La conmoción por el asesinato de Fernando Báez Sosa a manos de una manada de rugbiers hace tres años, parece no haber tenido su correlato en San Pedro, donde se produjo una brutal golpiza a la salida de un boliche y, milagrosamente, no terminó en tragedia.
Un video captado desde un celular muestra cómo un joven ataca con piñas y patadas a otro que estaba tendido en la vereda.
A su alrededor pueden observarse hombres y mujeres que, por sus gritos, serían allegados de los implicados.
Mientras una de ellas se aprestaba a interceder –sin éxito- en la rencilla, advirtiendo la gravedad de lo que estaba ocurriendo, otra le gritó: “No te metas que están peleando ellos dos”.
La salvaje pelea transcurrió durante más de dos minutos. El joven que estaba en el suelo, logró ponerse de pie con la remera rota pero, lejos de terminar la locura, decidió responderle al agresor con más golpes.
En el interín ganaron protagonismo en la pelea amigos de los involucrados. Sin ánimo de poner paños fríos, uno tomó el casco de una moto para arrojarlo como si fuera un proyectil, mientras que otro pegó una patada fulminante contra un joven del grupo contrario, quien estaba tirado en la calle.
Sobre el final, y con cierto desgano, intervino la policía. La violenta disputada había concluido. Parece que el caso de Fernando no alcanza. No hubo una tragedia sólo porque los golpes no fueron certeros. (ANDigital)