A Nueve años del primer Ni una Menos, el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” registró 127 víctimas de violencia de género en lo que va del 2024, 114 vinculados a mujeres y niñas, 3 lesbicidios, 1 transtravesticidios y 9 relaciones a varones adultos y niños.
Como consecuencia, 124 niños quedaron sin madre, el 63% de ellos siento menores de edad, siendo el 56% de los agresores parejas o exparejas de las víctimas. De esta manera, como cada informe lo demuestra, “el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia de género continúa siendo su vivienda”.
“Si bien los femicidios abarcan el territorio nacional, en términos absolutos la provincia de Buenos Aires sigue siendo la zona con más casos de femicidios, seguida por Santa Fe, Chaco y la Ciudad de Buenos Aires”, explicaron desde el Observatorio que dirige La Casa del Encuentro,
Entre las víctimas, el reporte del Observatorio de Femicidios en Argentina indicó que 17 de las mujeres habían hecho denuncias previas, mientras que, 5 femicidas tenían dictada una medida cautelar de prevención y 7 son agentes o ex agentes de fuerzas de seguridad.
Además, el sondeo arrojó que 11 de los femicidios tuvieron lugar en un contexto de narcocriminalidad, 8 víctimas de violencia de género tenían indicios de abuso sexual, 1 se presume en prostitución o trata, 2 víctimas estaban embarazadas, 7 eran migrantes.
Frente a este contexto, y a nueve años del primer Ni una Menos, desde el Observatorio recriminan que “las estadísticas no descienden, con un Estado ausente que no muestra interés en elaborar políticas públicas para el abordaje, asistencia y prevención de las violencias de género y con una Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género que pareciera no tener voz“.
En esa línea, la organización denunció que la administración libertaria trasladó la subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género al Ministerio de Justicia de la Nación, que conduce Mariano Cúneo Libarona, “sin explicar las acciones que llevará adelante ni con qué presupuesto“.
“Un nuevo 3 de junio además en el que sumamos a nuestro Observatorio tres lesbicidios, Pamela, Mercedes y Andrea a las que asesinaron por lesbianas, crímenes de odio que recrudecen día tras día”, lamentaron en relación a los femicidios de Barracas, donde un hombre le prendió fuego a cuatro mujeres convivientes.
Frente a los femicidios, desde la organización destacaron que “estamos ante un odio habilitado desde quienes ejercen el poder, que prolifera en la opinión pública contra el colectivo LGBTIQ+, las mujeres, la pobreza que afecta doblemente a las mujeres, niñas y niños, jubiladas/os, las personas con discapacidad, sujetos de derecho, que necesitan un Estado activo que dé respuestas a las problemáticas reales de la sociedad”.
Por último, el Observatorio de Femicidios en Argentina alertó sobre la falta de “medidas específicas para proteger a quienes se encuentran en situación de violencia de género“. “Es imperioso recordar que la violencia hacia mujeres y diversidades no se circunscribe a hechos privados y de pareja, sino que se encuentra presente en todos los espacios”, añadieron.
“Como el laboral, el institucional, el público, el político, virtual y abarca distintos órdenes como el económico, simbólico, psicológico, físico, sexual, político y digital, no atender estas otras violencias, es desconocer o ignorar una gran parte del problema“, cerraron desde el Observatorio de Femicidios en Argentina en un nuevo aniversario del Ni Una Menos.
Vale recordar que, el Ni una Menos surgió hace nueve años a partir del femicidio que conmocionó a la ciudad de Rufino, en la provincia de Santa Fe. Sin embargo, lo que nadie imaginaba era que este terrible suceso desencadenaría una movilización que se convertiría en un punto de partida para el movimiento feminista en América Latina y España en la lucha contra la violencia de género.
Es que, el 3 de junio de 2015 nació el movimiento Ni Una Menos como una expresión masiva ante el espanto que desencadenó el femicidio de Chiara Paéz, una joven santafesina de tan solo 14 años, a manos de su novio, Manuel Mansilla.
Como resultado de este brutal crimen, miles de mujeres salieron a las calles en todo el país para denunciar la violencia machista que viven a diario las mujeres y exigir medidas para poner fin a las expresiones de odio por motivos de género, algo que se repite año tras año desde entonces.