A través del Juzgado de Convivencia y Faltas, el Municipio multará a la UOCRA por los destrozos ocurridos en el centro de la ciudad y destinará el dinero para arreglar los daños provocados a los comerciantes. “Hay que ponerle fin a las patotas que se esconden detrás de los sindicatos”, había expresado el Intendente Manuel Passaglia, el día del conflicto.
Durante 45 días, una facción disidente de la UOCRA mantuvo un acampe en Urquiza y Belgrano, frente a la sede local del sindicato por una disputa interna por el liderazgo. “Desde el primer día hicimos la denuncia correspondiente y pedimos a la Justicia que intervenga para liberar ese caos que perjudicaba a los comerciantes y vecinos de la zona”, contó Passaglia.
Sin embargo, en aquel entonces la jueza Luciana Díaz Bancalari sólo dispuso que se libere la calle y se permita el tránsito, pero no ordenó levantar el campamento que se armó en un sector del estacionamiento sobre calle Urquiza. La presencia de ambas facciones en el mismo lugar terminó generando, el jueves pasado, un enfrentamiento con palos y piedras que terminó con heridos y la policía interviniendo con balas de goma para disipar la pelea.
A raíz de ello, varios comercios de la zona sufrieron daños y roturas, como es el caso que trascendió del gimnasio que se encuentra en la esquina al cual le explotaron dos vidrios. Por tal motivo, el Municipio – por intermedio del Juzgado de Convivencia y Faltas – decidió multar a la UOCRA por el valor total de los daños generados y entregar ese dinero a los comerciantes y vecinos de la zona que se vieron directamente afectados.
“En estos días terminaremos de relevar los daños ocasionados, hablando con los comerciantes del lugar, para determinar el monto de la multa a ejecutar y luego comenzaremos a trabajar junto a los vecinos para restaurar todo lo dañado”, comentó el Intendente; y concluyó: “Necesitamos mayor firmeza de parte de la Justicia para evitar estas situaciones”.