“Tengo la certeza de que el equipo que estaba cerca de mí hizo todo lo que humanamente se podía hacer para que la Argentina progrese. Me voy sin un centavo más con que el que entré. No es ningún mérito, pero es raro en nuestro país. No tengo testaferro, no tengo cuentas en el exterior. Todo lo que tengo está declarado en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)”, reflexionó sobre su gestión.
“Habiendo sido el Gobierno que más obra pública hizo en la historia argentina, no hay una denuncia de corrupción”, aseveró durante una extensa entrevista en radio Urbana Play.
Además, sostuvo: “Siento tristeza porque me hubiera gustado que uno de los nuestros me sucediera. Y digo qué pena que no pudimos hacer lo que queríamos o no salió. Pero aun sabiendo que hubo situaciones complejas, tengo la convicción de que hicimos muchas cosas y que, si uno tiene en cuenta el contexto, se hicieron bien”.
Fernández reconoció que la coalición de Unión por la Patria (UP) “funcionó al comienzo, pero se volvió disfuncional”. “Eso es algo que debemos revisar. No creo que sea momento de cargar culpas sobre nadie, es algo compartido”, resaltó el mandatario. “La cosa no funcionó como debía funcionar en una coalición; sin embargo, parecía que íbamos para distintas direcciones, y eso se trasladó en acciones e hizo más difícil la gestión. Me parece que es parte de un debate que nos debemos internamente en el peronismo”, reflexionó Fernández sobre el futuro del peronismo.
Además, admitió que con Cristina Fernández de Kirchner “por ahora no hablamos y no sé qué pasará en el tiempo”, y marcó una diferencia en la relación con el ministro de Economía, Sergio Massa, con quien dijo hablar permanentemente.
Críticas a Scioli
El presidente criticó además la posible continuidad de Daniel Scioli como embajador argentino en Brasil bajo la presidencia de Javier Milei. Cabe recordar que la futura canciller, Diana Mondino, confirmó podría seguir en su cargo “en comisión”, aunque aclaró que dependerá de la decisión del exgobernador bonaerense.
“No entiendo muy bien cómo se puede representar al Gobierno de Alberto Fernández y al Gobierno de Milei del mismo modo. Y no me vengan con que eso es representar a la Argentina porque eso es falso, son dos Argentinas distintas”, dijo Fernández durante una entrevista con la periodista María O’Donnell en Urbana Play.
El mandatario dijo que “es problema de Scioli” aceptar ese posible ofrecimiento, y enfatizó: “Ya dije lo que pienso. Ya dije que (para) cualquiera que haya trabajado con nuestro Gobierno tiene que ser objetivamente imposible trabajar con Milei, eso es lo que creo, porque pensamos muy distinto. Quedó claro eso, Sergio (por Massa) lo expuso muy bien en la campaña”.
El pedido de renuncia al PJ
Consultado sobre el pedido que hizo Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, para que tanto él como Máximo Kirchner renuncian a las conducciones del PJ nacional y bonaerense, respectivamente, Fernández fue claro: “Lo hablaremos con los compañeros, eso es el planteo de un compañero”, pero evitó dar precisiones sobre sus intenciones en el tema.
“El peronismo tiene que discutir lo que es y lo que quiere ser. Ha sido demasiadas cosas a lo largo de la historia. Ha sido conservador con Luder; ha sido neoliberal con Menem; ha sido conservador popular con Duhalde; ha sido progresista con Néstor, con Cristina, conmigo. En verdad, tenemos que darle la identidad que el peronismo merece. La mayor revolución que necesita el peronismo es su democratización real, para que vuela a ser un partido nacional y no una confederación de partidos locales”, reflexionó.
Además, consultado sobre si Axel Kicillof podría ser el futuro del PJ por una cuestión generacional, o Máximo Kirchner, dijo que hay varios nombres que podrían cumplir ese rol. “No lo sé, depende de él. Hay un montón (de nombres). Por qué no Victoria Tolosa Paz, por qué no Katopodis, Ferarresi. Son algunos nombres que se me vienen a la cabeza”.
La pandemia y la foto de Olivos
Al ser consultado si consideraba que se le “había ido la mano” con la cuarentena durante la pandemia de coronavirus, Fernández dijo que “la nuestra no fue ni por casualidad la más prolongada en el mundo”. “Todas las decisiones que tomé siguieron la lógica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las recomendaciones de quienes me asesoraban”, enfatizó.
