Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las lluvias de fines de mayo «rompieron los patrones estadísticos, dejando acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales».
«Pero el agua no llegó al oeste y más del 50% de la región pampeana sigue aún sin condiciones para la siembra», advirtió la entidad en su Guía Estratégica para el Agro (GEA).
Tras señalar que «el clima volvió a sorprender al sector», resaltó que «esta vez (haya sido) a favor: por primera vez en los últimos 12 meses se produjo un evento de lluvias muy importantes con acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales de mayo».
Para la BCR, el evento «llega a tiempo para cambiar las posibilidades productivas del trigo 2023/24».
Asimismo, recordó que «hubo una situación similar dos años atrás (27 de mayo de 2021)» que fue «clave» para impulsar la siembra de trigo (que se convertiría en récord histórico de la Argentina).
El evento de hace dos años, precisó el trabajo, «quebró la preponderancia de las lluvias por la franja este y dejó acumulados de más de 100 milímetros en el oeste».
Lamentablemente, aclaró, en esta oportunidad la mejora «sólo llegó a la franja este» de la región pampeana.
Según el portal Agrositio, estas lluvias «seguramente permitirán incorporar área a la fina, principalmente sobre el este, áreas que por cierto hasta hace diez días estaban totalmente descartadas».
Las complicaciones sobre el oeste «siguen latente», advirtió sin embargo el sitio especializado, que agregó que «el agua necesaria para recuperar con perfiles y sembrar sin riesgos no se está viendo en los pronósticos y por otra parte entramos en el típico retroceso pluvial de la franja oeste».
«Seguramente se pierda un área con potencial para la fina en esta franja del país», completó.
La BCR remarcó que con estas lluvias quedó atrás «uno de los peores escenarios de siembra triguera de los últimos 15 años», con perfiles de los suelos en el centro de la región pampeana en las condiciones «más secas de los últimos 30 años»,
Las lluvias de la última semana se recostaron sobre el este: desde el 17 de mayo la franja este de la región núcleo recibió entre 50 y 175 mm.
Así, se verificó un cambio rotundo de escenario en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos.
Pero el agua no llegó al oeste y Córdoba, La Pampa y San Luis siguen aún sin condiciones para la siembra triguera.
Hasta el 29 de mayo, 70% de Santa Fe, 50% de Buenos Aires, 80% de Entre Ríos y sólo 5% de Córdoba recibieron más de 50 mm.
En Santa Fe, una de las provincias más castigadas por la gran sequía del verano, 30% de su superficie (centro y SE provincial) recibió más de 100 mm.
En Buenos Aires, 60% de su extensión recibió lluvias de 30 a 120 mm: además de una gran descarga en el NE bonaerense, las tormentas más fuertes se desarrollaron en el centro este; mientras que el agua no llegó a la franja oeste.
En Entre Ríos, 40% del territorio superó los 100 mm; y en Córdoba sólo algunas localidades del este provincial, cerca del límite con Santa Fe, recibieron lluvias por encima de los 10 mm.
«Desde comienzos de abril, los acumulados pueden verse como normalizados por la estadística, sin embargo la concentración de las precipitaciones en apenas unos días dista mucho de ser beneficiosa; mejor que el agua haya llegado, pero también es reconocible el impacto negativo de esta notable sobreoferta de agua», lamentó Agrositio.
Tras las lluvias, casi la mitad de la región núcleo tendrá agua para sembrar trigo, cuando una semana atrás sólo los alrededores de Rosario estaban en condiciones de hacerlo; y la intención de siembra de la región mostraba una caída de 50% respecto de 2022.
Tras el evento climático, el cambio que hubo en los perfiles es notorio y casi la mitad del área tiene ahora una recarga de 50% del agua útil o más en los suelos.
El mapa de humedad edáfica actualizado muestra hasta excesos hídricos en los alrededores de Rosario; y, en el NE de Buenos Aires, las reservas acumulan entre 50 a 100% de agua útil; pero hacia el oeste el contenido de humedad sigue escaso.
Por ello, para la BCR, parece «complicado» recuperar el nivel de siembra del año pasado porque en el oeste aún faltan muchos milímetros.
Para los próximos días, la Bolsa de Cereales estimó que tras un moderado ascenso térmico -sin superar los registros normales para la época, salvo algunos focos cálidos sobre el norte del área agrícola- se producirá el paso de un frente que provocará precipitaciones escasas a muy escasas, salvo algunos focos sobre el norte del área agrícola, y nevadas sobre la Cordillera y el norte de la Patagonia.
El proceso finalizará con la entrada de aire polar, produciendo un descenso térmico, con riesgo de heladas en las zonas cordilleranas y serranas, incluyendo las serranías pampeanas y algunos focos sobre el sur del Uruguay.
Las lluvias que se esperan en las próximas jornadas, coincidieron desde Agrositio, se recostarán en la franja este del país entre el viernes y el domingo.
Las mismas serán de acumulados mayormente modestos, con algunas áreas reducidas donde pueden concretarse chaparrones de mayor volumen, agregaron.