Ricardo Salgado suma en su prolífica trayectoria en el arte no sólo una cuantiosa y sorprendente obra, sino además un cúmulo de reflexiones valiosas sobre el arte y el hecho artístico en sí – El artista pasó esta semana por Radio Rojas y, en El Nuevo en Radio, compartió interesantes conceptos al respecto
Pionero de las acciones performáticas en Rojas, artista plástico, poeta, Ricardo Salgado suma en su prolífica trayectoria en el arte no sólo una cuantiosa y sorprendente obra, sino además un cúmulo de reflexiones valiosas sobre el arte y el hecho artístico en sí.
“Con el paso del tiempo vamos adquiriendo una sensibilidad mayor. O quizás es la misma sensibilidad con mayor conciencia. Y le damos permiso a nuestra mente y el corazón de transitar ese momento. A lo mejor cuando se es más joven ese momento caduca rápidamente, ya que es poco el tiempo que le damos para valorar o sufrir las diferentes situaciones. En el caso del arte las obras van pasando por un tamiz a través del tiempo, y si bien muchas obras conservan alguna esencia, dejan de tener validez en el contexto”, reflexionó a ese respecto Salgado, quien viene de exponer “Uno que somos todos”, su última instalación y acción, en Pergamino.
En la misma línea, observó que “hay obras mías en particular que, con el paso de los años, las encuentro totalmente vigentes… lamentablemente, por ejemplo la del Signo Peso, que más que nunca claramente es hoy signo opresor de la mayoría de la humanidad. De allí que esas acciones artísticas, que incluyen el espacio, el cuerpo, la participación, el tiempo y un concepto, aún están vigentes.
“Teatro Antidisturbios también se mantiene vigente, porque estamos en un mundo desquiciado, ultraviolento, y que genera desesperanza, como decía en su momento, en los años ‘70 Hugo Guerrero Marthineitz. Es una desesperanza que se traslada hasta estos días, y está en cada artista tratar de visualizar en su contexto histórico lo que quiere comunicar y cómo lo quiere comunicar, y que sea de la mejor manera para que ese mensaje se mantenga vigente, algo que no siempre se logra”.
Respecto de su trabajo actual, Salgado explicó que “mi última obra la presenté post pandemia y me pareció que el espacio de la Casa de la Cultura en Pergamino era muy adecuado para esta instalación y se dio. Realizamos las gestiones correspondientes, y por eso me siento agradecido de esa oportunidad, y por lo recibido, algo que no es menor”.
LA OBSTINACIÓN DEL ARTE
“Por supuesto que hay una persistencia mía, una obstinación para tratar de perseverar y continuar en la actividad a pesar de todo. Pero no puede ser esto sin el concurso de otro, no es solamente mi perseverancia, es la de muchos que creen y confían en mí, como los medios periodísticos que me dan el espacio, como aquella vez cuando llevé un libro de poemas a La Voz de Rojas, que se vendió antes de ser editado. Son todas cuestiones que uno va realizando a través del tiempo y que perduran o alguien las recuerda. Con relación a la poesía lo que noto es que el ambiente cultural en el cual crecí ya resulta extemporáneo. Seguramente no voy a escribir como lo hacen los pibes de ahora, y tampoco quisiera hacerlo porque pertenezco a una generación marcada por determinados hitos. Es algo que tengo que marcar y me pone orgulloso de ser parte de ese momento. Pero me doy cuenta que artísticamente tiene esa cosa extemporánea, en las palabras y en los giros, por ejemplo. De vez en cuando escribo, no lo dejo de hacer, y lo que hago es publicar en las redes lo que escribí, lo voy compartiendo de esa manera, y trato de hacerlo con parte de las experiencias vividas para que se note lo generacional. Por ejemplo si hay un texto que alude a los ‘70 lo cuelgo en la red con un tema musical relacionado con la época, para que te remita a aquel momento, como un tema de Vox Dei”.
FILOSOFÍA EN LOS BARES
“La música tuvo siempre su espacio en mi vida. Precisamente en aquel momento cuando vivía en La Plata y era estudiante, se estilaba prestar libros y discos, ir a ver cine de culto, y después de las películas, en los cines de barrio, o parroquiales o en la biblioteca, ir a algún barcito y hablar de lo que habías visto o leído, lo cual proporcionaba un crecimiento intelectual muy importante, un intercambio de pareceres que te llevaba a conocer a otro tipo de personas, que justamente te podían preguntar si habías leído tal o cual escritor, y uno iba y lo leía, como por ejemplo Marshall Mac Luhan, que ya en esos momentos hablaba de cómo los medios manejan la opinión pública y generan un perjuicio enorme”.
