Salud

Un corazón se puede romper por amor: en qué consiste la “miocardiopatía de Takotsubo”

En estos días se celebró el Día de los Enamorados y el símbolo del amor es desde siempre el corazón. La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) aprovechó la fecha para concientizar sobre una afección cardíaca que, aunque su nombre suene poético, puede tener serias implicancias en la salud: el “Síndrome del Corazón Roto”. También conocido como miocardiopatía de Takotsubo o miocardiopatía inducida por estrés, este síndrome consiste en una disfunción transitoria del ventrículo izquierdo que imita los síntomas de un infarto de miocardio, pero sin la presencia de obstrucciones en las arterias coronarias.

Este cuadro suele desencadenarse por un episodio de estrés emocional o físico intenso tales como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa, un diagnóstico médico grave, un divorcio o eventos catastróficos como terremotos o accidentes.

“El amor y el desamor afectan el corazón en más de un sentido. En cerca del 90% de los casos, las personas afectadas son mujeres, particularmente aquellas en edad posmenopáusica, porque se cree que los estrógenos juegan un papel protector frente a los efectos de la adrenalina, cuyos niveles se disparan en situaciones de estrés intenso”, sostuvo la doctora Lucía Kazelian, directora del Área Corazón y Mujer de la SAC.

Este síndrome suele tener una evolución favorable, aunque algunas investigaciones sugieren que no es tan inofensivo ya que puede generar complicaciones graves y una mortalidad similar a la del infarto.

Los síntomas pueden incluir dolor torácico, dificultad para respirar, fatiga y cambios electrocardiográficos similares a los de un infarto de miocardio.

El amor protege… de los problemas cardíacos

Tanto el amor romántico como el apoyo social en general pueden actuar como factores protectores frente a diversas enfermedades del corazón. El doctor Omar Prieto, secretario científico del Área Corazón y Mujer de la SAC, refirió que “múltiples investigaciones han evidenciado que las personas con relaciones estables y satisfactorias presentan menores niveles de cortisol, la principal hormona del estrés, lo que contribuye a una menor reactividad cardiovascular y una reducción en la presión arterial, disminuyendo así el riesgo de hipertensión y eventos cardíacos”.

“La ciencia nos recuerda que el amor, más allá de ser una experiencia subjetiva y emocional, tiene efectos tangibles sobre la salud del corazón, actuando como un modulador del estrés, un regulador de la inflamación y un promotor de conductas cardiosaludables”, concluyeron desde la SAC.  (DIB)

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