La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Asociación Argentina de Pediatría Infanto Juvenil y Profesiones Afines (AAPI) que las apuestas en línea son en la actualidad una problemática creciente en la niñez y la adolescencia.
Estos juegos de azar “ofrecen una accesibilidad sin precedentes”, indicaron las entidades en un documento, ya que están al alcance de la mano, a través de los teléfonos celulares. Esta problemática es además un emergente en las escuelas, donde adolescentes y niños, alejados de sus padres, aprovechan para apostar en clase y en los recreos.
La SAP y la AAPI señalaron en un documento que “la niñez y la adolescencia son etapas de la vida en la que somos particularmente vulnerables a desarrollar distintos tipos de adicciones”, por lo que “la exposición temprana a los juegos de azar puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de juego compulsivo en la edad adulta”.
Si bien un porcentaje muy pequeño de las personas mayores de edad que juegan en casinos o bingos desarrollan un problema con el juego, es muy distinto que el juego de azar por dinero comience a temprana edad.
“El problema no es solo psicológico, el juego incide en circuitos neuroendocrinos cerebrales activando sistemas de recompensa rápida que producen placer inmediato y mucha necesidad de continuar jugando, ya que tienden a ser repetidos compulsivamente”, fundamentaron los pediatras.
En esa línea, el texto añadió que “el estrés, la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden surgir como consecuencia de los problemas de juego en línea”, así como también pueden desarrollarse otras conductas como tomar dinero familiar o las tarjetas de crédito.
La organizaciones recomendaron que “es crucial que los padres, tutores y educadores estén informados sobre los riesgos asociados con las apuestas en línea”.
De igual modo, subrayaron que “los gobiernos y las autoridades reguladoras deben implementar medidas efectivas para proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes de las prácticas de juego en línea”.
Programa de contención bonaerense
En la provincia de Buenos Aires existe desde 2005 el Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo, articulado desde el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la provincia de Buenos Aires, entidad que se encarga de explotar, administrar y regular el juego en todo el territorio bonaerense. Si bien está destinado a personas adultas que desarrollan un problema con el juego, los profesionales de esta red de contención -que cuenta con sedes en varias localidades- aseguran que esta problemática en menores de edad está instalada e irrumpió de forma muy rápida. Por ese motivo, brindan charlas y asesoramiento a las escuelas que lo requieran.
“Entre los ‘80 y los ‘90 se vivió el cambio de los juegos tradicionales, de paño, a los juegos electrónicos, y de la pandemia a esta parte, estamos viviendo otra transición que es hacia lo virtual, todo lo que tiene que ver con casinos virtuales, que es un poco la problemática por la que hoy estamos recibiendo mucha consulta”, explicó Matías Donofrio, psicólogo y coordinador de la sede el Programa en la sede de Olavarría.
En la misma línea, María Belén Taborda, psicóloga responsable del programa en la localidad de Pergamino, dijo a DIB que esta problemática de los juegos y apuestas online “es mucho más difícil de abordar que el del jugador de sala, porque no hay control, está disponible 24/7 para la persona, puede hacerlo en cualquier lugar sin que el otro se entere, ya que se accede con el celular”.
“En nuestro centro de Pergamino recibimos el año pasado demandas de instituciones educativas para realizar asesoramiento y actividades preventivas, porque observaron que los adolescentes juegan por dinero a través de las billeteras virtuales o con la participación de adultos que les compran las fichas porque son menores de edad, esto abre el riesgo a cualquier otra cosa, porque no sabemos quiénes son, si el menor va en forma presencial a llevar el dinero”, añadió la especialista.
Taborda hizo hincapié además en la corresponsabilidad de los adultos en estos casos y en la necesidad de que se involucren. La psicóloga reflexionó sobre la rapidez en la que se instaló esta modalidad de juego, de forma inesperada. “Hace unos años veíamos el juego online de los adolescentes, con computadoras, sin dinero mediante, como un posible pasaje al juego por dinero presencial. Trabajábamos esa relación de juego, del sujeto con el objeto durante horas, problemáticamente, para que no evolucionara al juego presencial por dinero. Y nos aplastó la realidad”, sostuvo la psicóloga. “Apareció el juego online por dinero, con acceso directo y sin regulación. No hay freno para los adolescentes si no hay un adulto atento. Hay un componente cognitivo en el jugador, de distorsiones, donde se cree que puede controlar los resultados del azar, que le encontraron la vuelta a la máquina, a lo que sea. Ese pensamiento omnipotente, mágico, en un adolescente es mucho más complicado”, concluyó. (DIB) ACR