En su última aparición en los tribunales de Comodoro Py, Cristina Kirchner reflexionó sobre la violencia que ha enfrentado a través de las redes sociales, subrayando cómo ese ambiente hostil eventualmente trascendió al mundo real. En una declaración contundente, la vicepresidenta señaló que muchas de las personas que la atacan en redes sociales son «absolutamente intrascendentes» y que dependen de los «posteos y los likes» para obtener una relevancia que de otro modo no tendrían.
«Son personas muy grises que solamente existen a partir de los posteos en las redes sociales y los likes que les ponen», expresó la líder de Unión por la Patria, destacando la precariedad de la fama que buscan en las plataformas digitales. Según su análisis, este tipo de individuos no tienen una presencia real fuera de internet y, si las redes sociales dejaran de existir, «nadie se va a acordar de ellos».
La vicepresidenta también abordó la creciente agresividad que observa en estos sectores, afirmando que «cuanto más intrascendentes son, más violentos se ponen». Esta violencia, explicó, no es solo un intento de ganar notoriedad en el ámbito virtual, sino que responde a la frustración de no poder alcanzar relevancia de otra manera.
Cristina afirmó que la violencia de las redes sociales se trasladó al ámbito político
Kirchner vinculó esta dinámica con el intento de asesinato que sufrió en septiembre de 2022, señalando que la violencia que comenzó en el espacio virtual se fue trasladando gradualmente al plano físico. «A partir de la violencia creen que pueden ser protagonistas», agregó, subrayando cómo los ataques en las redes fueron escalando hasta culminar en un atentado contra su vida.
Durante su exposición, la exvicepresidenta de la Nación también reflexionó sobre el impacto de esta violencia digital en la sociedad. Indicó que las redes sociales han permitido la amplificación de discursos de odio que antes se mantenían en círculos más reducidos. Según ella, este fenómeno ha generado un clima en el que la agresión y el extremismo se han normalizado, facilitando que las amenazas en línea se conviertan en hechos reales.
La dirigente peronista de 71 años mencionó que no solo es ella el objetivo de esta violencia, sino que muchas otras figuras públicas y personas comunes también han sufrido las consecuencias de la hostilidad propagada en las redes. «Esto no se trata solo de mí, es algo que está afectando a toda la sociedad», advirtió, llamando a la reflexión sobre los efectos de este tipo de comportamiento.
En definitiva, Cristina hizo un llamado a la responsabilidad tanto de los usuarios de redes sociales como de las plataformas que las gestionan. Subrayó la necesidad de regular y controlar el contenido violento que circula en estas plataformas, para evitar que las palabras se transformen en actos de violencia, como ocurrió en su propio caso.
