La desregulación de las tarifas decretada por Javier Milei dio como resultado un aumento exponencial (que ahora están intentando frenar). Un estudio realizado por un instituto dependiente de la UBA y el CONICET muestra el impacto del aumento de los servicios públicos para las familias del conurbano bonaerense. ¿Seguirán subiendo?
El reporte de tarifas y subsidios elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) correspondiente a mayo sugiere que sí. Es que a pesar de las subas récord de los últimos meses, el Estado sigue haciéndose cargo del 63 por ciento del costo de los servicios públicos del AMBA a través de subsidios. Vale recordar que, el plan del gobierno libertario es reducir al mínimo esos subsidios.
Aún así, el costo de la canasta total se incrementó 295 por ciento respecto de diciembre de 2023, es decir, en seis meses. Esto responde a las actualizaciones de de las tarifas de transporte (en enero y febrero), de luz (en febrero), agua y gas natural (en abril).
Con esos aumentos, la canasta de servicios públicos del conurbano bonaerense ocupa el 14 por ciento del salario promedio registrado del mayo. Según el IIEP, un hogar promedio del AMBA, sin subsidios, gasta $118.825 pesos en el mes en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable.
Se trata de una suba del 15,6 por ciento en comparación con el mismo relevamiento del mes anterior. En ese momento, el instituto había calculado en 102 mil pesos el costo de la canasta de servicios públicos en el AMBA.
El aumento de más de 15 puntos de la canasta energética se corresponde con una caída del 40,8 por ciento de los subsidios que distribuye el Estado (medido en términos reales). A esta quita se le suma un problema: la deuda, principalmente, con CAMMESA.
Concretamente, durante el primer cuatrimestre, el Estado nacional aumentó su deuda flotante en 356.996 millones de pesos de los cuales 170 mil millones corresponden a CAMMESA y otros 90 mil millones a ENARSA (gas).