ARTE Y REALIDAD
“El arte te da una visión encubierta de la realidad que subyace, porque estar inmerso en ella nos lleva a estar todo el tiempo justamente acostumbrado a esa realidad que vivimos, y el hecho de tener consciencia del fracaso que ha sido tener aquellos ideales de los ‘70 nos ha llevado a perder una o dos generaciones, porque hoy lo vemos plasmado en una realidad que lejos está de ser armoniosa. Vemos que hoy todas las urgencias del vivir diario te dejan poco espacio y pocas ganas de salir a debatir prácticamente, y pasa también que las personas llegan de sus trabajos casi destruidas, anímicamente, físicamente, luego de moverse en un medio hostil. Por eso siempre rescato que en Rojas tenemos un medio muy amable, pero hay lugares donde es imposible vivir. Acá por ejemplo se pueden dejar las puertas abiertas, hay algunas costumbres que arrastro de años, como sentarme en el umbral, charlar con los vecinos, compartir alguna fiesta, aunque es algo que lamentablemente va desapareciendo”.
UNO QUE ES TODOS…
“Estoy muy bien en lo físico y lo anímico. Esta instalación con una acción que se da a instancias de la dirección de Cultura de Rojas y que se montó en el 2021, nuevamente este año se pudo realizar, y ahora también con el aporte de la dirección de Cultura Pergamino, que no solamente gestionaron el decreto para declararlo de interés municipal sino además propiciaron los fondos necesarios para moverlo, así que se dio la posibilidad cierta de hacerlo. En este sentido tengo que agradecer al Flaco Bertero que es el nexo entre la fundación Casa de la Cultura Pergamino y mi obra, a Alejandro Elcoro y todo su grupo, porque él confió en esto, y habla además de la parte generacional, porqué también vivió los ‘70, vivió el discurso que intento implementar en las acciones y en las obras que muestro. Por eso se genera una afinidad que permite una visualización, porque de lo contrario nada existiría. En mis obras han sido muchas las colaboraciones y por eso me siento agradecido. Porque la mayoría fueron instalaciones con acciones y necesitaron siempre el concurso de muchas personas, como por ejemplo la logística de la música, donde me hizo el aguante Sergio Habib para montar y desmontar la obra, y además me hizo el sonido. También tuve la colaboración de mi hijo que me cedió uno de sus temas musicales, que me pareció adecuado. O sea que fue todo a pulmón. Y siento agradecimiento porque veo que los años que pasaron no fueron en vano, que lo que hiciste como artista plástico tuvo su recompensa, porque el decreto lleva la firma del intendente, eso es un reconocimiento y para mí es muy importante”.
…PERO TAMBIÉN ES OTRO
“Si bien uno siente las cosas con mayor intensidad, no sé si es necesario en todos los casos ir a tope, que sería ir al choque. Con esto quiero decir que es relevante generar una instancia de diálogo que no sea confrontativo, que permita que las cosas sucedan. Porque uno puede tener una ideología, pero la misma tiene que contar con cierta flexibilidad, sea política o artística. Porque si voy a una sala y hay determinadas medidas o luces no puedo pedir cosas que son imposibles. Por eso uno se tiene que ir adaptando y negociando esas cuestiones para que el hecho suceda, porque es lo que realmente tiene que suceder, el hecho que motiva la gestión. En este caso incluso hubo un movimiento burocrático y de varias organizaciones para generar el decreto. Incluso me invitaron a La Noche de los Museos donde realizamos también la acción. Por eso estoy agradecido a todos y a la vida. Y para que la las palabras no se las lleve el viento, «Uno que somos todos» agradece desordenadamente: al Flaco Bertero, nexo entre mi obra y Fundación Casa de la Cultura de Pergamino, y por supuesto a todos los integrantes de la comisión de Artes Plásticas de la Fundación. A la Directora de Cultura de Pergamino, Cristina Torrano, quien estableció contacto con Alejandro Elcoro, Director de Cultura local, para así darle un marco protocolar al pedido de circulación de la instalación y permitir a través de un decreto del Ejecutivo Municipal de Rojas que la misma pudiera concretarse. A Sergio Habib, por su acompañamiento en el montaje y asistencia en el sonido. A mi hijo, por su colaboración con un tema de su autoría, utilizado en la acción «Yo soy otro», acaecida en el marco de la instalación. A los amigos de Rojas que me acompañaron la noche de la inauguración en pergamino: Estela, Liliana, Sergio, Alejandro. A los artistas y también amigos de Pergamino, Maria Elena, Juan Carlos, Silvia, Laura, «Flaco», Ricardo e Irma por su acompañamiento. Por supuesto a los medios periodísticos de Rojas, que han estado cubriendo mis actividades durante toda una vida. Sepan disculpar si me olvido de alguien. A todos muchas gracias…”
