Tenía 75 años de edad, y falleció en el hospital local, al cual había ingresado con una súbita descompensación – Hacía poco tiempo habíamos despedido a su compañero de toda la vida, Luis Alberto Minadeo, quien, junto con nuestra inolvidable Nilda, fueron en todo momento una parte sustancial de nuestras vidas – Una multitud apesadumbrada se acercó el viernes a despedir sus restos
Tras una súbita descompensación, falleció este jueves por la noche, en el hospital municipal Saturnjino E. Unzué, nuestra querida Nilda Norma Montero de Minadeo. Tenía 75 años, y hacía poco tiempo habíamos despedido a su compañero de toda la vida, Luis Minadeo, quien, junto con nuestra inolvidable Nilda, fueron en todo momento una parte sustancial de nuestras vidas.
Nilda fue, fundamentalmente, una de las personas más bondadosa y gentiles que hayamos conocido: alguien la definía, este viernes, mientras sus familiares recibían los apesadumbrados saludos de multitudes de afectos, como la “abuela de todos”. Y, en efecto, Nilda fue una persona que siempre dio todo por los demás. Trabajadora infatigable, fue la eterna compañera, en buenas y malas, de nuestro querido Luis, al que cuidó con total devoción durante sus últimos años. Y a su manera, aunque a la distancia, también tuvo central presencia en el desarrollo de nuestras actividades periodísticas, simplemente aportando la calidad y calidez de su presencia o de su palabra en toda circunstancia en que fuera necesario.
Nilda, además de ama de casa y una cocinera excepcional, fue una reconocida maestra modista, y fueron muchísimas las costureras que se formaron con sus enseñanzas.
De su matrimonio con Luis Minadeo fueron sus dos hijos, Luis Darío y Adrián Alberto, en tanto que completaban su entorno familiar sus hijas políticas, Mara Doménica y Cecilia Ruggeri; sus nietos, Manuel, Lucas, Augusto y Camila; e Isabel y Violeta, y sus bisnietos, Lorenzo, Celestino y Rufina. Fue su hermano Atilio Agustín Montero, a su vez casado con Elda Simone, unión de la cual el fruto fueron sus sobrinas Ely y Agustina, y sus sobrinos Gaston y Ayrton. Fueron sus nietos políticos Mauricio, Ornella,Camila y Leandro; su sobrina nieta política Alondra, y su hijo del corazón, Cristian Gioia.
Acompañaron su velatorio en Casa Hernández numerosas amistades y afectos que cosechó a lo largo de los años. En la despedida de sus restos, en el marco de una ceremonia oficiada en la parroquia local por el padre Gustavo Albrecht, se hicieron presentes, entre otros, el diputado provincial Claudio Rossi, el intendente municipal, Román Bouvier, y funcionarios de su gabinete, y representantes del Consejo Partidario del Movimiento Nacional Justicialista de Rojas.
Sus restos fueron velados en la mañana de ayer en el cementerio municipal.
