Por Redacción El intransigente
Francos respondió a Axel Kicillof, habló del avance de La Libertad Avanza y del impacto del desdoblamiento en las elecciones intermedias.
El Gobierno busca bajar la tensión política y social en torno a la situación judicial de Cristina Kirchner, luego de que la Corte Suprema confirmara su condena por corrupción. En este contexto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, consideró que sería “absolutamente lógico” que la notificación de la sentencia a la expresidenta se realice en su domicilio, con el objetivo de evitar movilizaciones masivas.
“Me parecería absolutamente lógico que las medidas de notificación puedan hacerse sin que la expresidenta tenga que concurrir a los tribunales”, sostuvo Francos en declaraciones a A24, aludiendo a la marcha convocada por sectores del kirchnerismo para el próximo miércoles, cuando Cristina debería notificarse formalmente del fallo judicial.
El funcionario alertó sobre el riesgo de que esa movilización “genere tensión, cortes y la movilización de fuerzas federales”, y planteó que, en su lugar, la Justicia debería priorizar “la menor convulsión social posible”.
Aunque subrayó que el Gobierno no interfiere en decisiones judiciales, Francos marcó una postura política clara al sostener que “el futuro inmediato de la exmandataria está en manos de los jueces de la causa”. En este sentido, afirmó: “Lo que ocurra respecto a la prisión domiciliaria o el lugar donde cumpla la condena de seis años es una cuestión exclusivamente judicial”.
Ante la consulta sobre la posibilidad de hechos violentos durante la marcha, Francos fue enfático: “No puede haber violencia. Para eso está el Estado, para impedirlo”. Y añadió que tanto él como el presidente Javier Milei consideran que “esta es una resolución de la Justicia y no una acción del Ejecutivo”.
Francos también buscó desactivar las acusaciones de complicidad con el kirchnerismo, recordando que “durante mucho tiempo se nos acusó de tener un pacto de impunidad. Con esto queda demostrado que esas versiones eran falsas”.
En cuanto al futuro político de Cristina, el jefe de Gabinete admitió que se trata de una figura “relevante en la historia reciente de Argentina” y que, más allá de las diferencias, “hay que tener una consideración especial ante una situación que es compleja”.
Mientras tanto, la tensión en el escenario político crece. Desde el kirchnerismo ya confirmaron que acompañarán a la expresidenta en lo que podría ser su última aparición pública antes del cumplimiento efectivo de su condena. La respuesta del Gobierno es clara: que actúe la Justicia, pero sin encender más la mecha.
