Informe Agro Semanal:

Los productores trigueros de Junín tienen rindes de quebranto

Lo primero que hay que destacar es que el partido de Junín se encuentra dentro de los distritos bonaerenses contemplados por el Gobierno provincial en situación de desastre agropecuario. La sequía, a consecuencia del fenómeno climático denominado “La Niña”, puso a los cultivos invernales juninenses en condiciones de muy bajo rinde.

Por Grupo La Verdad

El factor clima

La campaña de trigo 2022/23 comenzó mal desde sus inicios. Por un lado, se dispararon los costos de los fertilizantes como consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y, si bien los precios del cereal también subieron, los márgenes para los productores ya eran muy ajustados respecto de la campaña previa. Además, el patrón climático seco se sostuvo durante casi todo el segundo semestre del año, por lo que los cultivos se desarrollaron en un ambiente extremadamente desfavorable. Y, para colmo, las heladas tardías le dieron el golpe de gracia a aquellos cultivos que venían resistiendo.

Paupérrimos resultados

Varios productores y técnicos consultados, destacaron los paupérrimos rindes de trigo. Algo que, si bien ya se venía previendo, hoy con el ingreso de las cosechadoras a los lotes se hace realidad. Pablo es camionero, hace viajes con cereales de chacra a acopio y además viaja a puerto. “Estuve cargando en un campo de la zona La Agraria, mano a Buenos Aires a la izquierda. En ese campo estuve todo el día para cargarle los 30 mil kilos al camión. El rinde en ese campo era de 13 quintales (1300 kgr) por hectárea. El año pasado, en ese mismo campo el rinde fue de 55 quintales”, destacó el camionero. Cabe subrayar que hoy de ese lote de 50 hectáreas salieron solo 2 camiones cargados con trigo, cuando el año pasado salieron de allí 9 camiones.

Gabriel, un productor que tiene su campo camino a Morse, nos dijo: “La sequía me pegó fuerte. Yo pasé 40% de las hectáreas sembradas con cebada a soja y sorgo. Sé que otros productores quemaron la totalidad del cultivo porque resultaba más barato que cosecharlo. Una cosechadora te cobra entre 8 y 10 mil pesos la hectárea y quemarlo con herbicida te sale 6 mil”, sintetizó el agricultor y agregó, “A todo esto hay que agregarle el tema de la venta a futuro de la cebada. Yo hoy le debo al acopio 300 toneladas de cebada y de dónde la voy a sacar si tuve que quemar casi la mitad del cultivo y lo que dejé no sé si llega al 20% del costo por hectárea que tuve. Esta es otra parte que no se ve de la situación de los productores”, sintetizó.

El productor e Ing. Agr. Javier Belligoi, evaluó que los rindes en Junín están entre los 8 y los 15 quintales. Pero además aportó que “es difícil hacer una evaluación real de los rindes de trigo por hectáreas sembradas, dado que aproximadamente un 30% de los lotes no llegaron a cosecha y se prefirió hacer rollo de trigo o echar las vacas al cultivo. Con lo cual aquí el rinde es cero, y esta situación cambia la ecuación final de estimación de rindes sobre hectáreas sembradas”, detalló.

Esta mirada técnica del Ing. Belligoi, nos lleva a tener que esperar el final de cosecha para llegar a una evaluación última de los resultados en el partido de Junín dado que va a ser mucho más baja que la actual. De todas formas, la mayoría de los productores locales consultados coinciden que el promedio de cosecha redondea los 11 quintales (1100 kilos) por hectárea. Cabe destacar que un campo de Junín, bien trabajado y con aporte de buena tecnología, en años normales entrega unos 50 quintales por hectárea.

Adrián, productor en la zona de Agustina y con campo alquilado cercano a O’Higgins, obtuvo 16 quintales de trigo en ese campo que alquiló. Contó Adrián, que para hacer ese cultivo tuvo que invertir mucho más que lo que obtuvo por la venta del cereal. “Y si fuese en campo propio, con este rinde, tampoco se hubiesen cubierto los gastos de inversión”, sintetizó el productor. También Adrián, destacó que los contratistas propietarios de máquinas fumigadoras perdieron todas las tareas de fin de ciclo del trigo y las tareas sobre los maíces tempranos que no se implantaron. “Esto es una cadena”, ejemplificó y agregó: “La cosecha de trigo está perdida y la de granos gruesos viene complicada. No sé lo puede pasar en este 2023, pero nada bueno si no llueve rápido”.

Finalmente, y tal los resultados actuales, se puede decir que esta campaña tiene rindes de quebranto para los productores juninenses que enterraron semillas y fertilizantes a la espera de un resultado económico positivo. De todas formas, la agricultura siempre da otra oportunidad, por lo que es de esperar que el clima sea más benevolente con las sojas y los maíces recién implantados.

*POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- ESPECIAL PARA GRUPO LA VERDAD

Compartí esta nota