Un grupo integrado por sesenta jóvenes de la ciudad de Don Torcuato y alrededores vistió la ciudad durante la semana pasada, donde realizaron diversas actividades junto a niños, niñas y jóvenes. Milagros y Joaquín, dos de sus integrantes, contaron que los moviliza para llevar adelante estos actos de amor, de fe y de esperanza.
Durante toda la semana pasada la comunidad del barrio Progreso tuvo la posibilidad de convivir prácticamente con un grupo de jóvenes que recorrieron las calles, visitaron viviendas y compartieron diferentes actividades con niños y jóvenes.
El grupo de jóvenes Misioneros de Santa María de la Estrella compartió momentos imborrables con la gente de Rojas, llegando con el propósito de escuchar a los vecinos, saber de sus inquietudes, sus necesidades, y a la vez ofrecer su mensaje de fe, de amor y esperanza.
Milagros y Joaquín son dos de los integrantes de este grupo de sesenta chicos y chicas que convivieron con los vecinos de barrio Progreso y también recorrieron diferentes lugares de la ciudad, incluso desarrollando retiros y actividades en la Parroquia San Francisco de Asís.
En su estadía en Rojas también visitaron los estudios de la 92.5, donde contaron sobre el origen de esta comunidad religiosa que involucra a la juventud: “Somos un movimiento misionero que se llama Santa María de la Estrella, es la primera vez que venimos a Rojas y hacemos distintas actividades como encuentros para niños, talleres, les enseñamos algunas cosas sobre la fe, compartimos un rato agradable dando mucho amor, que es muy necesario en estos tiempos”.
“También hacemos encuentros para jóvenes y adultos, donde la idea es que tengan un espacio para compartir, para conocernos a nosotros, que sepan que puedan contar con nosotros“, comentó Milagros.
“Como nos vamos a guardar ese amor que tenemos dentro, no podemos irnos de este lugar sin que la gente se sienta amada, y simplemente con tocar una puerta, compartir un mate, escuchar una persona que quizás está sola todo tiene sentido, es el encuentro con el otro, algo que me parece impresionante, donde la gente nos abre el corazón”, agregó la joven.
“Cada vez que volvemos de misionar es algo fantástico, porque nos toca mucho ese momento en que una persona nos cuente como se siente y hacerle un rato de compañía”, expresó con palabras llenas de sentimiento.
Joaquín dijo sobre las sensaciones que deja cada misión que “me quedo mucho con la palabra, dar ese amor que nosotros en algún momento nosotros recibimos, eso queremos transmitir, llevarlo a las casa, me gusta sentarme a escuchar y abrazar desde ese lado“.
Milagros contó que “Santa María de la Estrella es un movimiento que existe hace muchos años, que nació de un grupo de chicos que se les ocurrió salir a misionar y se fueron organizando para realizar distintas actividades que se van llevando a cabo a lo largo del año, además tenemos retiros espirituales que hacemos en diferentes meses, salimos a misionar en verano y en invierno, también hay misiones para secundarios en Semana Santa y en octubre, donde vamos encontrando personas que se van sumando“.
La jovencita señaló en Radio Rojas que “antes de salir a misionar tenemos un mes de preparación, donde nos juntamos todos los domingos con distintas dinámicas o temas a hablar, como el ser apostólico, los consejos evangélicos, abrir el corazón para llevar la palabra de Jesús a cada lugar, también lo hacemos para conocernos entre nosotros“.
“Santa María de la Estrella tiene muchas sedes, nosotros somos de la sede de Don Torcuato, y lo que generalmente sabemos es el momento que tenemos la misión, a partir de allí enviamos las invitaciones, y después surge el boca en boca para ir invitando gente para armar la comunidad, en tanto se designan dos rectores para comenzar con los rodajes. Primero se hace un rodaje que consta de una oración y después nos vamos juntando cada domingo“, sostuvo Joaquín.
La llegada a Rojas
El joven habló sobre como surgió la posibilidad de venir a Rojas: “Con nuestra sede veníamos misionando a San Nicolás, donde cerramos el proyecto este verano, y después estaba este proyecto de venir a Rojas, donde nos comunicamos con el Padre Aldo, que nos invitó con muchas ganas para que viniésemos y desde el primer momento lo tomamos con mucho entusiasmo, tratando de llegar a distintos lugares. En invierno las salidas duran una semana y en invierno son dos, algo que no varía de acuerdo al lugar que sea elegido”.
Milagros dijo sobre las actividades que cumplen en cada salida que “salimos a misionar a la mañana, volvemos al mediodía, almorzamos, se hace una oración en el lugar que estamos alojados y luego continuamos a la tarde, y después comenzamos con los encuentros con los niños, niñas, adultos y jóvenes“.
Sobre las actividades que realizan en cada comunidad señaló: La intención de hacer los encuentros para jóvenes y adultos es generar comunidad, eso es lo más lindo, queremos que ellos se conozcan desde otro lugar, que puedan compartir, porque no es lo mismo conocerte con otra persona cuando está Jesús de por medio que cuando no lo está, al menos eso lo puedo decir desde mi experiencia“.
“Estoy trabajando en una Fundación, con niños, y trato todos los días mostrarles, enseñarles, que les quede muy grabado que son valiosos, que son amados hagan lo que hagan, porque creo que en algún punto todos estamos un poco rotos en algún margen de nuestra historia, por eso la importancia de encontrarnos con alguien que les recuerden lo que valen y que son merecedores de amor, que no son buenos los niños porque les vaya bien en el colegio o porque han tal o cual acción, sino que son buenos siempre y merecen todo el amor“, indicó la jovencita.
“Muchas veces no es fácil llevar ese mensaje de amor porque también tiene que ver con el origen, porque quizás nos encontramos con un padre que también que está herido, que quizás su madre también lo estaba y lo crio lo mejor que pudo, por eso llegar a ese lugar con el abrazo, con la mirada, es lo que buscamos, hacerles sentir que son valiosos para nosotros simplemente por el hecho de estar al lado nuestro“, comentó.
Por su lado Joaquín consideró que “cuando uno pasa a la juventud se va esa inocencia, esa alegría que tenemos cuando niños, que quizás por más que están heridos tienen esa chispa diferente, por eso a los jóvenes hay que abrazarlos igual o más, hacerles sentir que hay alguien que los ama, e intentar guiarlos al camino de quererse a uno mismo y valorarse mucho, creo que esa es la clave, porque si uno se valora a uno mismo es más fácil querer a los demás“.
Llegando al fin de su paso por Rojas Milagro habló sobre lo que se lleva de cada lugar en el cual va a misionar: “Despedirme de cada lugar siempre me cuesta un montón, siempre terminamos todos llorando, a los abrazos, agradeciendo, nos vamos con el corazón rebalsado, para nosotros, que nos abran la puerta es un regalo de verdad, es una confianza absoluta, un momento muy valioso, el hecho de compartir un momento con otra persona no tiene precio, y nos terminamos llevando mucho más de lo que podemos brindar“.
“Estos momentos de estar más cerca de las personas se viven mucho a flor de piel, por eso que nos llevamos cosas que nos llenan un montón, es una semana muy movilizante en lo sentimental, y cuando regresamos a nuestras casas nos sentimos en paz, como que hemos dejado todo el amor en cada lugar, y si es que eso pasó es porque un bien hicimos, y eso hace que nos podamos sentir mejor con nosotros mismos“, cerró Joaquín.