Infatigable trabajadora del arte y la cultura, Carolina habló con El Nuevo en Radio sobre su vida en las danzas – “Son muchos los traspiés que hay en el camino, y por eso tomamos los resultados o los aplausos o los reconocimientos como un mimo al alma”, dijo la bailarina y docente
Infatigable trabajadora del arte y la cultura, Carolina Solmi habló con El Nuevo en Radio sobre su vida en las danzas y, sobre todo, de su trabajo con el Ballet Folclórico de Carabelas. “Son muchos los traspiés que hay en el camino, y por eso tomamos los resultados o los aplausos o los reconocimientos como un mimo al alma”, dijo la bailarina y docente en Radio Rojas.
En ese sentido, recordó que «cuando pensamos en lo que hicimos durante la pandemia nos parece increíble la manera en que estuvimos en contacto, pero pudimos continuar a través de tomar todos los recaudos, manteniendo el espacio, usando alcohol en gel, barbijos, teniendo el lugar bien ventilado y con cintas en el piso. Tratamos de no parar nunca porque es cierto que la pandemia nos afectó mucho, sobre todo la cabeza, y una de las cosas que tratamos con la danza es despejarnos justamente de nuestros problemas. Por eso tratamos de continuar en la manera que se pudo, incluso grabando videos, por ejemplo en el puente, en el palacio San Jacinto, donde nos encontrábamos con algunas parejas, y esos videos justamente los fuimos subiendo a la página de Facebook del grupo, todas cosas que nos permitieron no parar».
Pero, claro, reconoce que “lo que extrañamos mucho fueron las presentaciones ante el público, porque al artista y al bailarín lo que más le gusta son los aplausos y eso lo añoramos mucho en todo ese tiempo. Pero una vez que pasó todo pudimos volver a los escenarios y a tener el contacto con la gente, lo que genera entusiasmo y está buenísimo».
Al pregunársele sobre un momento especial en su extensa trayectoria, dijo que “lo que me quedó muy marcado fue cuando bailé con Maikan Sumaj en México, donde tuve la oportunidad de viajar, y más allá de que todos los aplausos son lindos recuerdo ese en particular porque pudimos llevar nuestro folklore a otra cultura, fue algo muy lindo lo que vivimos aquella vez”, pero aclara que “en cuanto a lo que es nuestro grupo de bailarines valoramos todos los reconocimientos, sea con poca o mucha gente, ya que siempre el hecho de subir al escenario es gratificante para nosotros».
ASÍ BAILABAN MIS ABUELOS
«Mi papá y mi mamá no bailan, nunca bailaron. Recién ahora mi mamá está participando del ballet, pero los que si bailaban y tengo el recuerdo eran mis abuelos: uno era el Beto García, muy conocido también por su pasado como futbolista del Club Carabelas, y mi abuela Sara. Tengo presente que ellos corrían la mesa del living y ponían el tocadiscos, lo recuerdo como si fuese hoy y se me pone la piel de gallina cuando se me viene a la mente ese momento… Ellos bailaban y yo los miraba. Incluso mi abuelo me sacaba a bailar y fui aprendiendo algunos ritmos como el pasodoble, o sea que de allí incorporé la danza en mi vida. Soy profesora de danzas folklóricas, pero en un momento también estuve dando clases de danza jazz, contemporáneo, hip hop y reggaetón para un grupo de chicas de Carabelas, con las cuales también viajamos mucho y participamos de varios encuentros y certámenes».
PLANES Y PROYECTOS
«Este año ya hemos comenzado con los viajes. Por ejemplo, en enero participamos de las peñas callejeras de Cosquín, aunque para este verano todavía no tenemos nada planificado, pero el 18, 19 y 20 del mes pasado volvimos a Cosquín, a lo que fue el Cosquín Joven, que fue lo último que hicimos en cuanto a viajes, y como todos estamos muy ocupados con nuestro trabajo decidimos dejar enero para relajarnos un poco y poder arrancar en febrero con nuevas energías».
LOS BAILES DE LA VIDA
«La vida del profesor de danza no es fácil, por eso es que tenemos otras ocupaciones y mayormente lo que hacemos es a pulmón y con la ayuda de la comunidad y las familias. Casualmente cuando fuimos a Cosquín hablábamos con varios profesores y coincidíamos en algo: si no tenés pasión por lo que hacés es difícil hacerlo; la pasión es lo que principalmente te lleva a seguir adelante porque son muchos los traspiés que hay en el camino, por eso tomamos los resultados o los aplausos o los reconocimientos como un mimo al alma. Seguro que cuesta mucho llevar adelante el grupo, por eso cada vez que tenemos que hacer trajes hacemos rifas, polladas, juntamos los fondos para que todos tengan los mismos trajes, y lo mismo pasa con los viajes. Por eso nos sentimos más que agradecidos a la comunidad de Carabelas que colabora y también a la de Rojas, porque también contamos con bailarines de allá, y siempre nos dan una mano para continuar con algo que nos gusta y que realmente lo hacemos de corazón y con mucha alegría. Si no lo hiciéramos de esa forma creo que no sería posible».
LA MARCHA DEL TALLER
«Nos quedan dos semanas de trabajo con el grupo y luego vamos a parar, en tanto seguramente el año que viene arrancaremos con los talleres de verano como para mantener la actividad. Los nenes son tan auténticos que me generan un entusiasmo muy grande por dar las clases, te sacan una sonrisa con cualquier cosa que hacen y eso es hermoso. Y todos los que van me demuestran que les gusta, seguramente a algunos más y otros menos, pero el hecho que concurran a tomar clases, o que por la calle te digan ‘seño Caro’ es genial. Veo que hay muchas capacidades en todos ellos y ojalá el día de mañana puedan continuar perfeccionándose. En Carabelas las clases las doy sola, aunque hace unas semanas le pedí una mano a mi hermana Violeta que baila muy lindo y ella me estuvo ayudando con los más pequeños».
CAROLINA, DE CORAZÓN
«No sé cuando voy a colgar las zapatillas de baile, es una pregunta que me hago todos los días (risas)… Incluso a veces me pasa que digo que estoy cansada y no sigo, pero siempre sigo, y en eso tienen que ver mucho los alumnos que siempre me están pidiendo que continúe. Es más, cuando pasa un tiempo que no nos vemos es como que me falta algo. Cada vez que escucho música siento que tengo que seguir en esto, porque si no no sería yo. Por eso creo que voy a seguir bailando toda mi vida mientras el cuerpo y la cabeza me lo permitan…”