El titular de la Confederación Unificada de Bioquímicos de la Argentina habló en exclusiva para El Nuevo en Radio, donde describió la profunda problemática del sector
«Estamos atravesando una gravísima situación en el sector bioquímico, más precisamente en los laboratorios de análisis clínicos, donde atendemos al 70 por ciento de la población a través de la red privada, en tanto el 30 por ciento restante se atiende en el hospital público, donde también están sufriendo sus propios padecimientos y dificultades de acceso y demás cuestiones que se van añadiendo”, describió el bioquímico Luis García, presidente de la Confederación Unificada de Bioquímicos de la República Argentina, en Radio Rojas, donde brindó una entrevista exclusiva para El Nuevo en Radio, en la que habló de las dificultades que atraviesa el sector.
-¿Qué acciones llevan adelantes desde la CUBRA ante esta situación?
-Fundamentalmente estamos informando al público en general sobre la difícil situación por la cual estamos atravesando con respecto al aumento desmesurado de los insumos que se está produciendo en estos últimos días, a pesar de que esto ya se venía dando en el transcurso del año, y después se acentuó allá por agosto con la devaluación del 20 por ciento. Lo de ahora fue otro aumento muy fuerte, ya que la devaluación fue del 100 por ciento.
García explicó que “nuestro trabajo diario del laboratorio clínico depende mayormente de productos importados, con una situación que va acompañada del valor dólar, y donde solo un porcentaje mínimo de los reactivos es de producción nacional, aunque también en este caso existen las complejidades, porque a esas pocas empresas que hay de producción nacional les cuesta también importar. Por lo tanto es un problema muy serio el que estamos teniendo en estos momentos».
En esa línea, indicó que “desde nuestro lugar tratamos de focalizar con lo que todos llamamos los ‘financiadores’ de la salud, que son las obras sociales nacionales, las obras sociales provinciales, la medicina prepaga, y otros sectores que son los que financian el sistema de salud, para ver cómo se lleva adelante esta situación, y para eso se necesita una recomposición inmediata de los valores y también del acortamiento de las partidas de pago”.
En ese sentido explicó que “en salud es moneda corriente que uno atiende y cobra a los noventa días aproximadamente; pero hoy por hoy, con una inflación de un 200 por ciento a nivel mensual, es imposible atender sin contemplar el mayor valor que se debe cobrar por nuestro trabajo, sin soslayar este impacto en los valores, y además en el tiempo en que se está pagando, porque si no esto de a poco se va trasladando al paciente, ya de que otra forma en muchos casos tendremos que cerrar nuestros propios laboratorios porque no van a poder aguantar esta situación. Además claro está que se va a generar un colapso en el sistema de salud, no solamente en el ámbito privado sino también en el sector público. Por lo tanto se necesita una especial atención a todo este tipo de medidas que se están dando, porque afectan seriamente el sistema de salud y en esta caso al sector nuestro en particular, que cada vez está más complicado».
