El último tren a Pehuajó llegó este sábado 26 de octubre de 2024, en medio de la nostalgia y la tristeza de sus pasajeros y la comunidad que se despide de una conexión que no hace tanto tiempo había sido recuperada.
Trenes Argentinos, en un contexto de aumento de costos, desinversión estatal, y baja en la demanda por los altos incrementos en el pasaje, decidió suspender definitivamente el servicio entre Once y Pehuajó a partir de noviembre, limitando la frecuencia únicamente hasta la ciudad de Bragado.
En su cuenta de X, el intendente Zurro dijo que Hoy a las 20:30 hs. se va el último tren de Pehuajó, de la era del nefasto Milei, de la era del mentiroso Caputo. Que vergüenza todo lo que no está pasando».
Así, un símbolo de unión y memoria colectiva queda relegado al pasado, como ocurrió en los años noventa con la desaparición de muchos ramales ferroviarios en Argentina bajo el lema «ramal que para, ramal que cierra».
Este tren, que solo partía de Once los viernes para llegar los sábados a Pehuajó, era más que un medio de transporte: era un nexo entre generaciones, una vía de comunicación esencial que ahora desaparece, dejando un vacío en la vida de los habitantes de Pehuajó y las localidades intermedias. Para muchos, el cierre evoca la melancolía de ver apagarse el latido de pequeñas ciudades que dependen de estas conexiones para no quedar aisladas.
Así, Pehuajó y sus alrededores sentirán otra vez el golpe de la desconexión, un escenario que en la década de los noventa llevó a muchos pueblos a transformarse en “pueblos fantasmas” por la falta de transporte y oportunidades.