En medio del tire y afloje entre el Gobierno de Axel Kicillof y el PRO por el funcionamiento del Instituo de Obra Médico Asistencial (IOMA), un intendente de la Unión Cívica Radical (UCR) salió a plantear una «tercera vía» a las propuestas de ambos espacios sobre la obra social bonaerense.
El intendente radical de San Isidro, Gustavo Posse, salió a expresarse sobre el tema y señaló que la situación de IOMA «no debe ser objeto de disputa, sino de poner en primer lugar a la salud».
«Miles de empleados municipales, provinciales y sus familias están desprotegidos en uno de los servicios más básicos que mayor impacto tiene en la vida de tantos bonaerenses», agregó el jefe comunal, que aspira a ser uno de los que pelee por la Gobernación con el sello del partido centenario.
Posse describió algunas fallas del sistema como profesionales que dejaron de atender, cirugías postergadas, estudios poco accesibles y falta de provisión de medicamentos, las que calificó como «incontables afrentas a la dignidad de miles de familias».
Pero fue ahí que sacó chapa de su gestión y marcó que en San Isidro «estuvo a la altura del desafío» por lo que se «consolidó el polo de salud de mayor complejidad de toda zona Norte para proteger a nuestros vecinos».
«Con voluntad, organización y empatía, es posible aplicar este concepto en todos los municipios de la provincia», cerró.
¿Cómo empezó el conflicto entre el PRO y Kicillof por el IOMA?
El conflicto tiene su tiempo, pero escaló la semana pasada cuando el Concejo Deliberante de San Nicolás aprobó la polémica desvinculación de los trabajadores municipales del distrito al IOMA, por impulso del intendente PRO, Nicolás Passaglia.
«En San Nicolás decidimos sacar a IOMA de la Municipalidad. Nuestros trabajadores se merecen una obra social que responda a sus urgencias, y les permita elegir dónde atenderse sin pagar de más por cada prestación», afirmó el propio Passaglia, quien anunció que los empleados municipales «pasarán a tener una obra social particular a partir del 1 de abril que será aceptada en cualquier centro médico de la ciudad para que el trabajador elija a su médico de preferencia».
La medida tuvo el apoyo explícito del expresidente Mauricio Macri. Eso derivó en una respuesta de la Provincia que hasta llegó a generar un clima de conflicto en plena apertura de sesiones entre Axel Kicllof y la oposición.
El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak defendió lo realizado por la obra social de la provincia y expuso números concretos del antes y después de su gestión. «En 2020 IOMA tenía una deuda de más de $10 mil millones. Recibimos una obra social obsoleta e ineficiente y hoy: está digitalizada, sostiene toda la red prestacional y suma más de 90 policonsultorios con cobertura 100%, nuevo vademécum de medicamentos y sistema de telemedicina», dijo.