Ciudadano Ilustre de Rojas, miembro fundador del TAFS y tesoro viviente del movimiento teatral independiente, Charol nos visitó en nuestros estudios de Radio Rojas y analizó el quehacer artístico y cultural de la ciudad – “Como el Ave Fenix, el TAFS va a resurgir de sus cenizas”, afirmó Araldi
Ciudadano Ilustre de Rojas, miembro fundador del TAFS y tesoro viviente del movimiento teatral independiente, Alfredo Doraglio “Charol” Araldi nos visitó en nuestros estudios de Radio Rojas, acompañado del artista plástico Ricardo Salgado, y analizó el quehacer artístico y cultural de la ciudad.
“La cultura en nuestro país y sobre todo en nuestra ciudad está un poquito desconectada de las autoridades y de quienes tienen la responsabilidad de generar condiciones para que se pueda desarrollar. Porque la actividad cultural y artística en una comunidad como la nuestra es muy importante porque ayuda a la formación, ayuda a tomar criterios, desarrollar la inteligencia y participar de otra manera, más activa y más positiva”, sentenció el veterano teatrista.
“Me siento agradecido al destino que me ha permitido tener la suerte de estar acá todavía, soy el último de los que empezamos con esto y puedo seguir en actividad, mientras que hay algunos compañeros que son fundadores del TAFS, pero se alejaron hace muchísimos años de la actividad, mientras que en lo personal siempre estoy amagando y no me voy nunca (risas) …”, añadió.
ARTE Y PARTE
“Lo que noto desde mi pequeño lugar es que a nivel mundial hay un bajón bastante pronunciado en cuanto a la calidad de las interpretaciones artísticas, sean de teatro, música u otras cosas; veo que no hay tanta producción como hace algunos años, y eso conspira también contra el desarrollo del artista. Veo además que la televisión impone ciertas normas que han ido conspirando con la calidad de la interpretación teatral: ya no se trabaja como antes, ahora se trabaja en lo que llamamos ‘primera persona’. También está la rapidez con que se trabaja, que no permite elaborar bien el material como se tendría que hacer; además tampoco hay autores que reflejen profundamente la realidad del momento como lo hacían autores como Gorostiza, Cossa, Cirigliano…”
ROJAS Y EL TEATRO
“La actividad que hay en estos momentos en el teatro de Rojas es bastante amplia, mucho más amplia que antes, porque antes estábamos nosotros y quizás algún grupo más, y ahora hay un montón. Pero como yo le dije a algunos, cantidad no es sinónimo de calidad, no es cuestión de hacer un montón de obras y que no se lleguen a elaborar más profundamente. Pero sí es cierto que hay más actividad y eso es importante. Sin embargo en lo personal me pega un poco porque vengo de una escuela más severa, más estricta, y ahora veo que de la noche a mañana aparecen directores, y no es así. Tengo el deber y la obligación de alentarlos a todos, y de hecho lo hago, incluso les he regalado mucho material porque soy teatrero de alma; pero también hay que saber que no es tan fácil como se dice ni tan difícil como parece, pero hay que meterse, hay que meter todo el cuerpo, y eso lleva un proceso de tiempo. Hay muchos requisitos en el escenario que hay completar y que si no lo estudiaste no los podés cumplir, por ejemplo el equilibrio. De hecho, cuando comenzó el teatro no se le podía dar la espalda al público, le llamábamos la cuarta pared, y el centro del escenario lo usaban nada más que las primeras figuras, eso se rompió en buena hora y sirvió, pero a su vez veo que se toma con demasiada facilidad. Hay maestros que dicen que el mejor maestro es el escenario, y hay maestros que te dicen que cuando el actor llega al escenario se terminaron los libritos, por eso todo demanda una exigencia, y hay que prepararse. Ahora hay más posibilidades, no de vivir de esto porque siempre fue muy complicado, pero hay más posibilidades de trabajar en el plano rentado que cuando empezamos nosotros, porque ahora están dando clases en las escuelas gente que tiene experiencia, y no es lo mismo estudiar en un curso o taller con un profesor que hacerlo en una escuela de teatro. Y no es lo mismo porque la escuela de teatro te enseña vocalización, expresión corporal, escenografía, vestuario, maquillaje, análisis de texto, mientras que el profesor particular te va dando algunas recomendaciones y chau, y después esa exigencia se nota en los trabajos”.
