La balanza externa de bienes cerró enero con superávit por segundo mes consecutivo. Fue de USD797 millones, según el Indec, lo que permitió alcanzar superávits gemelos mensuales (externo y fiscal) por primera vez desde agosto del 2012. El resultado positivo se dio por la caída de las importaciones en un 8,8% mensual desestacionalizado que, aunque fue menor a la de diciembre, marcó un inicio complicado para la actividad económica de cara a los próximos meses. Por otra parte, la recuperación de las exportaciones agropecuarias, de la mano de la buena cosecha fina, terminó de inclinar la balanza y se espera que el sector tenga un buen desempeño, tras un 2023 marcado por la sequía.
Caída de importaciones y recesión
En consonancia, la consultora Abeceb destacó que «más allá de las magnitudes puntuales del mes a mes, lo sucedido en enero anticipa un poco la tónica que se espera para 2024, año que cerraría con un superávit comercial que podría rondar los USD15.000 millones de la mano de un significativo incremento de las cantidades exportadas prácticamente en todos los rubros de exportación, en especial de la agroindustria, combustibles y energía».
Respecto al desempeño negativo de las importaciones, aseguró que los menores niveles estarán acompañados por «el sinceramiento de precios relativos y la debilidad de la demanda interna que pegará con especial fuerza en las cantidades demandas en el primer tramo del año».
«Si bien se espera luego una recuperación en el margen de las importaciones, a medida que la economía vaya saliendo de la recesión, se estima que no será significativa y no afectará un resultado de elevado superávit comercial», proyectó Abeceb.