Convocamos al profesor que estuvo al frente de los actos que se realizaron en varias escuelas rojenses por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia para que nos brinde su mirada sobre lo que pasó, el interés que existe por parte de los alumnos por el tema y las expresiones negacionistas del gobierno actual.
Con movilizaciones que fueron multitudinarias a lo largo y a lo acho del país la mayor parte de los argentinos le dio la espalda a las posturas negacionistas del gobierno nacional que encabeza el presidente Javier Milei y salió a las calles a reivindicar el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
En nuestra ciudad se realizó el acto oficial en la Plaza San Martín y en cada una de las escuelas se conmemoró la fecha, contando varios de los actos con la participación del profesor Facundo Messere, una persona sumamente comprometida al momento de hablar de los derechos humanos, que justamente fueron bastardeados en los tiempos de dictadura.
Al profesor Facundo Messere convocamos para mantener un extenso diálogo en el programa El Nuevo en Radio, donde expuso el interés de los alumnos por saber lo que pasó en aquellos tiempos, haciendo un repaso por la historia y reivindicando más que nunca el Nunca Más.
«Todavía perviven las huellas de lo que fue la dictadura y es necesario justamente que nos mancomunemos para exorcizarlas, para sacarlas de nuestras vidas.
Con respecto a las efemérides considero que es una instancia que nos habilita en la escuela a revisar tradiciones, a generar nuevas instancias de aprendizaje, construir puentes con los alumnos, nos detenemos en figuras de nuestra historia y también en hechos, o obviamente el 24 de marzo no podía pasar inadvertido, es una fecha sumamente importante, de hecho creo que se inicia el ciclo lectivo y todos tenemos en mente ese 24 de marzo para gestionar instancias de trabajo con los alumnos.
Cuando se empieza a trabajar, ya sea con videos, con documentales o con entrevistas, porque en mi caso me gusta que oigamos las voces de gente que nos cuente. Por ejemplo el año pasado estábamos por el mes de septiembre, justo era el año en que festejábamos los 40 años de democracia, que es un logro en la sociedad Argentina sin lugar a dudas, y recuerdo que estábamos con Lula Padilla y Diego Albamonte y charlábamos sobre todas cosas que se habían realizado durante el año, pero consideraba que nos faltaba algo, que faltaría hacer algo por el 30 de octubre, que es la fecha en que el pueblo vuelve a las urnas, y como no conmemorar ese día.
Obviamente que Diego y Lula coincidieron en que teníamos que armar algo y salió un trabajo en equipo fundamental, porque fue gestionar junto a los alumnos, seleccionar gente que nos pudiera transmitir como Rojas vivió ese proceso de transición, como fueron los primeros pasos de ese proceso democrático, así que invitamos a vecinos entrañables como Marta Seta, Charol Araldi, Lila Cohen y Alberto Cueto, que le fueron comentando a los chicos esos hechos que vivió Rojas, porque no nos podemos olvidar que Rojas fue herida en la dictadura, tenemos seis compañeros desaparecidos.
Fueron dos horas que duró el evento, donde los chicos preguntaban, oían, y Lula hizo un trabajo de sonorización, con Diego trabajaron Teatro por la Identidad, y conmigo entrevistaron a los protagonistas, con lo cual fue una jornada vital y necesaria, que se debe hacer en la instancia de las escuelas. Debemos seguir construyendo puentes con las nuevas generaciones, ese es nuestro compromiso como docentes», sostuvo.
Sobre el interés de los alumnos por el tema dijo: «Cuando uno entra en tema, los chicos, como todo adolescente, cuestionan y en ese cuestionamiento encontramos la principal instancia para crecer y para construir historia entre nosotros. Muchas veces nos dicen, por parte de algunas personas, que se vive atado a un pasado, y primero debemos saber que no es que vivimos en un recuerdo del dolor de ese pasado, sino que lo hemos resignificado año a año, por ejemplo los lugares donde se vivió el horror hoy en día son centros culturales, espacios de encuentros de voces, donde podemos generar más instancias de sociabilidad, es decir que no es un recuerdo muerto, lo estamos continuamente revalorizando, y en ese sentido es fundamental el diálogo con las nuevas generaciones.
