Malena Galmarini reclamó «más diálogo» en el debate por las nuevas autoridades del Senado bonaerense y se metió de lleno en la interna del PJ.
En las últimas horas, la recién asumida senadora provincial, Malena Galmarini, intervino de lleno en la disputa interna del peronismo bonaerense por la definición de autoridades del bloque y de la Cámara alta, al tiempo que reclamó “mayor diálogo” en el proceso y advirtió que un eventual freno del Gobierno nacional al endeudamiento aprobado por la Legislatura sería “un desprecio de Javier Milei hacia los bonaerenses”.
Con sus declaraciones, la legisladora bonaerense electa por la Primera sección electoral, reactivó el debate dentro del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, en un contexto de negociaciones abiertas y expectativas cruzadas sobre la nueva conducción parlamentaria.
Es que, Galmarini sostuvo que la discusión por los cargos legislativos podría haberse iniciado antes y con una convocatoria amplia a todos los sectores involucrados, lo que, a su entender, hubiera permitido encarar el proceso con mayor madurez política. “Nos podrían haber llamado hace una semana para conversar sobre el tema”, enfatizó, al tiempo que remarcó que la política requiere tanto “rosca” como capacidad de escucha.
En ese sentido, la dirigente del municipio bonaerense de Tigre indicó que la falta de diálogo previo a la asunción de los nuevos diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires profundizó tensiones evitables entre los distintos espacios del peronismo, y reiteró que se siente “más identificada” con los intercambios francos que con las disputas internas prolongadas.
Respecto del clima dentro del peronismo bonaerense, Galmarini llamó a relativizar el conflicto y afirmó que las divergencias forman parte de la dinámica histórica del movimiento. “Los peronistas siempre discutimos, debatimos, nos peleamos, pero siempre está primero la patria, después el movimiento, y por último los hombres y las mujeres”, enfatizó la senadora, que también pidió “desdramatizar los debates”, y vinculó esa práctica política con experiencias cotidianas de negociación y diálogo, especialmente de las mujeres que, según dijo, están habituadas a escuchar y articular posiciones diferentes.
Tras asumir su banca en el Senado bonaerense, Malena Galmarini cuestionó la falta de diálogo para la elección de las nuevas autoridades.
Al ser consultada sobre su posible rol dentro del bloque de Unión por la Patria en el Senado, Galmarini aseguró que su principal expectativa es integrar un equipo que funcione con cohesión, recordó que durante dos años estuvo “fuera de la gestión formal”, y que ahora asume una banca en el Senado en un escenario con mayores responsabilidades.
En ese sentido, la flamante legisladora bonaerense subrayó que, si las diferencias internas se profundizan, su tarea será redoblar los esfuerzos para acercar posiciones tanto dentro del peronismo como con otros espacios. Además, Galmarini reivindicó la necesidad de que la dirigencia peronista bonaerense “trabaje unida en función de las demandas sociales”, entre ellas la protección de las mujeres, la asistencia alimentaria, las políticas para personas con discapacidad y el acompañamiento a las víctimas de la inseguridad.
En relación con el endeudamiento de la provincia de Buenos Aires, ya aprobado por la Legislatura y pendiente de autorización de la Nación, la senadora lanzó una advertencia directa al Gobierno de Javier Milei al considerar que rechazarlo sería “un desprecio del presidente y de todo su equipo por las y los bonaerenses”, al tiempo que sostuvo que la decisión no afectaría al gobernador ni a la Legislatura, sino a “todas las personas que viven en la provincia”.
En última instancia, Galmarini adelantó que desembarcará en la Cámara alta con proyectos propios y con la intención de impulsar iniciativas que puedan replicarse en otras jurisdicciones, y destacó la relevancia estratégica de la provincia de Buenos Aires dentro del país, aunque insistió en que su agenda legislativa no perderá de vista la realidad de otras regiones.




