En las últimas horas, la gestión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, entró en un enfrentamiento con ocho municipios de la comuna dirigidos por intendentes de Juntos por el Cambio que se niegan a firmar el convenio para implementar en sus distritos el Plan Qunita bonaerense, que cuenta con un altísimo impacto en las distintas localidades.
Se trata de los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse, de San Miguel, Jaime Méndez, de Junín, Pablo Petrecca, de General Viamonte, Franco Flexas, de Rojas, Román Bouvier, de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, de Bahía Blanca, Hector Gay, y de Vicente López, Soledad Martínez, que para no adherirse al convenio del Plan Qunita bonaerense se excusaron con distintos argumentos.
Es preciso mencionar que, el Plan Qunita bonaerense es una reversión del Plan Qunita que había implementado en 2015 la entonces presidenta Cristina Kirchner, cuyo objetivo inicial era evitar las muertes de los recién nacidos por la puesta en práctica del colecho frente a la imposibilidad de adquirir una cuna propia para los bebes.
Luego de su asunción como gobernador de la provincia de Buenos Aires, Kicillof anunció el Plan Qunita bonaerense, destinado a madres con cobertura pública exclusiva de salud que perciban la Asignación por Embarazo, a quienes se les entrega un kit con un moisés, elementos para la promoción del sueño seguro, la lactancia humana y el desarrollo infantil.
En este sentido, luego de escuchar que el Plan Qunita bonaerense tiene “carácter electoralista”, o que no es necesario porque “los municipios ya están cubiertos con sus propias estructuras locales”, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, criticó a los intendentes de Juntos por el Cambio al remarcar que sus argumentos no son válidos para negarse a la adhesión y que solo lo hacen porque “es una política kirchnerista”.
En paralelo, el intendente de Junín cruzó a Kreplak al mencionar que “tiene total desconocimiento de lo que ocurre en los municipios”. “Junín no tiene hospitales municipales, todas las mujeres tienen a sus hijos en el hospital provincial, donde se les entrega el Plan Qunita bonaerense, con atención obstétrica y programas de acompañamiento”, explicó.
Igualmente, Petrecca insistió con que el Plan Qunita bonaerense es “completamente electoralista, ya que en casi cuatro años de gobierno la Provincia nunca tuvo ánimos de cooperación con Junín”, al mismo tiempo que recordó que el municipio “ni siquiera pudo administrar las vacunas del Covid-19”, y disparó contra Kicillof al remarcar que “pasó por la localidad sin notificar a las autoridades”.
Por su parte, el intendente de General Viamonte afirmó que el Plan Qunita bonaerense “exige requisitos difíciles de cumplir con los recursos humanos con los que cuentan los municipios”, argumento que fue desmentido por el mismo Kreplak, que advirtió que la Provincia pone a disposición de las comunas que se adhieran al programa los medios necesarios para que se implemente de manera plena.
“Nos cuesta conseguir pediatras y algunos puntos, como las guardias activas, son difíciles de cumplir en el marco de las condiciones que establecen las Directrices para la adecuación de Centros Obstétricos y Neonatales garantes de derechos de la provincia de Buenos Aires”, destacó Flexas en comunicación con la prensa, luego de advertir que el hospital municipal de General Viamonte se encuentra sobrepasado de pacientes tras la quiebra de una clínica privada local.
Los requisitos exigidos por la Provincia para la implementación del Plan Qunita bonaerense fueron también un punto que destacó el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, que para contrarrestar a Kreplak admitió que “no hay una mirada política en la negación de la adhesión, más bien los municipios opositores toman todo lo que sea bueno para la gente, y el convenio incluía obligaciones de cuidado para los niños que debe otorgar la gestión de Kicillof”.
Asimismo, las autoridades de Rojas explicaron que el “municipio no se adhirió al Plan Qunita bonaerense pero no por razones políticas, sino porque es una necesidad que la localidad ya tiene cubierta con el Servicio de Neonatología y Obstetricia del Hospital Municipal Saturnino Unzué, que es una referencia en la región sanitaria”.
Por su parte, desde el municipio de San Isidro plantearon que el Plan Qunita bonaerense es “un programa electoralista que tuvo una pésima implementación porque hay un desconocimiento total por parte de la Provincia de lo que hacen los intendentes”. “Muchos de estos programas ya los implementamos y con mejores resultados. A diferencia de otros municipios, tenemos un hospital maternoinfantil” concluyó Posse.
En esta línea, fuentes municipales de San Miguel aseguraron que no adhirieron al Plan Qunita bonaerense porque no están de acuerdo con los “términos del convenio que la Provincia quería que la comuna firme”. “Además, se trata de prestaciones que ya atendemos con recursos propios”, manifestaron desde la municipalidad conducida por Méndez.
En el municipio de Bahía Blanca negaron motivaciones políticas y advirtieron que las “mismas cosas que se pueden utilizar del Plan Qunita bonaerense se instrumentan desde las unidades sanitarias”. “Estaba acordado, lo que pasa es que ahora se tiran cosas por la época política. El hospital municipal no tiene maternidad, la maternidad está en el hospital provincial”, puntualizaron.