Lo dijo en una entrevista con la periodista Caro Fernández. Apuntó contra Santiago Caputo, el asesor de Javier Milei, criticó a José Luis Espert, y detalló presuntos vínculos con Patricia Bullrich y el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
En sus últimas horas bajo arresto domiciliario y a instantes de que la Corte Suprema habilitara su extradición a Estados Unidos, el empresario Fred Machado rompió el silencio en una entrevista exclusiva de ocho horas con la periodista Caro Fernández, donde lanzó explosivas declaraciones que salpican a lo más alto del poder político y empresarial. «Si hablo, se cae el país», fue la contundente amenaza que envió al Gobierno.
La entrevista, que fue concedida a la conductora de Splendid AM 990, pinta un cuadro de traiciones, negocios y presuntos vínculos oscuros. Durante el encuentro, Machado reveló un supuesto mensaje enviado al corazón del poder libertario: «A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: ‘Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana’. La respuesta fue: ‘Mensaje recibido’».
También apuntó con visible «bronca y decepción acumulada» contra el diputado José Luis Espert, de quien fue financista en la campaña de 2019. “Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?”, se preguntó, y agregó: “Yo lo quise advertir. Se lo dije en marzo de 2021, le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó”.
El empresario también detalló presuntos vínculos que involucran a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
Sobre Bullrich, la crónica periodística describe una supuesta triangulación de dinero para su campaña presidencial de 2023. Machado habría transferido más de 3 millones de dólares a una empresa de la familia Bada Vázquez (dueños de Lácteos Vidal), desde donde se habrían derivado al menos 215.000 dólares a la campaña de la entonces candidata.
En cuanto a Weretilneck, Machado lo acusó de mentir sobre las circunstancias de su encuentro y lo vinculó a un entramado de negocios en Río Negro, incluyendo permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a su supuesto testaferro, Claudio Cicarelli, a través de una secretaría a cargo de la pareja del gobernador.