QUÉ ES EL TEATRO
“El teatro es la vida humana trabajada y puesta en escena. Tiene la virtud de poder representar lo que ocurre en la vida de las personas, y así sabemos lo que pasó hace cinco siglos atrás a través del teatro o del cine. La obligación del teatro es mostrar cosas que estén bien hechas, y través de lo cómico también se puede hacer una crítica social, por ejemplo (Luigi) Pirandello fue quizás el mejor en hacer críticas a través de la gracia. El teatro representa la esencia del ser humano, con sus virtudes y sus defectos, y eso es lo que tiene que representar el actor, que en definitiva representa acciones cotidianas, que en la vida diaria son un acto voluntario, pero en el teatro son impuestas, y lo que tenemos que hacer nosotros es reproducir las acciones cotidianas que sufre el ser humano durante el día, llevarlas al escenario y darles vida”.
EL TRABAJO DEL ACTOR
“El trabajo del actor no es leer un texto o un guión y repetirlo, sino que, con los elementos que le da el autor, y mediante su cuerpo, tiene que generar un personaje, tiene que parir en el escenario un ser humano, que va a reír, a cantar, a llorar. Hay dos tipos de actores: el cerebral, que es el que te hace llorar, que te inunda el escenario de llanto, y cuando termina pregunta qué tal estuvo, y está el otro que llamamos visceral, que trabaja con todas las vísceras. Ese actor, cuando finaliza una escena, termina cansado, transpirando, y sufre, porque el personaje pasa a ser propio, uno pasa a ser la persona que representa. Yo soy un actor netamente visceral. En ese sentido el personaje del que me costó desprenderme fue el de un alfarero que hice en ‘Monserrat’, prisionero de los españoles, otro fue el Viñales de ‘La fiaca’, que fue un trabajo muy bien hecho. Otro fue el jorobado de Juvenilia, que era un personaje real, dueño de toda la Patagonia. Es cierto que no podría decir cual prefiero de todos porque me enamoré de cada uno de los personajes. Y digo que es interesante el trabajo en el teatro porque te permite ser rey, cura, mendigo, chorro, y para convencer al espectador que pagó la entrada la interpretación tiene que ser muy sincera”.
MÉTODOS Y MÉTODOS
“Stanivslaski, el gran maestro, empezó a estudiar la conducta del ser humano frente a distintas situaciones: cómo reaccionaba en momentos alegres o tristes o lo que sea, y ahí fue generando su método. También estableció que no es lo mismo ‘mirar’ que ‘ver’, porque mirar es lo que hacemos en cada instante, pero ver es concentrarse en un punto, y él dice que cada individuo tiene sus órganos desarrollados de acuerdo a la actividad que realiza. Entonces crea una serie de ejercicios, y de allí que la primera etapa del aprendizaje es muy aburrida, estamos veinte minutos observando un elemento, y después hay que decir qué cosas tiene ese elemento, y los que están mirando tienen que decir qué les pareció: si el tipo estaba concentrado viendo, o fingía que estaba viendo. Por eso hay una serie de ejercicios que (Stanislavski) desarrolló para que el tacto, el oído, el gusto, y los desarrollemos de acuerdo a lo que vayamos a trabajar, y hacerlo hacerlo de una manera rápida para que sirva para el teatro, porque en ese lugar debemos tener la velocidad en la mente y el cuerpo para responder ante la necesidad”.
EL DIRECTOR INOLVIDABLE
“Mario Marcel fue el director con el que más me sentí identificado. Nos hacía trabajar durísimo. Con el fue que hicimos ‘Homo Dramaticus’, de Alberto Adellach. Fue el profesor del que más aprendí. Como Marcel había estudiado en México tenía la teoría de que el actor era haragán y que se quedaba con lo primero del personaje, y ahí se planchaba. Por eso es el que él iba tirando ideas, y cuando veía que el actor no respondía más se plantaba, era un loco bárbaro (risas)…”
EL TAFS, SIEMPRE
”Como el Ave Fenix, el teatro TAFS va a resurgir de sus cenizas. Están trabajando muy bien los chicos, han tenido que afrontar mucha burocracia y gastar mucho dinero, pero ahora estaríamos cerca de recibir la escritura. Creo que el 8 de febrero se realizará la ceremonia en el municipio, y después faltaría el tema del elevador, que cuesta mucho dinero, y vamos a ver cómo se soluciona. Allí noto que hay una falta de criterio de quienes controlan, porque son casas de hace muchos años y cuesta mucho la adaptación. Por eso me parece que no habría que seguir demorando la reapertura del TAFS. Además nos serviría para trabajar y juntar fondos para cumplir con todas las exigencias. Mientras tanto está claro que el compromiso es de abrirlo prontamente…”