La titular del OPISU, Romina Barrios, habló con INFOCIELO sobre los planes de urbanización y vivienda en la provincia de Buenos Aires. Urgencias y proyectos.
Romina Barrios aseguró que el desafío de su gestión es prevenir el déficit de vivienda en la Provincia.
*Gonzalo Ochoa Martínez
Entre los tantos problemas estructurales que afectan a la provincia de Buenos Aires, sin dudas el acceso a la vivienda y al suelo son dos que padecen día a día los bonaerenses, y que necesitan la intervención del Estado para acceder a soluciones en tiempos de crisis.
El relevamiento de la situación habitacional de los bonaerenses, la articulación con los municipios y la aplicación de la Ley de Acceso al Hábitat es tarea del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), una institución que creó la gestión de María Eugenia Vidal y que Axel Kicillof no sólo continuó, sino que pidió jerarquizarla.
La titular, Romina Barrios, reconoció a INFOCIELO que “es una deuda de nuestro país en general el acceso a la vivienda y a la propiedad de la vivienda. Cada vez tenemos menos propietarios y cada vez es más difícil alquilar, con lo cual la mirada es general en relación con la dificultad del acceso a la vivienda”.
En ese sentido, señaló que desde la gestión provincial enfocan la discusión en generar terrenos accesibles a partir de la articulación con los municipios, tal como plantea la mencionada Ley, que está a punto de cumplir 10 años. Y, en una segunda etapa, acceso al crédito –como el PROCREAR– para la construcción de viviendas.
Esa es la forma de atacar la emergencia. Porque, de manera ideal, la necesidad del Estado es posibilitar a las familias un trabajo y un ingreso digno para poder invertir en el desarrollo de su hogar. “Después de la década ganada podemos comprobar que las familias cuando mejoran su poder adquisitivo es en lo primero que invierten”, aseguró Barrios.
“Lo vimos también con los primeros planes y programas sobre la mejora de la vivienda en términos de la unidad física. Así que se ha visto mucho avance y mejora en términos de lo que puede ser la calidad de la vivienda”, agregó.
Los barrios populares: entre la emergencia y la precariedad
Una de las tareas más importantes del OPISU es el trabajo de campo que lleva adelante en los más de 300.000 kilómetros cuadrados que tiene la provincia de Buenos Aires. Sus empleados son los encargados de relevar in situ los diferentes barrios populares y registrar sus necesidades para poder diseñar formas de abordarlos.
“Nuestra Provincia tiene 1933 barrios populares en 89 distritos de los 135. El 70% de los barrios populares están en lo que llamamos el conurbano, la región Metropolitana de los 40 distritos de la provincia de Buenos Aires”, detalló Barrios a este medio.
No todos son iguales, sino que cada uno tiene sus particularidades: algunas son villas de emergencia, con una precarización total. Otros tienen mejor infraestructura, pero diferentes déficits de urbanización; falta de cloacas, de acceso a los servicios, o calles de tierra. También hay importantes diferencias entre los barrios populares del interior y los del conurbano.
“Existen distintas configuraciones del hábitat popular, tanto las las villas, que son las más históricas como también los nuevos asentamientos armados. Nuestros programas atienden a mejorar esas viviendas”, detalló Barrios.
A partir del diagnóstico, trazan diferentes líneas de acción: en el caso de que sea posible, políticas para que los vecinos de dichos barrios puedan mejorar las viviendas que ellos mismos construyeron. En el caso de que haya que reasentar a la población, con la construcción de viviendas sociales.
Políticas de prevención: el desafío por delante
“El desafío que nosotros tenemos es poder atender el déficit habitacional a través de políticas preventivas y no ir detrás de los problemas que, por supuesto, el Estado llega tarde”, señaló Romina Barrios a INFOCIELO.
En ese sentido, resaltó que “la principal política de integración siempre es el empleo y el acceso al trabajo. Es siempre el ordenador del desarrollo de la comunidad y de cada familia”. Aunque reconoció que es una solución compleja, que la Provincia hoy está lejos de lograr.
“Otro desafío que tenemos, junto con los municipios y con las comunidades que están organizadas en cada uno de los barrios, es poder lograr que las ciudades planifiquen su crecimiento”, agregó. Y señaló que allí está la necesidad de articular y gestionar con los municipios para generar posibilidades de acceso al suelo.
“No es solo mirar cada barrio, sino cuáles son las grandes obras y cuáles son las prioridades que deben llevarse adelante y en qué etapas para poder abordar esa esa situación. Nosotros gobernamos para los 135 distritos”, insistió Romina Barrios.
Y concluyó: “La verdad es que es un desafío enorme el que nos estamos proponiendo y sabemos que las soluciones no son automáticas, no son mágicas. Pero estamos convencidos que conocemos la realidad y que esa es la condición para poder transformarla. Desde ese lugar, que es muy complejo y es difícil, es posible urbanizar”.