SOCIEDAD

¿Qué pasará con el monotributo?: el drama de millones de trabajadores ante la desaparición de la AFIP

El reciente anuncio de la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por parte del Gobierno de Javier Milei ha generado numerosas inquietudes, especialmente entre los que pagan el monotributo. Según lo anunciado, la AFIP será reemplazada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), una medida que busca reducir costos y personal, pero deja varios interrogantes abiertos sobre el impacto en los contribuyentes y el sistema impositivo actual.

Uno de los principales puntos de preocupación es qué sucederá con el régimen de monotributo, un sistema simplificado que permite a millones de trabajadores independientes y pequeños comerciantes mantenerse en regla con sus impuestos. Hasta el momento, las autoridades han asegurado que no habrá cambios inmediatos en la forma en que se recaudan los impuestos, pero la transición hacia la nueva agencia podría generar trastornos en la operatividad y afectar la forma en que los monotributistas cumplen con sus obligaciones.

Desde el Gobierno, a través de voceros como Manuel Adorni, se ha intentado tranquilizar a los contribuyentes: «La parte fiscal que gestionaba la AFIP seguirá funcionando de manera similar bajo la nueva estructura de ARCA». Sin embargo, el achicamiento en la cantidad de funcionarios y subdirecciones dentro de la agencia plantea dudas sobre si se mantendrá la eficiencia en los procesos de recaudación y fiscalización, fundamentales para el buen funcionamiento del sistema tributario.

No habrá cambios en los pagos del monotributo

El impacto de la reducción de personal dentro de la nueva agencia es otro tema de preocupación. Aunque el Gobierno asegura que AFIP era una entidad «fundamentalmente tecnológica» y que muchas de las tareas se realizan de forma automatizada, con cruces de datos e inteligencia artificial, la posibilidad de que disminuyan las inspecciones o que se generen problemas en los sistemas digitales no está descartada. Esta incertidumbre preocupa especialmente a los contadores, quienes son los responsables de liquidar los tributos de miles de contribuyentes.

Uno de los aspectos más críticos es cómo afectará esta reestructuración a los monotributistas, quienes dependen de sistemas ágiles para poder realizar sus pagos mensuales y mantenerse al día con sus obligaciones. Hasta el momento, se ha señalado que no habrá cambios en la recaudación ni en los impuestos que deben pagar.

Desde entidades profesionales y cámaras de contadores, ya han comenzado a expresar su preocupación. La falta de claridad en cuanto a los detalles de la implementación de ARCA, sumada a la posible ineficiencia generada por la reducción de personal, podría generar mayores problemas en los aplicativos o sistemas, algo que impactaría directamente en la capacidad de los contribuyentes para cumplir con sus responsabilidades fiscales de manera oportuna.

En definitiva, aunque el Gobierno busca con esta medida una mayor eficiencia en la administración pública, el futuro del monotributo y de los pequeños contribuyentes sigue siendo incierto. El desafío ahora radica en garantizar que la transición hacia ARCA no genere un caos en la operatividad fiscal del país, afectando a los millones de monotributistas que dependen de un sistema estable para seguir trabajando en regla.

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