La producción industrial de Argentina sigue creciendo, pero ya experimenta algunas dificultades que parecen desafiarla. Uno es la histórica sequía que sufrió el campo y otra es la dificultad para conseguir insumos importados. Al menos esto es lo que marcó la Unión Industrial Argentina (UIA) en un informe publicado este miércoles. ¿Qué dicen los números?
La entidad empresaria destacó que la producción industrial creció en mayo un 2,4 por ciento interanual y acumula una mejora del 4,4% en lo que va del año, pero en comparación con abril hubo una baja del 0,2%. Esto es a nivel general porque analizando sector por sector hay grandes disparidades en los desempeños.
Por ejemplo, la molienda de granos oleaginosos de mayo fue la más baja de los últimos 5 años. Puntualmente, la molienda de soja cayó 15,7% en comparación con mayo de 2022 producto de la mala cosecha que generó la sequía.
Caso contrario es el de la industria automotriz. De acuerdo al informe, más de la mitad del crecimiento de la producción industrial (2,7 del 4,4) se explica por la fabricación de vehículos. El rubro automotor creció 14,8% interanual al producir un total de 53.282 unidades. «El sector se vio impulsado principalmente por las ventas al mercado interno, aunque también continuaron los incrementos en las exportaciones», explica el reporte de la UIA.
A pesar de esto, la entidad empresaria que presidente Daniel Funes de Rioja advirtió que «los efectos de las crecientes restricciones sobre el mercado de cambios tuvieron impacto en el entramado productivo» durante el primer semestre del año. A esto le sumó que la escasez de divisas y las «tensiones en el marco de la renegociación con el FMI» generan problemas dificultades «en el pago de servicios críticos para la producción y la logística internacional».