En ese marco, volvió a pedir perdón por la fiesta en la quinta de Olivos que tuvo lugar en plena cuarentena y cuando estaban prohibidas las reuniones: “Pedí y pido perdón y lamento enormemente lo que pasó ese día. No es una excusa, pero simplemente advertí que había ocurrido eso después de que ocurrió. Ese día, en Olivos deben haber entrado no menos de 70 personas, y yo vi ese día entre 70 y 80 personas. Todos los ministros éramos esenciales. Hice reuniones con un montón de gente. Y cuando llegué a la noche, algunas de las personas que estaban trabajando con Fabiola, que eran empleados del Gobierno, Fabiola me dijo ‘van a hacer un brindis’, y yo nunca reparé en eso”, explicó.
La transición con Milei
Consultado por las propuestas con las que Javier Milei llegó a la Rosada, Fernández fue tajante. “No es una buena idea la dolarización porque el plan de convertibilidad nació para contener la inflación. Como plan fue exitoso, pero era para dos años. Cuando se volvió una política económica fue un desastre porque privó al país de una herramienta central que es la política monetaria”, argumentó.
El mandatario contó también que le planteó su mirada a Milei cuando lo recibió la semana pasada en la Quinta de Olivos: “Y le recordé cómo termino ese programa en el 99, con un proceso recesivo, con la industria nacional aniquilada y 18 puntos de desempleo”.
“Tengo que reconocer que tuvo una actitud muy respetuosa conmigo. Fue una reunión muy correcta en el trato, pero, obviamente, pensamos muy distinto”, detalló sobre el encuentro con quien hará la transición de Gobierno.
Fernández mostró preocupación, además, porque su sucesor tiene “un discurso muy violento, una actitud homofóbica, donde también desconoce una realidad que es la igualdad de género, un discurso que dice que es mentira que las mujeres están en peores condiciones que los hombres en términos laborales, un discurso en el que dice que ser homosexual es lo mismo que el que elige tener piojos y que, por lo tanto, se atenga a las consecuencias”.
“Son discursos terribles y se lo dije de buen modo, debe medir cómo esos discursos son decodificados por sus seguidores. Porque un día uno de sus seguidores decodificó ese discurso y le puso una pistola en la cabeza a Cristina”, prosiguió.
Sobre los motivos de su triunfo, indicó: “Lo que consiguió fue hacerle sentir a la gente que la política es una casta y que somos un conjunto de privilegiados que vivimos como no vive nadie y eso no es cierto. En la política hay corruptos y hay muchos que vivimos tratando de servir a la gente y que no cambia nuestra vida”, opinó sobre Milei.
El presidente comparó a su sucesor con Carlos Menem. “El dice de que el principal problema que tenemos es el déficit fiscal. Yo también creo que es un problema y que hay que atacarlo y que hay que vivir sin eso. Sin embargo, el problema es el cómo atacarlo y en esto es el parecido con el menemismo: (su planteo es) ajustemos todo lo que podamos; y cómo lo hacemos: terminanos con la obra pública, con la educación, y si no me alcanza vendo la joya de la abuela que son las empresas públicas. Es exactamente la misma lógica”, se explayó y equiparó: “En lo que Menem fue convertibilidad, con Milei es dolarización”.
Además, Fernández se refirió a la economía que deja: “Si no firmábamos el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la situación era difícil”. Explicó que ese arreglo “nos permitió hacer un standby que nos pareció que fue una buena solución”. El presidente indicó que durante 2022 “se sobrecumplieron los objetivos que el Fondo nos impuso”.
“La guerra nos hizo perder 5000 millones de dólares por la importación de energía. Al mismo tiempo, creo que si no hubiéramos tenido la sequía que nos privó de dólares podríamos haber cumplido con las metas este año”, aseguró Fernández sobre la relación con el FMI. Apuntó a que el dólar “es parte de la conciencia generalizada, entonces si el dólar se mueve empiezan a aumentar los precios; nos faltaron 23 mil millones de dólares, por lo que se volvió escaso y el aumento se trasladó a los precios”. (DIB)