Ni siquiera nos pueden decir que es adoctrinamiento, no podemos negar lo ocurrido porque ocurrió, lo sabemos en carne propia, el legado de la dictadura fue tremendo, desde el robo de identidad, tortura, desapariciones, cuando 30 mil detenidos desaparecidos no es que es una cifra librada al azar, porque lamentablemente no tenemos cifras oficiales, la documentación está desaparecida, pero tenemos 30 mil detenidos desaparecidos, tanto los detenidos torturados como también los que lamentablemente no volvieron a aparecer, por eso es que son 30 mil y quizás más, porque también sabemos que hay familias que no pudieron llegar a denunciar».
Repasando la historia recordó: «Todo comienza el 24 de marzo de 1976 a las 12 de la noche, con el anuncio de que empezaba esa nueva etapa en la Argentina, ese proceso de reorganización nacional como se autodenominaban, que no fue más que tratar de imponer un nuevo modelo económico y obviamente aplicar un plan de exterminio hacia los sectores que podían llegar a resistirse.
Sabemos que esto fue una escalonada en toda Latinoamérica, ya que en las décadas del ´60 y ´70 la óptica de Estados Unidos sobre el continente americano se modifica, era un contexto de guerra fría y había impedir que se expandiera el comunismo, ese pánico que existía contra el comunismo, y claramente tratar de extirpar todo tipo de gobierno populista.
Pasó en Guatemala, en Bolivia, luego a Brasil y luego a todo el resto del continente americano, fue una estrategia del imperialismo norteamericano en pos de asegurar su control sobre el continente».
«Mientras tanto en la Argentina desaparecía gente, fue un horror, cuando una dice Argentina vivió un infierno no es una palabra que uno usa porque quiere que el discurso quede lindo o que impacte, fue un infierno verdaderamente, se quebraron solidaridades, te encontrabas en un barrio donde los vecinos se empezaban a mirar y decir que si había una familia señalada era porque algo habían hecho, se implantó como un individualismo, donde me salvo yo y el otro allá él. Fue una herida lacerante en toda la sociedad», expresó.
Facundo Messere declaró que «fueron 30 mil y quizás muchos más, esperemos en algún momento tener acceso a la documentación, porque estoy seguro que deben estar los documentos en alguna parte. Eran personas que de un día para el otro no estaban más con sus hijos, o sus hijos fueron robados de sus padres, de hecho hoy en día tenemos más de 300 nietos que aún faltan recuperar, son personas adultas que tienen que saber que han vivido una mentira, que en muchos casos han sido criados por cómplices de las muertes de sus padres o incluso por los mismos asesinos de sus padres. Más allá de la decisión que ellos tomen tienen que saber la verdad, porque sin memoria, sin verdad y sin justicia no hay democracia».
«Había una idea de eliminar ese adversario, borrar una generación que estaba movilizada y que realmente se resistía a todo intento de transformar la sociedad y el robo de bebés tenía que ver con que había que extirpar ese sentimiento o esa herencia revolucionaria, pensaban que había que darles otra identidad, con lo cual fue todo un plan siniestro que se aplicó durante siete años en nuestro país secuelas tremendas, por eso es necesario este ejercicio de memoria continuo y de repetir constantemente Nunca Más. La sociedad hace poco más de 40 años dijo Nunca Más y eso hay que replicarlo todos los días, porque cuando se escuchar decir que es algo que ya pasó no es así, porque vivimos constantemente situaciones donde está el autoritarismo, dijo, agregando que «decimos que eso todavía no pasó porque hace días nos enteramos de que una militante de H.I.J.O.S fue violentada en su casa, seguramente le hicieron vivir lo que vivieron sus padres 40 años atrás, también en democracia, año 2006, desapareció Julio López, con lo cual esa mentalidad persiste en una parte de la sociedad e insiste con volver a absorbernos, por eso ese Nunca Más hay que fortalecerlo y por eso es necesario el ejercicio de memoria en las escuelas».
En este marco apuntó: «Cuando veía u oía que no se creía en la denuncia de la militante de hijos, incluso en una manifestación del presidente en las redes, uno piensa que estamos volviendo a más de 40 años atrás, hace 40 años salimos de una pesadilla, porque sabemos que el golpe fue cívico-militar, que hubo sectores civiles que permitieron eso, pero creo que cuando se comenzó a abrir fue todo tipo caja de pandora, porque empezaron a salir todas esas monstruosidades, hasta los que de alguna manera apoyaron eso se dieron cuenta de la monstruosidad que había ocurrido, y considero que allí está el tema como compromiso social. Más allá de las diferencias que existen y van a seguir existiendo el Nunca Más nos va a seguir uniendo. Cuando oímos ese tipo de voces es cuando más se tiene que activar el Nunca Más».
