La Hidrovía del Río Paraná, una arteria fluvial vital para el comercio y la economía argentina, se encuentra en el ojo de la tormenta tras el anuncio del gobierno nacional de Javier Milei sobre un acuerdo que facilitaría la presencia del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos en su administración.
Este hecho desata una ola de reacciones a lo largo del país, con múltiples voces alzándose en defensa de la soberanía nacional.
El gobierno de Buenos Aires, liderado por Axel Kicillof, ya expresó su preocupación por la falta de transparencia y formalidad en el trámite del acuerdo, temiendo que pueda afectar los intereses provinciales y la soberanía del país.
En un comunicado, la provincia solicitó acceso a la información detallada sobre las condiciones del memorándum de entendimiento firmado por la Autoridad General de Puertos (AGP) con Estados Unidos.
AXEL KICILLOF ¿UN NUEVO MANSILLA?
En un eco resonante de la histórica Batalla de la Vuelta de Obligado, donde las fuerzas argentinas resistieron valientemente la invasión anglo-francesa en 1845, el gobernador Axel Kicillof se erige hoy como un moderno defensor de la soberanía.
Al igual que aquel 20 de noviembre, cuando la Confederación Argentina, bajo el mando de Lucio Norberto Mansilla, enfrentó a las flotas extranjeras en un estrecho del Río Paraná, Kicillof podría erigirse en el único desafíante de la presencia extranjera en la misma vía fluvial.
La Vuelta de Obligado, un punto estratégico donde el río se angosta y gira, fue el escenario de una batalla que, aunque resultó en una victoria pírrica para los invasores, marcó un triunfo estratégico para Argentina, forzando eventualmente a las potencias europeas a reconocer la soberanía argentina sobre sus ríos interiores.
Hoy, la provincia de Buenos Aires, custodia de ese legado, podría posicionarse nuevamente en un papel central, cuestionando acuerdos que comprometerán la autonomía sobre los recursos naturales y vías comerciales.
COMUNICADO DE ATE SOBRE LA HIDROVÍA
Por otro lado, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) está convocando a estado de alerta y movilización, denunciando lo que consideran una ocupación de territorio argentino por parte de fuerzas extranjeras.
ATE argumenta que la presencia estadounidense no solo amenaza la soberanía nacional, sino que también podría tener consecuencias desastrosas para las comunidades locales y el medio ambiente. Y aún va más allá cuando los estatales aseguran que «aceleraría la instalación y expansión del narcotráfico en las ciudades portuarias, como sucede en Rosario».
El debate se intensifica mientras aún se espera una definición más precisa sobre cómo el gobierno libertario manejará la administración de la Hidrovía.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa atentamente, ya que el resultado de esta controversia podría sentar un precedente significativo para la gestión de recursos naturales y la soberanía territorial en América Latina.