercancía cualquiera y no como un bien social que debería ser”.
“Considera a la farmacia como un comercio y no como una extensión del servicio de salud”, aseguró Pesenti.
Mientras que subrayó que otro motivo del alza del precio es la imposibilidad de las farmacias de atender pacientes de obras sociales, debido a que muchos casos están atrasados con los pagos.
“Pasó en todos los países en los que hubo desregulaciones hasta un poco más de las que plantea el Presidente para la Argentina. En Chile destruyeron la industria nacional, el precio y la accesibilidad de la red”, sostuvo.
“La farmacia tiene una particularidad que está hasta en pueblitos donde hay 400 habitantes. Las droguerías nos cobran el mismo precio a todas, pero esto tiende a destruir la red porque estos grandes grupos desconcentrados económicos manejan la distribución y a las farmacias independientes les van a llegar productos más caros”, afirmó.
Además, sostuvo que esta situación pone en estado crítico al sector farmacéutico: “Estamos pidiendo que la parte del DNU que aplica para el sector farmacéutico no se aplique, que se saque o derogue. Que sea una actividad regulada como fue siempre porque está definida como un servicio público y propio, tenemos casi la misma característica que los colectivos, no se puede dejar liberado al mercado”.
“Nadie lo consume por placer, sino porque lo necesita. Vos podes tener el mejor de los medicamentos, pero si la gente no accede no tiene sentido. Se busca que haya un equilibrio. Un sector productivo que exporta, que debe ganar dinero, pero en el que tiene que haber un precio regulado de alguna manera. Puede ser parte por el mercado pero no desregulado totalmente”, dijo.
Mientras que sobre la caída en las ventas de los medicamentos, afirmó: “Terminó 2023 con 36 millones de unidades menos consumidas, ahora tenemos bajas en diciembre del 7% y en enero del 10% para un mercado que tiene que ser inelástico porque la gente no puede bajar la dosis”.
“En el 2001 tuvimos una baja, pero no de esta magnitud. Hoy la gente por ahí pregunta el precio y dice ‘bueno, me llevo la pastilla del corazón pero la del colesterol no’ y demoran consumo. En los 90 se hizo una desregulación de este tipo, se perdieron los controles y empezó a haber medicamentos falsificados. Todo eso se pone en riego, no hay medicamentos inocuos. Que sean con o sin recetas es por un tema de dosis”, cerró.