El profesor habló del tratamiento que recibía el tema en sus tiempos de estudiante: «Me tocó vivir la secundaria en la década del ´90 y era un tema que no se hablaba, tal es así que en los programas de historia se llegaba hasta cuarto año, en quinto ya no había historia, y nosotros habíamos terminado en tercer año con el primer gobierno de Yrigoyen y ahí se acababa, cuando pensábamos que en cuarto año íbamos a ver justamente estos años empezó como una vuelta atrás con los legados culturales de las civilizaciones, y nos preguntábamos ¿qué pasaba con la historia Argentina?, o sea que el primer golpe militar no lo veíamos, y Argentina vivió seis golpes militares, y eso en la escuela, en mi época no lo veíamos».
«Ya habían pasado diez años y uno como joven empezaba a enterarse de lo que había ocurrido, recuerdo que yo tenía diez años cuando vi la noche de los lápices y obviamente que empezaba a preguntar acerca de los desaparecidos. Nuestros padres más o menos nos comentaban, pero después había que salir a ver que pasaba y nadie te contestaba, nadie decía nada, y nos encontrábamos con profesores que directamente te callaban, de eso no se hablaba», puntualizó.
«Creo que todavía existía cierto temor, más allá del tiempo todavía estaba instalado, además la década del ´90 fue nefasta, y eso más alá de que hoy en día se la quiere vanagloriar, pero fue una década en la cual después de los indultos se impuso el silencio, donde no se podía hablar de esos temas, como que querían dar cuenta de una vuelta de página y una vuelta de página no se puede hacer de ninguna manera cuando todavía tenés muchas cosas que no están saldadas“.
El profesor dijo que la temática “se vuelve a instalar después que se derogaron las leyes de obediencia debida y punto final, después que se recupera la ESMA y que hoy es un Centro Cultural, creo que ahí hubo un quiebre, incluso se habilitaron estas instancias en las aulas para charlarlo“.
“Hay gente que repite que eso le pasaba a algunas personas, pero que los demás podían andar libremente por la calle, y uno cuando oye esas cosas siente repulsión, porque somos sociedad, estamos unidos por lazos y creo que el gran problema es el otro. No podemos permitir que el individualismo nos domine, que hago la mía y si el otro hace algo allá él.
Hay algo que se llama solidaridad, que en esa época de la dictadura estaba prohibida, o sea que si te veían en una actitud solidaria eras marxista, eras zurdo, pero por suerte hoy somos una sociedad que se ha reinventado y debe prevalecer la solidaridad y sobre todo la comunidad“, consideró.
Sostuvo que “todavía nos cuesta romper con esa estructura que implantó la dictadura, o sea que el plan económico neoliberal todavía está gozando de salud y pareciera que cuesta vivir una democracia en plenitud, parece hasta molestar la clave democrática que es el para todos. Siempre están los particularismos, los egoísmos ahí impidiendo que esa democracia llegue, es algo que no se ha podido saldar, y para saldarlo requiere del compromiso también de todos, hacer que se siga fortaleciendo ese Nunca Más para no vivir otro infierno y fortalecer la democracia“.
Volviendo al presente destacó: “Me encanta el espíritu que tienen los estudiantes de cuestionar todo y de pensar por qué estamos así, qué pasó, dónde está el error, y les digo que tengo más de cuarenta años y aún me estoy preguntando en qué nos equivocamos, pero a su vez eso es de vital importancia, hacer la autocrítica, buscar por qué nos equivocamos, ¿por qué estamos en este atolladero?, y de alguna manera buscar la salida entre todos, y en este marco las aulas son vitales, en una aula no se encuentra el docente como gran portavoz, se encuentran voces y eso es importante, porque se resignifican los aprendizajes, no es que uno enseña un dato, una fecha y solamente actúa la memoria, sino que es un diálogo entre las generaciones y construimos conocimientos entre todos“.
“Cuando se charla sobre un proceso está la relectura que hacen los alumnos, nadie adoctrina en un concepto, no quiero que te lo aprendas o que lo sepas, que ellos hagan su propia lectura, esa es la idea, pensar que muchas veces nos han impuesto cuestiones, y no hay nada cerrado, incluso lo que se da por cerrado puede ser nuevamente cuestionado.
