Durante el encuentro, Perczyk presentó la hoja de ruta sobre el plan de acción a llevar adelante durante el primer semestre del año próximo y resaltó que “será un placer recibirlos en nuestro país y compartir acciones para alcanzar una educación equitativa y de calidad para todas y todos los ciudadanos del MERCOSUR”.
Destacó el trabajo desarrollado por el Sector Educativo del MERCOSUR “como ámbito de concertación de políticas desde una perspectiva de derechos” y sostuvo que la educación “cumple un papel fundamental a la hora de favorecer y consolidar el proceso de integración regional”.
“Estimula la movilidad de las personas, incentiva los intercambios de conocimiento, contribuye a la formación de una identidad y ciudadanía regional y genera habilidades y destrezas que preparen a niños, niñas, jóvenes y adultos de nuestra región para enfrentar los desafíos que impone el mundo contemporáneo”, aseguró.
Durante el encuentro, en el que las autoridades uruguayas informaron a sus pares los logros alcanzados en el ámbito educativo regional durante este semestre, Perczyk planteó también que el 2022 “ha sido un año de grandes hitos para la educación, lo que ha contribuido a ponerla en el centro de las agendas públicas tanto a nivel nacional como regional y global”.
“Los pueblos de la región reconocemos a la educación como un derecho humano fundamental, un bien público social y una responsabilidad indelegable de los Estados, que pone a las y a los estudiantes y a las comunidades en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje”, precisó.
Explicó que “las consecuencias de la pandemia por COVID 19 en los aprendizajes y continuidad pedagógica de niñas, niños, jóvenes y adultos no han hecho más que profundizar las desigualdades educativas preexistentes en casi todos nuestros países”.
“Nos enfrentamos a un escenario complejo, que requiere del aporte de nuevas miradas y propósitos para abordar el presente y futuro regional y mundial”, consignó.
Recordó que en el 2023 “nuestro país celebrará el 40° aniversario del regreso de la democracia y educar desde una perspectiva en y para los derechos humanos es un compromiso con nuestras democracias, y expresa una decisión política vinculada con la construcción de nuevas ciudadanías”.
“La escuela debe acompañar la formación para el reconocimiento y la ampliación de derechos, profundizar los procesos de reflexión y aprendizaje en torno a nuestros pasados dolorosos con el objetivo de construir una sociedad cada día más justa y libre de violencias”, destacó.