Tras la represión a los hinchas de Gimnasia, Juan Manuel Gorbarán está detenido por estrago doloso seguido de muerte. También el policía Nahuel Falcón, que le disparó al camarógrafo de TyC Sports
Por BAE Negocios
El jefe del operativo de seguridad del partido que iban a disputar Gimnasia y Boca en La Plata, Juan Manuel Gorbarán, fue detenido en la capital bonaerense. Acusado de estrago doloso seguido de muerte, según informaron fuentes judiciales, primero había sido apartado de su cargo por el ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
En tanto, también fue detenido el oficial Nahuel Falcón, quien le disparó a un camarógrafo de TyC Sports, acusado de lesiones calificadas por ser cometidas por un policía.
Ambos detenidos tenían la función de garantizar la seguridad durante el encuentro, que terminó con represión a los hinchas de Gimansia que pujaban por entrar al estadio con boleto en mano. Se utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos que se dispersaron hasta ingresar al campo de juego, donde también la situación fue desbordada.
Además de los heridos, Carlos «Lolo» Regueiro, de 57 años falleció. El ministro Sergio Berni confirmó que fue por un paro cardíaco, pero su hermano que estuvo con él al momento de la represión aseguró a C5N que «lo mató la policía» porque «tiene una herida en la cabeza; le dieron un balazo, un garrotazo» durante la represión.
Este sábado, en tanto, el fiscal indicó a Télam que el fallecimiento de Regueiro se produjo por “un paro cardíaco no traumático». «Esto no quita responsabilidades de otro tipo, ni significa que la policía haya actuado bien, pero la causa de muerte fue el paro cardíaco», aclaró el letrado.
Tras la imputación del fiscal Martín Almirón y la validación del juez de Garantías Agustín Grispo, quedaron detenidos. Según se informaron a Télam, los efectivos fueron capturados en sus domicilios, en el marco de la causa caratulada “averiguación causales de muerte”. Este domingo serán indagados por el fiscal Almirón.
Responsabilidades cruzadas
Berni responsabilizó al club, pero el presidente de Gimnasia, Gabriel Pellegrino, aseguró que el estadio «estaba habilitado para 30.000 personas», lo que contrastó con la venta de entradas: «Vendimos 3.254 sobre 4.300 que nos enviaron, ya que el resto eran socios y es la policía la que determina la cantidad de gente que entra», indicó.
«La gente quería entrar con los carnets en la mano y nosotros veíamos plateas vacías. Los que cerraron las puertas fueron los organismos de seguridad, la policía y el Aprevide», argumentó Pellegrino.
El intendente de La Plata, Julio Garro, apreció por su parte que Gimnasia «no tiene ninguna responsabilidad con lo sucedido», a la vez que verificó que «más de un centenar de personas fueron atendidas por las ambulancias del SAME».
En tanto, el árbitro Mastrángelo afirmó que suspendió el partido «a instancias del Aprevide» y que «nunca había vivido una situación como esta».
Por su parte, la AFA manifestó su repudio «enérgicamente» y expresó las condolencias por la muerte del hincha.
