Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos, quien advirtió en su última visita a Israel que persigan la sed de venganza tras el ataque de Hamas, cuestionó públicamente el “bombardeo indiscriminado” del Estado judío a la Franja de Gaza, haciendo alusión a las embestidas de las FDI a los hospitales y centros de refugiados del enclave palestino – ya sea por error o a drede–- lo que constituye un claro delito de lesa humanidad al violar los tratados de Ginebra.
«Están empezando a perder apoyo», dijo el líder demócrata en un evento privado en Washington para recaudar fondos destinados a su campaña de reelección en las presidenciales del 2024.
Biden criticó duramente al actual gobierno de Benjamin Netanyahu, catalogándolo como el «más conservador de la historia de Israel» y aseverando que éste «no quiere una solución de dos Estados», es decir, la convivencia pacífica de una Nación Palestina y un Estado judío.
Tenemos la oportunidad de empezar a unir la región […] y ellos siguen queriendo hacerlo. Pero tenemos que asegurarnos de que ‘Bibi’ (Netanyahu) entienda que tiene que hacer algunos movimientos. No se puede decir que no haya ningún Estado palestino en el futuro
El gobierno de USA se opone a la recolonización de Israel sobre el enclave palestino una vez finalizada la guerra y apuesta por que la Autoridad Nacional Palestina, que actualmente dirige partes de la Cisjordania ocupada y está hace años en reyerta con Hamas, asuma también el gobierno de Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asiste a una recepción de Hanukkah en la Casa Blanca el lunes | Andrew caballero-Reynolds/Pool/AFP
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asiste a una recepción de Hanukkah en la Casa Blanca el lunes | Andrew caballero-Reynolds/Pool/AFP
Ahora bien, tales declaraciones de tal mandatario concuerdan con el malestar social al interior del Estado de Israel. Es que la ciudadanía considera que los servicios de Inteligencia, los cuales responden a Netanyahu, fallaron en la masacre del 7 de octubre al no anticiparse a la embestida sorpresa de Hamas. Y es más, previo al ataque, la sociedad israelita se había manifestado en las calles más de 27 veces contra la polémica reforma judicial impulsada por el actual gobierno judío.
Ello se debe al aspecto más controvertido de la reforma judicial, que es la privación a la Corte Suprema de una de sus armas más poderosas: la capacidad de censurar la acción del gobierno como “irrazonable ”. Permite al Tribunal Supremo revisar y revocar decisiones del Gobierno sobre la base de si es razonable o no sobre cuestiones éticas, señalar riesgos de corrupción o conflicto de intereses, sin tener que calificarlos sobre el fondo. Es una salvaguardia, cuya mera existencia impone cierta moderación al ejecutivo.
18.000 muertos y cerca de 50.000 heridos en Gaza, mientras que en Israel por el ataque de Hamas murieron 1200 civiles masacrados injustificadamente, también.
“[Netanyahu] sabe que una vez que Israel reduzca su ofensiva terrestre en Gaza –casi con seguridad en unas pocas semanas– no podrá contener la inundación política: en un futuro no muy lejano, su coalición de gobierno perderá su poder y mayoría parlamentaria”, escribió Anshel Pfeffer, columnista y biógrafo de Netanyahu, en el periódico israelí Haaretz. “Intentará retrasar ese momento, pero sus instintos políticos le dicen que tendrá que luchar en unas elecciones pronto, y todas las encuestas dicen que perderá, por un amplio margen. Por eso est tratando de trazar las líneas de batalla de la campaña”, añadió.
Dicho esto, en el discurso de Joe Biden del martes en un evento en Washington, tal líder demócrata planteó que Israel debería cambiar a su gobierno para encontrar una solución razonable al actual conflicto bélico en Gaza, activado claramente por el ataque sorpresa de Hamas.
No obstante, Estados Unidos fue el único miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) que votó la semana pasada en contra de una resolución que pedía un alto el fuego en Gaza, y por ende la medida no salió adelante por el poder de veto que posee tal país en el organismo.
Biden y el premier judío en la última visita oficial de USA a Israel “La seguridad de Israel puede descansar en Estados Unidos, pero ahora mismo tiene más que Estados Unidos. Tiene a la Unión Europea, tiene a Europa, tiene a la mayor parte del mundo apoyándoles», expresó Biden en su oratoria en Washington.
Estados Unidos viene presionando a Israel para que reduzca la baja de civiles y desbloquee la ayuda humanitaria en Gaza, en medio del desplazamiento de 2,5 millones de palestinos ante el asedio israelí.
“Está muy claro que [Israel] quiere continuar la operación militar en el sur, que quiere sacar a los rehenes y quiere degradar la infraestructura de Hamas y matar o capturar a los líderes. Y van a continuar hasta haber hecho las tres cosas”, dijo un funcionario occidental.
Antes de la actual guerra Israel-Hamas, incluso Biden y otros funcionarios estadounidenses habían expresado su preocupación por figuras “extremas” –como los ministros ultranacionalistas Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich– en el gabinete de Netanyahu, así como por la violencia de los colonos judíos contra los palestinos en la ocupada Cisjordania, según el Financial Times, violencia que se incrementó con nuevos 336 ataques de colonos contra palestinos en cifras oficiales de la ONU.