En un aula está claro que se encuentran diferentes visiones de la vida y eso es lo importante, llegar a un consenso, más allá de las diferencias que existen, existieron y van a seguir existiendo, pero el tema es que podamos encontrar consensos“, expresó.
Acerca de la postura que han tomado algunos medios de comunicación comentó: “Muchas veces veo que en algunos medios de comunicación se quiere volver a instalar un pánico como se instaló hace más de cuarenta años. En este sentido, en las escuelas donde estoy trabajando es increíble como nos brindan el espacio y como habilitan a las prácticas docentes, incluso también incorporar a las familias, que las familias formen parte del día a día, no que solamente vayan en un momento determinado del año, sino que es el algo relaciona práctica docente, escuela, alumnos y familia“.
Para Facundo Messere “estamos atravesando épocas difíciles, complicadas a nivel social, en lo económico es tremendo lo que se viene viviendo, y de alguna manera esperamos que el gobierno actual se concientice de que está gobernando para más de 40 millones de personas y que realmente hay una vuelta de tuerca y que se respete la democracia, porque el presidente ganó en un acto democrático y partiendo de ese punto no estoy de acuerdo con la gente que dice que se vaya, ni este ni otro gobierno, jamás cuestionaría la voluntad popular. Obviamente que complicado responder a todas las expectativas, pero tiene que responder para 40 millones, y la democracia debe asegurar el bienestar de todos, y el futuro va a requerir del compromiso de todos“.
El conocido docente contó que “hace poco veíamos que se estaba reprimiendo a maestros y jubilados, cuando me pregunto que peligro puede haber en una marcha o una movilización, que además es un derecho, justamente por eso salimos también acá en Rojas a decir basta, respetemos, más allá que nos quedó en claro que pensamos diferente porque el acompañamiento fue muy poco, pero la idea está en que nos sentémonos a conversar, porque estamos en democracia, y una democracia que costó muchos dolores, muchas lágrimas, y es un logro que hayamos podido mantener 40 años de estabilidad democrática.
Recuerdo haber estado como presidente de mesa en las elecciones y se acercaba gente que superaba los 80 años y mis compañeras de mesa le decían que pasados los 70 ya no era obligación, pero ellos respondían que habían pasado la mitad de sus vidas sin poder dar una opinión, que iban a votar hasta que el cuerpo los acompañe.
Dentro de esta estabilidad democrática también hemos tenido vaivenes, pero la democracia sigue de pie y hay que mantenerla, por eso es necesario ese ejercicio continuo de la memoria y que los jóvenes puedan tener su voz“, enfatizó.
Una semana después se conmemoró el Día del Veterano y los Caídos en Malvinas, otro punto fundamental en la historia de nuestro país: «Malvinas es el último capítulo de la dictadura, un capítulo atroz, cuyo saldo fueron más de 600 pibes que permanece enterrados allí sin poder volver a sus lugares de origen, ni tampoco se les permite a los familiares que vayan a visitarlos, y también el saldo de gente mutilada, no solamente a nivel físico, sino también a nivel mental, y que no debemos olvidar que muchos de ellos, no fueron bien recibidos por la sociedad, gente que le costó reincorporarse a la sociedad, por eso muchos terminaron suicidándose».
«Hay un ejercicio de memoria necesario en la cuestión de Malvinas, convengamos que fue un capricho de un militar que quería recuperar el apoyo de la sociedad, cuando ya estaba en crisis, y se le ocurrió esa guerra que estaba perdida desde el minuto uno, y que dejó un saldo siniestro», apuntó.
El docente no dudó en señalar que «esas personas que hoy consideramos héroes en un momento fueron descartados de la sociedad, se los miraba de reojo, la lucha de ellos por ser considerados lo que son fue de muchos años, y creo que recién hace unos años son considerados como se deben, son nuestros héroes, son ex combatientes y tienen los mismos derechos que todos nosotros, incluso más todavía, porque les debemos muchísimo».
«También se merecen su reconocimiento las ex combatientes, mujeres que fueron al campo de batalla y asistían como enfermeras, y recién hace unos años que fueron consideradas ex combatientes, son luchas que se siguen dando, aunque ahora dentro de un ámbito donde se permiten esas luchas, por eso no podemos instalar el negacionismo ni impedir que esas cosas se sigan expresando», concluyó Facundo Messere, dando una clase magistral de lo que pasó y levantando más alto que nunca la bandera del Nunca Más.