El Tribunal Supremo de Brasil le ordenó al Ejército que en un plazo de 24 horas desactive los «campamentos bolsonaristas» para que vuelva la calma al país.
Luego del caos que se vivió el domingo con la invasión de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro al Congreso Nacional de Brasil, el Tribunal Supremo de Justicia le ordenó al Ejército desmantelar todos los “campamentos bolsonaristas” en un plazo de 24 horas para desactivar los focos de conflicto.
El magistrado Alexandre de Moraes dijo que “nada justifica la existencia de campamentos de terroristas, financiados con la complacencia de autoridades civiles y militares de forma totalmente subversiva».
Moraes remarcó la importancia de que estos campamentos sean completamente desmantelados a medida que la Policía arresta a “todos aquellos manifestantes que aún queden en las calles” tras una jornada que tuvo alrededor de 400 detenidos.
Además, señaló que las principales autovías de país, parcialmente ocupadas por la turba de seguidores, deben ser desbloqueadas a lo largo del día.
Ante el caos generado, el presidente Lula Da Silva decretó la intervención federal del área de seguridad de Brasilia hasta el próximo 31 de enero, con lo que las policías regionales estarán bajo control del Gobierno central durante ese periodo.
El asalto al Congreso, la Presidencia y el Supremo solo se resolvió después de cuatro horas y media de desconcierto, cuando agentes antidisturbios cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra los exaltados que estaban dentro y fuera de los edificios de los tres poderes.
Esos grupos radicales no reconocen el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 30 de octubre, que Lula le ganó a Bolsonaro, y han venido exigiendo una “intervención” militar que devuelva al poder al capitán retirado del Ejército, actualmente en los Estados Unidos.
Rechazo generalizado
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, calificó las acciones como «actos antidemocráticos» e informó que mantuvo una conversación con el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, quien comunicó «que está concentrando los esfuerzos de todo el aparato policial para controlar la situación».
«Las fuerzas de seguridad del Distrito Federal, además de la Policía Legislativa del Congreso, están comprometidas con la acción. Repudio con vehemencia estos actos antidemocráticos, que deben someterse urgentemente al rigor de la ley», escribió Pacheco en su cuenta de Twitter.
Asimismo, el ministro jefe de la Secretaria de Comunicación Social de la Presidencia, Paulo Pimenta, afirmó que la manifestación proviene de «una minoría golpista» que incita a la violencia.