A pedido del abogado exasesor de Juntos por el Cambio, Gabriel Marano, la ampliación de la indagatoria del líder de “la banda de los copitos” procesado como partícipe secundario del atentado a Cristina Kirchner, Gabriel Carrizo, se postergó para el martes de la semana próxima.
Cabe destacar que, la declaración de Carrizo, que se jactó de su participación en el atentado a Cristina Kirchner, está prevista para el próximo martes a las 10 de la mañana en el juzgado de María Eugenia Capuchetti, que lo citó por orden de la Cámara Federal porteña a partir del planteo de la defensa de la Vicepresidenta.
“Recién intentamos matar a Cristina Kirchner”, admitió Carrizo dos horas después del atentado fallido, convencido de que Fernando Sabag Montiel había gatillado el arma que él le había aportado. Esa confesión, entre otras, se descubrió en un análisis de su celular varias semanas después de que Capuchetti lo procesara como partícipe secundario.
Por ello, los abogados de Cristina Kirchner insistieron para que imputen a Carrizo como coautor del atentado y miembro de la asociación ilícita que se formó para asesinarla, pero chocaron con las negativas de la jueza, a quien recusaron por obstaculizar la investigación.
La semana pasada, con votos de los magistrados Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, la Cámara le ordenó a la jueza ampliar la indagatoria de Carrizo ante los “elementos de prueba novedosos” para garantizar “el adecuado ejercicio de su derecho de defensa en juicio”.
Cabe destacar que, el hombre que se presentaba como dueño de la máquina de hacer copos de azúcar que se usó como pantalla para hacer inteligencia entre la militancia que acompañaba a Cristina Kirchner frente a su departamento, Carrizo, fue procesado a fines de septiembre, junto a Agustina Díaz, en calidad de “cómplices”.
Precisamente, Gabriel Carrizo y Díaz, junto con Sabag Montiel y Brenda Uliarte, procesados como coautores del atentado a Cristina Kirchner, fueron parte del “plan común” y de un “acuerdo premeditado” para consumar el crimen, según la defensa de la Vicepresidenta.
Además, Capuchetti tomó nota de que Carrizo aportó un arma que finalmente no se usó, que tenía “pleno conocimiento del plan criminal” y que conversaba con Uliarte sobre “la intención de darle muerte” a Cristina Kirchner.
Asimismo, Capuchetti descubrió en el celular de Carrizo chats que aportó a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico para la Investigación Penal, los cuales fortalecen el pedido de los abogados de la Vicepresidenta, Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira, para que se lo impute como coautor en el atentado a Cristina Kirchner.
“Recién intentamos matar a Cristina Kirchner”, le escribió Carrizo a un tal “Kevin Bargas” horas después del intento de magnicidio. “Mi empleado. Le quiso disparar. El arma es mía amigo. Te lo juro por dios. Estamos con el grupo. Todos juntos”, remarcó también el líder de “la banda de los copitos“.
En base a esas nuevas pruebas, la querella de Cristina Kirchner pidió que se le ampliara la indagatoria a Carrizo, reclamó que se lo imputara como coautor del atentado y también exigió que se sumara la figura de “asociación ilícita” a todos los involucrados en la causa del fallido intento de asesinato.
En aquel momento, Capuchetti rechazó el pedido y los abogados de Cristina Kirchner volvieron a apelar. Así, llegó a la resolución de Bertuzzi y Bruglia, que admitieron la necesidad de volver a tomarle declaración a Carrizo dado que no hacerlo “podría causar un gravamen tanto para los derechos del imputado como del acusador particular”.
Finalmente, Capuchetti convocó a Carrizo a declarar el pasado jueves, pero accedió a postergar la ampliación a pedido del letrado Marano, que informó que por cuestiones vinculadas a la feria judicial no iba a poder estar presente en la indagatoria del atentado a Cristina Kirchner.